La Organización de los Estados Americanos (OEA) recibió hoy informes verbales sobre las Misiones de Observación Electoral que se realizaron recientemente en Honduras, Bolivia y Venezuela.
Durante una reunión del Consejo Permanente de la Organización los jefes de dichas Misiones dieron a conocer al Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, y a los 34 representantes de los países miembros, sus observaciones y recomendaciones preliminares acerca de los mencionados procesos electorales observados.
El Secretario General resaltó el importante rol que juegan las misiones electorales de la OEA con respecto a la promoción de la democracia en el hemisferio y enfatizó que “la única arma que tenemos como organización para que esta tarea fundamental se desarrolle es nuestra credibilidad”.
Insulza indicó que los informes pueden incluir conceptos o interpretaciones que no sean del agrado de algún sector, pero que es imprescindible que las misiones tengan “plena libertad para informar lo que vieron, y que lo hagan con la mayor franqueza y transparencia”. Felicitó a las tres Misiones por el esfuerzo y la dedicación con que trabajaron, y expresó el respeto que merece la labor realizada por los equipos de la OEA, que en sus informes deben lograr puntos máximos de objetividad. Insistió en la importancia de la credibilidad que debe surgir de la tarea de los observadores, destacando que este es el mayor valor que con que cuentan las veedurías del organismo regional.
Rubén Perina, jefe de la Misión de Observación Electoral que presenció los comicios para elegir diputados para la Asamblea Nacional en Venezuela, presentó un informe preliminar en el cual destacó varios aspectos de ese proceso. Perina señaló que “se percibió un clima de polarización y tensión política electoral marcado por la desconfianza mutua, que se constituyó en elemento central de la contienda electoral”.
Explicó que la desconfianza de la oposición en el Consejo Nacional Electoral (CNE), resultó ser una de las razones ofrecidas para no concurrir al evento electoral, aunque aclaró que “el CNE otorgó, a petición de los partidos políticos de la oposición, importantes garantías para su participación”.
La Misión constató que permanecen una serie de temas que merecen “especial y urgente atención”, entre ellos, “la regularización del CNE, la seguridad, integridad y amigabilidad del sistema automatizado de votación, y la actualización del Registro Electoral Permanente”.
“La participación, la confianza mutua y la convivencia democracia se logran a través de un diálogo sistemático, franco, incluyente y de buena fe”, dijo Perina. “Dado que la Misión observó la escasez o precariedad de ese tipo de diálogo durante su estadía en Venezuela, y en vista de las próximas elecciones, sería altamente beneficioso para el país que el gobierno nacional alentase o impulsase un diálogo de esa naturaleza con todas las fuerzas políticas”, concluyó.
El Embajador de Venezuela ante la OEA, Jorge Valero, formalizó su discrepancia con algunos aspectos contenidos en el informe y rechazó las “campañas de desprestigio y en contra del CNE” existentes en Venezuela y en el exterior. Asimismo afirmó que “el diálogo en Venezuela es una política de Estado, abiertas están las instituciones democráticas para acoger las observaciones, críticas y propuestas de todos los sectores nacionales que quieran contribuir al desarrollo democrático de Venezuela.”
Sobre la observación electoral realizada por la OEA en Honduras, Moisés Benamor, jefe de la Misión observadora, reconoció en su informe, el compromiso cívico de los hondureños, destacando su participación pacífica y ordenada durante las elecciones generales realizadas el pasado 27 de noviembre, que dieron como resultado la elección del Presidente Manuel Zelaya. En la Misión participó además el Embajador Frank Almaguer, enviado especial del Secretario General de la OEA.
Resaltó en el documento las polémicas alrededor de la aplicación de la Ley Electoral y de partidos políticos así como sobre decisiones operativas del Tribunal Supremo Electoral. Al respecto, la Misión recomendó el fortalecimiento de los canales de comunicación entre todos los sectores de la sociedad, con el fin de propiciar la discusión alrededor de las eventuales reformas legislativas que los hondureños tienen en consideración para su régimen electoral.
El informe hizo referencia al desconcierto producido por los resultados “a boca de urna” que crearon confusión en la población y confrontación entre los partidos. Por eso, dijo Benamor, la Misión exhortó a los actores políticos a actuar con respeto y tolerancia, y a trabajar por enriquecer el diálogo y la concertación en la etapa post-electoral.
Reportando en nombre del Embajador Horacio Serpa de Colombia, quien encabezó la Misión en Bolivia, Steven Griner, el jefe adjunto de dicha Misión, dio a conocer los resultados de las elecciones generales del 18 de diciembre que dieron lugar al triunfo con mayoría absoluta del Presidente Evo Morales. Griner informó que según los datos oficiales un 84.5% de los inscritos votaron, cifra que refleja “la participación más alta en los últimos 25 años de historia electoral del país”. Griner dijo que las elecciones “se realizaron en un marco de perfecta normalidad, buena administración y notable organización. Los bolivianos y las bolivianas votaron con libertad y eligieron, de manera democrática, a sus representantes”.
Sin embargo, Griner también señaló unas recomendaciones para mejorar el proceso electoral en Bolivia, incluyendo la reforma y modernización del padrón electoral, el financiamiento público y campañas de información previos a los comicios.
El Representante Permanente de Honduras, Embajador Salvador Rodezno y la Representante Permanente de Bolivia, Embajadora María Tamayo agradecieron la participación de la OEA en las elecciones realizadas el año anterior, y aseguraron al Consejo que transmitirían a sus gobiernos las recomendaciones de la Misiones para garantizar en elecciones futuras un proceso más fluido y transparente. En la sesión precedida por la Embajadora Sonia Johnny, Representante Permanente de Santa Lucía, varios embajadores de la OEA participaron en un debate que siguió cada informe electoral.