EL REY NO DICE ZORIONAK – EL TALO DE ORO DEBERÍA SER PROMOCIONADO
La semana pasada recib&iacut de gabinete del ministro de Defensa, José Bono. Me invitaba el domingo 25 a acompañar al ministro a pasar la Navidad con las tropas españolas en Bosnia. “Muchas gracias –le dije-. Tengo que oficiar de anfitrión y no me es posible”.
Otros fueron. Y pasaron un buen susto. Resulta que el avión Hércules se salió de la pista y anduvo dando tumbos 200 metros al aterrizar en Mostar, ciudad que conozco y que visité en plena guerra de los Balcanes. Antes el ministro me había enviado, como a los miembros de la comisión de Defensa, una manta. Este hombre está empeñado en que vayamos de maniobras.
En la prensa, al día siguiente aparecía el ministro llamando al rey para decirle que había vuelto a nacer. Desde luego, yo, al último que le hubiera llamado hubiera sido al rey, que el 24 a las nueve de la noche, nos lanzó su habitual mensaje de Navidad. Hace treinta años, en 1975, se dolía por el fallecimiento de Franco, aquel sátrapa que fue su protector.
En Gran Bretaña todos los discursos de la reina son escritos del primer ministro que ella solo lee. Aquí, ese es el misterio de Fausto. Se juega siempre con esa ambigüedad. No se quiere decir que son totalmente del rey, ni totalmente del gobierno, porque vivimos en una democracia obsequiosa con su jefe del estado. No hay más que comprobar la unanimidad del PP y del PSOE a la hora de valorar las palabras de Juan Carlos de Borbón. Una piña.
Yo este año, me voy a fijar solo en las formas, que en democracia son el fondo. En primer lugar un banderón español. En segundo, una fotografía estratégicamente colocada con Juan Carlos el abuelo y el actual rey, junto a Felipe, el hijo, el siguiente y, éste, teniendo en brazos a Leonor. Ni Sofía, ni Leticia. Los tres, es decir, la continuidad del negocio. Un mensaje subliminal que nos dice: “No os equivoquéis que tenéis monarquía por lo menos para otros cien años”. Y lo que te rondaré morena.
Otro dato sistemático es que diciéndose rey constitucional y apelando a éstos valores, este señor nunca tenga el detallito de decir al final “Zorionak” o “Bon Nadal” o “Boas Fiestas” en los idiomas que también, para él, deberían ser constitucionales. Si además de estas palabritas, el señor Borbón supiera algo de estos tres idiomas, el marketing para la monarquía estaría asegurado, pero afortunadamente son tan cerrados, tan castellanos, tan centralistas, tan buenos españoles que algo así no entra en sus códigos con lo que un pastor del Gorbea, un bertsolari del Gohierri, un arrantzale de Ondarroa y el padre de un niño de una ikastola alavesa le ve, en el caso de que le vea a este buen señor, como un alejado rey de los españoles, sin más.
Prefiero lo que ha hecho el Gobierno tripartito catalán estos días. Se han ido al cementerio Maragall, Bargalló y Saura y han recordado que hace 72 años falleció el primer presidente de la Generalitá, Francesc Maciá. Pedagogía política. Por aquí hecho en falta esa misma foto del tripartito vasco en el cementerio de Donibane Lohitzun ante la tumba de Aguirre.
Me quedo pues con la noticia de lo que ha hecho el coro “Bihotz Alai” que acaba de publicar un CD en el que recoge las interpretaciones de canciones patrióticas vascas que se vio obligada a grabar ésta coral en París al final de la dictadura franquista en 1976.
Este disco en cuya carátula aparecen las imágenes de los Lehendakaris Aguirre y Leizaola fue el disco favorito para las cortinas musicales que poníamos entre programa y programa, lectura y lectura de noticias y editoriales en la radio clandestina que funcionaba en Venezuela los últimos años de Radio Euzkadi. Anteriormente, el equipo de EGI en Venezuela, había grabado lo que por aquellas tierras conocíamos como Talo de Oro (llamábamos Talo a la cinta) y donde el Grupo de EGI cantaba éstas mismas canciones siendo el solista Txomin Llanos y Jesús M. Gallastegui el pianista. De Venezuela tanto Jon Mikel Olabarrieta como Guillermo Ramos, de aquel equipo también de oro, me acaban de enviar un correo diciéndome que ellos también tienen el Talo de Oro pasado a CD. Si hubiera una gota de sensibilidad en la actual Radio Euzkadi, este Talo de Oro, debería reproducirse por estos lares y ser promocionado en Radio Euzkadi como promocionan el “Cocidito Madrileño”, teniendo en cuenta que aquello si que se hizo en plena clandestinidad, en Venezuela, aportando cada uno su voz y sus bolívares y sin esperar jamás la menor recompensa. Bien lo del “Bihotz ALAI” y ojalá bien lo del Talo de Oro…
A BONO LE SALÍA FUEGO POR LOS OJOS
Se podrá estar de acuerdo o no con José Pepe Bono, ministro de Defensa, pero nadie que le haya visto actuar deja de decir que es eso, un consumado actor, a veces con cierta sobreactuación como vimos el pasado miércoles 21 cuando compareció en la Comisión de Defensa del Senado, cumpliendo lo que me había dicho de que ciertos debates los llevaría a la Cámara Alta.
El asunto se las traía. Se trataba de hacer público el informe elaborado, dos años después, de la tragedia del Yakolev 42 que le costó la vida a 62 militares españoles que volvían de Afganistán, en plena época de Aznar y con Trillo como ministro de Defensa.
Bono dio cuenta del informe que era apabullante. Se reservó la estaca para la réplica. Habló de que antes de aquel accidente había habido 6 más de aviones Yakolev con 526 muertos y, en concreto en relación con el accidentado, 16 quejas previas y una del comandante Ripollés que decía que la compañía era pirata y que solo ver sus ruedas entraba taquicardia. Lo dijo en un correo enviado a un amigo poco antes de la tragedia. Habló Bono de la pregunta parlamentaria desechada, de que Noruega había rechazado este tipo de servicios de Yakolevs, de que el aparato no tenía condiciones técnicas adecuadas para poder viajar, que el registrador de voz no funcionaba, que la medición del combustible no era la correcta, que los pilotos no tenían licencia comercial, no estaban familiarizados con el campo de aterrizaje y estaban agotados. Explicó como el contrato había sido con una agencia de la OTAN, la Namsa y que ésta había subcontratado hasta seis veces con otras compañías. España pagaba al principio 149.000 euros y la compañía, la sexta subcontratada, cobró 38.000, es decir, todo ese dinero se quedó en el camino sufriendo la seguridad.
Hizo hincapié en que el único error humano fue el de quien contrató, no el de los pilotos.En el turno de grupos le dije que ante aquella información técnica no tenía objeción alguna que formular pero si en relación con lo que precipitó la crisis de opinión pública que fue el funeral de “estado” en la base de Torrejón de Ardoz, con el capellán castrense Estepa oficiando, y los 62 ataúdes manipulados ante nosotros porque alguien había tenido mucha prisa para que aquellos cadáveres fueran enterrados cuanto antes y se echara tierra sobre el asunto, con lo que colegía que eso de las mayorías absolutas sin capacidad de control democrático era malo para todos, mientras le preguntaba de quién había sido la decisión de hacer aquel funeral. Yo tenía la información fundada de que el rey había hecho el comentario de que quería un solo funeral y cuanto antes y no 62 en cada pueblo. El ministro sonrió nerviosamente. Sólo me dijo que al finalizar el funeral un bestia encima de un taburete había gritado “que cada quién se lleve su ataúd”.
Como Bono había hablado de nueve medidas para que éstas situaciones no se volvieran a producir y como anunció transparencia en todo lo que no tocara a la inteligencia militar, le recordé que en ese capítulo entraban las maniobras militares y la venta de armamento, por ejemplo, a su amigo Chávez que le había obligado a hacer un papelón en el Palacio de Miraflores el mes de noviembre ante un cuadro de Bolivar y ante Chávez diciendo barbaridades contra el imperialismo norteamericano, mientras España vendía barcos y aviones a Venezuela y no libros y cuadernos educativos, y que así como le habían recomendado no comprara chatarra ex soviética, yo le sugería no anduviera con malas compañías y no adquiriera chatarra ideológica populista.
En el turno de réplica tuvo buenas palabras, agradeció que aceptara el informe y mostrara mi horror ante la falta de respeto que había habido en relación a los familiares de las víctimas por parte de Aznar y su Gobierno del PP. Me rebatió lo de la venta de armas a Venezuela ya que eso es bueno para los astilleros españoles y pormenorizó algunos aspectos técnicos mientras me decía que no sabía quien había ordenado se organizase aquel funeral de “estado”, porque él hoy no tiene capacidad para organizar algo semejante. Aquello venía a decir que efectivamente se había organizado porque el jefe supremo de las fuerzas armadas, es decir, el rey, lo había ordenado. ¡Menuda chapuza!
Pero el hombre abrió la caja de los truenos cuando el representante del PP le dijo que se congratulara de que estuviera allí, que practicaba el canibalismo político, y que se había ensañado con el anterior gobierno. “Usted no se congratula de que yo esté aquí, usted no puede alegrarse de que yo esté aquí, porque yo a usted y a su grupo les acuso de la cadena de negligencias que acontecieron con este accidente” le dijo en una actuación jupiterina que hizo que el pobre senador del PP, no el peor, no supiera donde meterse.
OCULTACIÓN E INDIGNNIDAD
Bono le rebatió diciendo que negaba que el accidente se debiera a un “fallo humano, salvo que sea el fallo de quienes decidieron contratar ese avión y esa tripulación”.
“Es tan falso como poco decente decir que los pilotos fueron los únicos responsables”, agregó. “Hubo una cadena de negligencias al hacer volar a nuestros soldados en un avión que no estaba en condiciones de volar, y con unos pilotos que no estaban adiestrados para tripularlo”.
Pero lo más grave, concluyó, fue “la falta de respeto, el mal trato y el menosprecio” a las familias de las víctimas ante quienes se urdió una “cadena de malicia” para ocultar los errores. “La ocultación interesada es el mayor error, un error elevado a la categoría de indignidad”, proclamó. A ella se llegó, a su juicio, cuando se engañó a las familias diciéndoles que los cadáveres estaban bien identificados -lo que no era verdad en 30 casos- o se les negó que hubiera muestras de ADN, pese a que se había firmado un acta que admitía lo contrario.
Terminó la disertación. Duró de diez de la mañana a 2,30 de la tarde. Bono vino rodeado de generales de estado mayor y una corte de periodistas. Abajo Rojo ofrecía la copichuela de navidad. Por estar estaba hasta Radio Euzkadi, que no va nunca al Senado, y que al parecer acudió no para informar sobre Bono y la chapuza que había originado 62 muertes por negligencia del muy hermético Ministerio de Defensa, sino por tomarse un vinito y un canapé, que no estaría mal si Radio Euzkadi se diera cuenta de que es una empresa pública y que en el senado hay electos vascos en listas abiertas que trabajan por Euzkadi. Pero ya sé que esto es perder el tiempo, tanto como pedir que el Ministerio de Defensa sea una institución transparente.
TRICORNIO O TXAPELA
Me pregunto si el Papa Benedicto XVI se hubiera puesto una txapela, si por ejemplo, alguien del Batzoki de Matiko, en la Plaza de San Pedro se la hubiera ofrecido, como le ofrecieron el tricornio acharolado de la guardia civil. No sé. Por de pronto y por eso ya le llaman Benemérito XVI.
Algo así como Pérez Rubalcaba que se fue a Santander de donde es diputado, ya que nació en Solares, aunque es más del Real Madrid que Bernabeu, para decir que España es el estado que más fondos de cohesión había recibido de la Unión Europea en estos años a pesar de que PP le llamará a Felipe González pedigüeño. No lo dudo. Nada menos de 17 billones de las antiguas pesetas. Lo que cuestiono es su distribución. Andalucía, Extremadura, Valencia y Madrid han sido los receptores preferentes de este maná que no ha sido utilizado solo para infraestructuras y medio ambiente sino para tapar algún que otro agujero. Esto de la distribución de los fondos de cohesión ha sido tan misterioso como averiguar la edad de Sarita Montiel. Nunca, nadie, ni con el PSOE, ni con el PP, sabía como fluía y a dónde iba el oro líquido de éstas dádivas generosas que comienzan a tocar a su fin. Para los vascos nunca tuvieron comienzo, por lo que no vamos a notar nada, pero Solbes va a tener un buen agujero en sus presupuestos.
Pero si esto es algo anómalo, no me digan que no lo es la constitución española que hace al rey y a la familia real española “irresponsable” en el más amplio sentido de la palabra. Esta gente no da cuenta de nada a diferencia de la británica, que en eso de las monarquías tiene algunos trienios más que los actuales Borbones hispanos. Por ejemplo. El príncipe Carlos ha sido visitado en su residencia de Clarence House por Scotland Yard para declarar sobre la muerte de su esposa Diana, ya que ésta en alguna carta decía que su marido y sus amigotes habían organizado un complot para asesinarla. Pues bien, Scotland Yard fue a la casa del príncipe de Gales y le tomó declaración. Este hecho ha sido confirmado por el portavoz del príncipe Carlos. ¿Se imaginan algo parecido por aquí?
Aquí el señor Borbón puede ir a cazar osas en celo, desviar fondos, recibir regalos, pasarse unas vacaciones “gratis-total” de aupa y nadie, absolutamente nadie, puede decirle nada y al que lo dice le acusan de desestabilizar a la Institución.
Se trata pues de una asignatura pendiente que en mor de la limpieza democrática debería solventarse. Como en Inglaterra. Pero los tan republicanos socialistas no lo harán. Ahí está el detalle.
ANDRÉS ZALDIVAR Y LOS POLÍTICOS PROFESIONALES
Así como en Venezuela ha habido elecciones, también han tenido lugar en Chile, aunque falta todavía una segunda vuelta para confirmar o no, que la candidata de la concertación Michelle Bachelet, con tres millones de votos será o no presidenta de este país. Lo inquietante para ella es que la suma de los votos de Sebastián Piñera de Renovación Nacional y de Joaquín Lavín de la UDI suman un 49% de los votos frente a los 46% de ella. En estas elecciones, la Democracia Cristiana, el partido de los Frei y de Patricio Alwyn, ha tenido un importante fracaso. Ha perdido senadores y diputados, por lo que la presidencia de Adolfo Zaldivar está comprometida y ya no es el partido mayoritario, teniendo como consecuencia, además, que Andrés Zaldivar, su hermano, no fue elegido tras haber sido presidente del senado chileno.
Al llamado “Chico” Zaldivar le conocemos bien en el PNV. Opositor a Pinochet, fue presidente de la Unión Mundial Demócrata Cristiana. Bajo aquella dictadura frecuentó nuestro partido, y en la localidad de Zaldivar, su alcalde, Valentín Lasuen, lo hizo hijo adoptivo. Pequeño de estatura, de ahí le viene lo de “Chico” Zaldivar, ha dado conferencias en la Fundación Sabino Arana, y nosotros le ayudamos en su día en la financiación de la radio de la Universidad católica, bajo la dictadura pinochetista.
En mi último viaje a Chile quedé muy desengañado de su discurso cataplasmático con respecto a la guerra en Irak. Con ese punto hipócrita de equidistancia intelectual y queriendo contentar a todos, logró cabrear a todo el mundo. Frente a este tipo de liderazgo Light tuve oportunidad de comer con quien había sido presidente del partido, un chileno-vasco oriundo de Azkoitia, Narciso Irureta, conocido cono “El Vasco”, junto a José Manuel Goikoetxea y al delegado del Gobierno Vasco Atxutegi. Desgraciadamente acaba de fallecer el 26 de diciembre.
En el transcurso de la comida Irureta me trasladó su preocupación ante la acción de su partido, que estaba empezando a quedar en tierra de nadie. Ni carne, ni pescado. Ni derecha, ni izquierda. Ni chicha, ni limoná. Y me dijo una frase redonda: “Iñaki, ahora ya no hay políticos vocacionales, ahora solo hay políticos profesionales”.
Tras haberle escuchado a Andrés Zaldivar el discurso mencionado le mandé una carta de órdago al Erandio. Me pasé siete pueblos porque le dije de todo. Me contestó y le repliqué ratificándome en lo que le había dicho sobre su tibieza y su equidistancia. No creo haberme equivocado mucho al haber leído ahora que acaba de perder su acta de senador él, un político referencia en aquel país.
Recuerdo como en uno de sus viajes a Euzkadi le acompañamos a Gernika. Después nos fuimos a comer al asador de Marco. Andrés Zaldivar no quiso comer el plato de alubias que le pusimos, humeante y lleno de sacramentos. Xabier Arzalluz le dijo: “¿Cómo quieres llegar a ser presidente de Chile si no eres capaz de comerte este plato de alubias?” Pues no se lo comió y no fue presidente de Chile. A su pesar lo fue Eduardo Frei hijo. Ahora pierde su acta. Y me da pena, sobre todo porque éste si era un político vocacional que en el camino se profesionalizó tanto que los electores le han dado la espalda. Una buena lección.
CARRILLO, BULGARIA Y RUMANIA
Estábamos en plena discusión presupuestaria que se pensó iba a prolongarse hasta el jueves 15 de diciembre. Sin embargo, a media tarde del miércoles 14 se sabía que aquello estaba finiquitado pero, como se había dicho que a las ocho eran las votaciones finales, había que hacer tiempo hasta esa hora.
En el orden del día había un proyecto de ley orgánica por la que se solicitaba autorización para ratificar el Tratado de Adhesión a la Unión Europea de las repúblicas de Bulgaria y de Rumania.
Ese día me había llamado la atención una entrevista hecha a Santiago Carrillo en La Vanguardia, en la que decía en su titular que “Ceaucescu ganaría hoy unas elecciones”. Aquello me sirvió, a la hora de intervenir sobre Rumania, para hablar sobre el grado de insatisfacción que puede tener el ciudadano rumano, sobre los gobiernos que ha tenido desde la muerte del Conducator hasta el punto de que la Unión Europea cuestiona su sistema judicial, la modernización de la administración y la corrupción existente. Quizás antes se corrompían los cuatro gatos del politburo y ahora la corrupción se ha democratizado en el sentido de que son más los corruptos, el caso es que si ese país europeo añora a Ceaucescu algo se ha hecho muy mal en estos años.
Carrillo además de Ceauceascu hablaba del Packard que le regaló el dictador y de cómo los desarrollistas decían que solo habría democracia en España en los años setenta a partir de 3.000 dólares de renta per cápita porque sólo el desarrollo económico permite las condiciones para que los de arriba y los de abajo acepten las mismas reglas del juego. Pero Carrillo hoy dice una cosa que en Madrid no gusta nada: “El problema histórico de España reaparece en la discusión del Estatut. Creo que España no es sólo una nación, sino una nación de naciones en un estado plurinacional, aunque no todos lo vean tan claro, porque la clase dominante española es muy nacionalista y muy excluyente. Pero no se resolverá el problema de España hasta que la unidad sea voluntaria, querida por todos, de abajo arriba. Ahora se trata de poner de pie al fin lo que está cabeza abajo”. En la entrevista el periodista LLuis Amiguet le preguntó el por qué el Banco de España no está en Bilbao, Valladolid o Lugo. Carrilo contesta: “Porque para esa clase dominante nacionalista, el estado no es España, el estado español solo es Madrid, por eso no aceptan que ni siquiera una oficinita de telecomunicaciones se haya desplazado a Barcelona. Y tampoco reconocen que la Generalitat valenciana o catalana sea tan Estado como el Ministerio de Hacienda”.
A sus 91 años, el viejo zorro que lo ha visto todo y nadie puede decirle que es un mal español contesta bien a las preguntas que se le hacen sobretodo en ese renglón que cada día es más evidente. España es Madrid. Lo malo es que los verdaderos españoles que viven en Sevilla o en Guadalajara lo admiten sin más. Yo como vasco me quedo con la reflexión de Carrillo sobre las uniones voluntarias y no las impuestas por el ejército.
El caso es que todo esto me sirvió para hacer tiempo y para argumentar que el PNV estaba de acuerdo con la admisión de Rumania y Bulgaria, pero antes tenían que hacer bien los deberes.
AÑO NEGATIVO PARA EUROPA
El año que termina ha sido complicado para la Unión. Objetivamente cabría calificarlo de muy negativo. Francia y Holanda votaron no a la Constitución. La presidencia británica fue inaugurada por un brillante discurso de Tony Blair en Bruselas, pero la realidad de su mandato ha sido mediocre. Han entrado diez nuevos estados, la mayoría de los cuales vivían hace quince años sin libertades y sujetos a economías que despreciaban el mercado.
Armonizar los intereses de veinticinco estados con productos de interior brutos tan desiguales, como los seis mil dólares per cápita de Letonia hasta los más de cincuenta mil de Dinamarca, según cifras del anuario The Economist, The World in 2006, no es fácil. Casi parece imposible.
A pesar de todo, a pesar de los contratiempos del año que termina, a pesar de las pugnas estatales, la Unión Europea sigue adelante porque no es únicamente un proyecto económico, sino un intento de hacer de Europa un lugar común de convivencia, de equilibrio social y un modelo de solidaridad entre naciones, con todas sus carencias y dificultades.