Estoy seguro que si Jon Juaristi, Iñaki Esquerra, Alfonso Ussia y gente parecida del Foro de Ermua tuvieran un momento de lucidez y, por ejemplo, el año que vienen asistieran a la gala de entrega de premios de la Fundación Sabino Arana, seguirían diciendo lo mismo que dicen y escriben, pero en su fuero interno pensarían
que si un nacionalismo que tiene como referente a una personalidad como a de Sabino Arana es capaz de premiar y organizar un acto como el que hemos vivido este domingo 29 de enero, ese nacionalismo es un nacionalismo ético, respetuoso, democrático que defiende lo suyo y basa su acción en el convencimiento y no en la imposición.
PERO ESO ES COMO LADRAR A LA LUNA. Seguirán diciendo lo que dicen y no les interesará acercarse a la realidad no fuera a ser que ésta terminaría convenciéndoles. De hecho esta misma semana en una entrevista, Iñaki Esquerra vomitaba todos sus demonios, uno de ellos Setien, de esta manera:
”La Iglesia vasca no es que sea cómplice del nacionalismo vasco. Es el nacionalismo vasco. Han cambiado algo as formas. Se ha producido un proceso paralelo al del PNV propiciado por el paso del tiempo y la caducidad de sus líderes. Setien se ha jubilado en la Iglesia como Arzalluz en la política y esto es un alivio simplemente por el hecho de perderlos de vista...”.
Sin embargo el larguísimo aplauso que recibió Setien en el Arriaga demuestra que si Esquerra quiere perderlo de vista, aunque no pueda vivir sin él, la ciudadanía vasca le quiere, e admira, le respeta y no quiere perderlo de vista. Su intervención tras recibir el Premio nos mostró el verdadero Setien, el que e pide a la política y al periodismo valores, respeto y ética, no lo que distorsionan tanto sinvergüenza que anda suelto. (Esto o digo yo).
Esa designación fue un acierto. Como fue la de Jordi Pujol 25 años presidente de la Generalitá, que agradeció la mención y recordó que si hay unos Papeles de Salamanca producto de un expolio y retenidos como derecho de conquista para condenar a seres humanos, hubo asimismo unos papeles de Artea, que el PNV guardó y que por ser de la Generalitá el PNV devolvió después de haberlos custodiado durante todo el exilio.
Andoni Egaña, con sus cuatro Txapelas, su premio Euzkadi (no Euskalerria), por su trabajo en el mundo del bertsolarismo, era el adecuado merecedor de esta distinción que conecta con el nervio más íntimo de la personalidad vasca. Asistir a un Concurso de Bertsolaris es la mejor clase de vasquidad para todos aquellos que nos quieren uniformizar. El Ballet de Biarritz, con sus dos pies entre Iparralde y Hegoalde, su apuesta transfronteriza tan desconocida y tan importante y la empresa duranguesa ONA, con su internacionalización, innovación empresarial, premios medioambientales mientras preservan su espíritu de familia fueron los motivos de una gala que contó con la presencia del Lehendakari y de representantes de las Instituciones, aunque a mi me hubiera gustado haber visto a gentes del PSE, de EA, de IU, de Batasuna y hasta del PP.
En fin. Un buen acto y un homenaje al fundador del nacionalismo vasco necesitado de que por lo menos una vez al año se le recuerde con respeto. La película sobre su figura tan solo a han visto 250 personas y el libro sobre si era un Dios o un Diablo, no ha cubierto gastos. En esta sociedad del espectáculo y a pesar de que se nos llena la boca con la palabra identidad, la gente no lee casi nada y no apoya el esfuerzo de gentes que quieren romper el muro de silencio que existe sobre esta figura tan señera de nuestra historia reciente. Si la misma gente del PNV en lugar de utilizar la palabra Euzkadi que habiendo sido él quien la creó para romper con la vieja Euskalerria carlista, no le sigue, como para pedir que lo respeten los demás.
De todas maneras hay que decir que el espectáculo no defraudó. Los premiados estaban encantados. Los premios han sido bien escogidos, el violinista y su grupo, fantástico, y, a gala sobria, seria, con ritmo y elegante. Lo regular como siempre, es la fascinación de algún organizador hacia solo el ejecutivo. Nada nuevo.
Con mi cría Naiara fui a felicitarle a Monseñor Setien. Esta le preguntó por que no usaba corbata y usaba esa rara tira blanca en el cuello. A la esposa de Pujol, Marta Ferrusola, e interpeló por la modernez de sus gafas y a Begoña, a esposa del Lehendakari le dijo que yo no le había dado la paga. Esta le replicó que tenía que negociar un convenio. En fin. Cosas de ir con críos a actos de enjundia, pero quiero que por ósmosis vayan aprendiendo que también nuestro hecho diferencial es el respeto, las cosas bien hechas y la figura de Sabino Arana que dijo aquello de que Euzkadi era la Patria de los Vascos. Euzkadi. No Euskalerria.