Sábado 14 de junio de 2025

Coincidí en el Congreso con Pedro Sánchez en Comisión. Hablamos mucho sobre Venezuela.
Era beligerantemente antichavista. Llegó a la presidencia y, su inacción, blinda a Maduro, cuando el gobierno español tenía que haber sido el más beligerante en defensa de los derechos humanos. El golpe de estado de Hugo Chávez se lo dio a Carlos Andrés Pérez, miembro de la Internacional Socialista.
Sánchez no estuvo a la altura de un comportamiento político democrático con el presidente de la Asamblea Juan Guaidó y en lugar de hacer caso a Felipe González se lo hizo a Rodríguez Zapatero que ha sido una tragedia para Venezuela. Su embajador Raúl Morodo ha sido condenado por corrupción. Hoy es el día en el que el ex presidente Zapatero no ha reconocido la victoria de González Urrutia y Sánchez no ha reconocido al presidente.
Y como el tiempo pone las cosas en su sitio y el mar deja en la orilla sus cadáveres, estos comienzan a aflorar. Juan Guaidó lo ha escrito así:
“Esto explica por qué Sánchez no me recibió en 2020, por qué saboteó el Grupo de Lima y por qué eligió acercarse a Maduro.
No les interesaba la democracia en Venezuela. Lo que buscaban era un “pelotazo”.
Y parece que con Delcy y la dictadura lo encontraron”