José Manuel Bujanda
La acción política se enfrasca frecuentemente en los problemas cotidianos sin que le sea posible remontar el vuelo. Es uno de los riesgos de la acción política condicionada a diario por la problemática sucesiva de los casos concretos, entregada a una obra de parcheo de las fisuras que se van produciendo pero sin abordar las causas últimas de los antagonismos. En el día a día se opera sobre los antagonismos tratando de aliviarlos en cada caso concreto, en cada fricción coyuntural, en cada choque puntual. Es la aparentemente irresoluble contradicción entre lo grande y lo pequeño, lo macro y la identidad, la globalización y lo local, el nacionalismo uniformizante del poderoso y el pequeño defensivo, el miedo escénico al paisaje futuro y la necesidad de afrontarlo con garantías cual madeja enredada entre hilos vascos, españoles, europeos, mundiales. Se trata del pulso entre el pasado que no volverá y el presente a superar, y un futuro a modelar de multinacionales, uniones, concentraciones y economía mundial.