Me piden haga de Rappel, esa especie de mago de todo a cien que nos dice al final de cada año que se va a morir un anciano famoso, que algún personaje de la farándula se va a reconciliar con la parienta y que en invierno hará frío. Si éste es el planteamiento voy a tratar de hacer dos premoniciones tipo Rappel.
La primera es que saldrá un estatut catalán Light, constitucional y con el cabreo de todos. El PSOE no tiene margen de maniobra para consagrar que Catalunya es una Nación, blindar competencias y financiar a la Generalitá con una fórmula tipo Concierto. Todo quedará devaluado pero al final algo saldrá, porque un fracaso total estatutario también sería malo para el PSC, bueno para el PP y, como dice Maragall, alentaría la competencia Catalunya-España.
El otro asunto candente es el vasco que no es noticia diaria, afortunadamente, por estar el foco centrado en la discusión catalana y parecería que ya no importa, o está resuelto o no da guerra. ¿Y porqué ocurre esto? Fundamentalmente por que ETA no ha causado ninguna muerte en sus últimos atentados, 22, en los últimos tiempos, a pesar de que esté en una intensa campaña de extorsión a los empresarios, pero al no haber heridos, parecería que el problema ha dejado de existir. Y esto es un espejismo.
ETA todavía no ha tomado la decisión de dejar de actuar y sigue manteniendo al mundo de Batasuna secuestrado políticamente hablando. Si Otegui decía en Anoeta que había que sacar el conflicto de la calle y llevarlo a una mesa de negociación veremos que nos dice ahora en el acto organizado para la primera semana de enero en Barakaldo. No mucho más. Por esta razón el Madrid político debería tomarse en serio estas dos asignaturas pendientes: Catalunya y Euzkadi, y no tratar de diluirlas en el océano autonómico general. Puede tratar de no atender la demanda no desarrollando los estatutos, o no apostando por un autogobierno con contenido y tratando de acallar dichas demandas de otras autonomías que no existían al inicio de la transición. Puede hacerlo. Pero tiene que saber que esto no solo no acallará las de fondo sino que estas irán poco a poco radicalizándose en una resistencia civil cada vez más intensa y si, en el caso vasco, desaparece ETA, las cosas tomarán otra dimensión.
Paco Llera, miembro del Foro de Ermua y por tanto nada sospechoso de afinidades nacionalistas dirige el Euskobarómetro que éste año cumple una década de existencia y que tiene millones de datos recogidos en 50.000 hogares del País Vasco. Paco Llera es el director de éste observatorio sociológico de Ciencia Política de la Universidad del País Vasco, y cada cierto tiempo obtiene una fotografía de la sociedad vasca y la hace pública.
La semana pasada le tocó dar cuenta del último estudio en el que destacaba el hecho de que han subido en dos puntos, situándose en el 38%, los vascos que muestran su deseo de independencia. Asimismo la gran mayoría de los vascos, ocho de cada diez, opina que es el momento oportuno para llevar a cabo reformas en los estatutos de autonomía, al tiempo que apoyan la consideración de Euzkadi como una nación en una eventual reforma del autogobierno vasco. Éste último punto es suscrito por el 55% del total de la sociedad vasca, tal y como se desprende de los datos recogidos en la última oleada, correspondiente al segundo semestre de 2005.
Por tendencias políticas, el apoyo a la reforma estatutaria es compartido al unísono por nacionalistas y no nacionalistas, aunque con distinta intensidad (94% y 64%, respectivamente). Los contrarios a esta reforma son una minoría que no llega a uno de cada diez (7%).
Por su parte, la inclusión del término “nación” en el estatuto vasco es apoyada de forma casi unánime por los nacionalistas con un 80%, aunque casi un tercio de los que no lo son, el 31%, también se muestra partidario de este extremo. Frente a ellos se sitúan casi una cuarta parte de los encuestados, el 22%, que rechaza esta posibilidad, sobre todo entre los votantes del PP (83%) y, en menor medida, del PSE-EE (47%).
Esta es una fotografía de situación al finalizar el año 2005. Si en el 2006 alguien con criterio y poder político no se toma en serio este asunto y si ante una posible desaparición de ETA no hace políticamente nada a cuenta de los brillos de los viejos tópicos de la españolidad, mi predicción es que el independentismo seguirá creciendo en Euzkadi y en Catalunya. A tanto como a predecir esto, si me atrevo.