Juan María Atutxa, Jose María Zalbidegoitia, Iñaki Anasagasti, Joseba Zubia (1984)
O debería serlo. Según Mac Luhan.
Me acordé de esta reflexión
de aquel profesor de Berkeley cuando el miércoles 24 les vi a Juan Mari Atutxa, Conchi Bilbao y Gorka Knörr, en el banquillo de los acusados. Casi casi como a Sadam Hussein.
Estaba yo en Madrid y vi la información sobre el juicio en Tele Cinco y TVE y, poniéndome en los zapatos de un madrileño pensé: “sabemos quién es Atutxa. Sabemos que no es un mangante ni un terrorista. Está hablando una lengua que no entiendo ni papa. Parece un juicio de película. Atutxa dice que no pudo obedecer al Supremo. Ojalá pase cuanto antes todo esto. Me parece lamentable esta escena. Los vascos le van a sacar provecho. Se van a sentir agredidos”.
Esa reflexión se la habrá hecho la mayor parte de gente española de buena voluntad..
La gente de derechas o las gentes de mente retorcida habrán pensado:” ahí está Atutxa actuando. ¿Por qué no habla en castellano?. Estos del PNV son todos iguales. No aceptan la justicia española. EL PNV y Batasuna son la misma cosa. Mira cómo se echan una mano unos a otros”.
Yo, por mi parte pensaba: “Me encanta que la gente no entienda nada de lo que dice Atutxa y si lo hace es porque están poniendo la traducción en letras, abajo. Se darán cuenta que somos diferentes. Atutxa se expresa con credibilidad. Que los tengan en el banquillo de los acusados tiene bemoles. Esto está tan embarullado que nadie sabe por qué se les juzga a los tres de la Mesa del Parlamento Vasco. No me imagino ni a Marín ni a Rojo en el banquillo porque hayan desobedecido a un juez que les haya dicho cómo se tiene que organizar internamente el Congreso o el Senado. Nos faltan medios para haber vendido la almendra de lo que ocurre: que la Mesa, con todo derecho, no pasó a Otegui y los suyos del Grupo parlamentario de Batasuna al Grupo Mixto. Ese es todo el delito. Hay tanta hojarasca y tanto ruido que parecía que Atutxa ha contaminado de gripe aviar a media humanidad. Y es algo tan inocuo como eso”.
Pero esa imagen de Atutxa, de pie, hablando convincentemente en euskera, era poderosa. Y el medio, que es el mensaje, nos decía que todo aquello era una desmesura, sobre todo cuando uno veía a Carmelo Barrio, del PP, miembro asimismo de la Mesa, que en lugar de inhibirse, acusaba a sus otros compañeros con una saña digna de mejor causa. Algo indecente e increíble en una sociedad democrática de valores. Luego se quejará el PP que digamos que para ellos las instituciones vascas no existen, y, casi, ni lo vasco. ¿Cómo se puede caer tan bajo?.
Y hablando de imágenes. Ilustro este comentario con la fotografía que nos sacamos en las elecciones para el Parlamento Vasco en 1984 en el Parque de Doña Casilda. Éramos los jóvenes de la candidatura. Atutxa era el mayor. Elisabete Bizkarralegorra estaba en estado. Zalbidegoitia trabajaba en el Gobierno Vasco. Inmaculada Boneta era afiliada del PNV. Zubia era director de transportes del Gobierno Vasco. Éramos los jóvenes… ¡Madre mía!