LAS REFLEXIONES DE DON MANUEL DE IRUJO EN EL NACIMIENTO DE ETA
Un parlamentario vasco, de los de txapela, me comentaba el domingo en el Arriaga que le había gustado y se había identificado con la reivindicación abertzale que había realizado en uno de estos comentarios. Malos tiempos son estos en los que hay que insistir en lo evidente. Pero es que lo que debería ser lo obvio comienza a parecer que no lo es y parecería que hasta el nombre de abertzale nacido para designar a las gentes del PNV, hoy, quizás por problemas de autoestima del nacionalismo democrático, lo tienen en propiedad los que a su vez se identifican como la “izquierda abertzale”. Nos cambian Euzkadi por Euskal Herria y nos birlan la palabra abertzale y además sin hacer honor a lo que significa.
Quizás se note como una especie de comodidad en nuestro mundo para ir dejando a los demás la iniciativa en estos asuntos y sobre todo pereza a la hora de marcar bien el campo. Y el nuestro, sin duda, es el del abertzalismo.
Sólo desde el abertzalismo se puede señalar con el dedo y con autoridad toda esa montaña de palabras vacías que no sirven para nada más que para que Otegui, Permach, Barrena y dos más nos digan a los demás lo que somos y lo que hemos de hacer.
Me gustaría saber qué piensa el agente de la ertzaina herido al explotar el domingo un artefacto en una oficina del INEM. La mochila contenía entre tres y cinco kilos de explosivo y quien la puso sabía que aquel regalo no era precisamente algo inocuo pues puso un cartelito en el que ponía “peligro, bomba”. Era el tercer artefacto en una semana y el primero que causó daños personales. Esta barbaridad gratuita, absurda y culpable ocasionó que todos los partidos la condenaran, salvo uno: ese mismo. El que sale a todas horas en EITB como si fuera un faro moral. El que en Anoeta dijo que había que sacar el conflicto de la calle y llevarlo a las mesas de negociación. El mismo Arnaldo Otegui que con toda su cara dura, el mismo día del atentado le pedía a Zapatero que el Gobierno español fuera capaz de “controlar a los poderes fácticos”. ¿Por qué no empieza él controlando a ETA?. ¿Qué autoridad moral tiene este caballero para decir estas cosas?. A mí, desde el verdadero abertzalismo, ese que ama a sus país, he decir que me sacan de quicio estas continuas apelaciones a la nada.
Porque sin embargo callan ante la extorsión, la violencia y el chantaje.
¿Es esto abertzalismo?
¿Por qué la protesta, desde el abertzalismo y desde EITB, no es más sonora?
EA tras el atentado nos dijo que sólo a través de las vías políticas y democráticas se pondrá fin al conflicto político en Euzkadi. Nadie lo duda. Pero desde luego, desde el abertzalismo de esa izquierda abertzale, ese tipo de explosivos no explotarían si no se pusieran y si se ponen, por ética y por humanidad habría que condenar su colocación. Y si en lugar de ser ETA fuera una mano negra tipo GAL, el que hipotéticamente hiciera otras hazañas de este tipo,¿que se diría?
Los principios son universales y no admiten interpretación. De ahí que me sienta muy a gusto con mi abertzalismo, el de verdad, de ese que no pone bombas y cuando se ponen, no empieza a justificarlas, sino que simplemente condena el hecho, se solidariza con las víctimas y manda al infierno a esos salvajes, irresponsables, y descerebrados que piensan que están liberando Euzkadi poniendo letreros “peligro, bomba”, mientras hieren a la gente.
VER LAS COSAS DESDE DOS PUNTOS DE VISTA
Un “punto de vista” es una manera de ver las cosas desde dos ángulos diferentes: el estático o el dinámico.
El estático, lleva a ver las cosas tal como son en apariencia, una cosa aislada de las demás; y el dinámico, a ver lo que las cosas pueden ser en el proceso normal de su desarrollo, observarlas en su relación con las cosas que la rodena, sabiendo que su desarrollo no puede realizarse sin esa interrelación de unas cosas con otras.
Si cogemos un huevo y lo observamos en su forma externa, con mirada superficial, tal vez lo consumiremos o lo destruiremos por escasa utilidad. Una visión más profunda nos enseñará, además de su posibilidad de consumo, sus posibilidades genéticas.
No podemos ver a cierta gente como suaves y visionarios reformadores sociales abertzales sino como duros revolucionarios en busca de poder.
La influencia de Marx y Engels ha continuado en Europa, aún después de la caída del Muro de Berlín, porque prometieron satisfacer las dos más grandes necesidades de la humanidad, la necesidad de paz universal y la necesidad de prosperidad universal. Ellos ofrecieron un tiempo feliz para todos los desdichados, los desheredados, los insatisfechos. Es lo que capta la simpatía, no sólo de los pobres, sino también de algunos ricos, y de muchos “intelectuales” políticos y economistas (por aquello del discurso moral). Y de los falsos progres.
Los que aceptan estas ideas creen que rehacer el mundo es una tarea cruda y cruel, que implica la destrucción de todo lo que se atraviese en su camino. A fin de que su supremacía borre de golpe los pecados sociales y económicos de la imperfección humana e introduzca una sociedad de perfecta armonía, que permita a toda la humanidad vivir una vida segura y feliz en las edades futuras.
“Decimos que nuestra moralidad está enteramente subordinada a los intereses de la lucha de clases…” (Lenin). En otras palabras: cuanto tienda a realizar el ideal del mejoramiento material es moralmente bueno, lo contrario sería moralmente malo. “El fin justifica los medios”: no es malo, moralmente hablando, hacer trampa, mentir, violar juramentos y aún destruir la vida humana, si es por una buena causa. Este código de inmoralidad explica su comportamiento amoral, incomprensible para los que no piensan como ellos.
Que conste que mi intención no es adoctrinar sino alertar en lo que puede venir si seguimos apáticos y aplaudiendo todo lo que venga de ese falso abertzalismo sin valores humanos.
LA REFLEXIÓN DE DON MANUEL
Ya se que esto es más viejo que la pana, y que el nacimiento de ETA fue una violencia de respuesta a una violencia institucional. Ya lo se. Pero da la casualidad que Franco se murió hace treinta años y algunos no se han enterado de este dato mientras creen que estamos en Palestina y que son la copia clonada de Hamas. ¡Por favor!.
Cuando nació ETA, los dirigentes del PNV, aun comprendiendo el derecho a la rebelión de una población sojuzgada, no siguió aquel camino de muy difícil salida y con tantísimos problemas de envilecimiento de la propia acción armada como así fue. Rescato pues la reflexión de Don Manuel de Irujo sobre lo que supuso el nacimiento de ETA a finales de los años cincuenta. Decía así Irujo:
“…EGI hizo una edición del discurso de Arana Goiri en Larrazabal y la repartió. Hubo algunos que llevaron la edición al monte y la quemaron. Querían decir: esto ha pasado, son momentos de pasar a la acción. Sentían que el Gobierno Vasco estaba alejado de la vida vasca, era desconocido en Euzkadi, estaba enmohecido… cataléptico. Para hacer una acción importante y no recuerdo cual, le pidieron a Aguirre una cantidad de dinero… y el Lehendakari, llevándose las manos a la cabeza gimió “ese presupuesto es mayor que el del gobierno vasco entero”. Allí estaban Benito del Valle, Iturrioz, Madariaga, Álvarez Emparanza… aquellos chicos impacientes, nerviosos… su lucha, su ruptura en principio no fue con el Gobierno, fue con el Partido. Y el Partido los expulsó. A mi me cogió de sorpresa. Se puede dar como fecha virtual del nacimiento de ETA, el de la muerte de José Antonio Aguirre, porque él era un hombre de atractivo personal que nos recogía a todos… ETA es un producto de siete lustros de opresión franquista. La violencia institucional ha dado lugar por reacción, a la rebeldía de una parte de la juventud vasca integrada principalmente por intelectuales, estudiantes, hijos de las clases medias, que se han unido a la corriente protestataria de la juventud del mundo de la posguerra. ETA es un conjunto de movimientos que alternativamente se unen y se combaten, producidos por ambos estímulos, universal el uno, provocado por el régimen franquista, el otro, que sólo esperan el triunfo de sus ideales de la violencia y los extremismos; sus medios predilectos son la revolución social y la pistola, con un separatismo marxista-leninista como doctrina y el atraco como medio característico de expresión. El gobierno vasco no comparte esas fases ni aplica esa política, pero reconoce el patriotismo, el espíritu de abnegación y sacrificio, el idealismo humano y la limpieza de vida de los chicos de ETA”.
Esto es lo que escribía Don Manuel en París hace 46 años, bajo un franquismo opresor, totalitario y perseguidor preferencial de toda seña de identidad vasca. Pero, señores, han pasado 46 años, Franco está en el Valle de los Caídos, el general Mena, Tejero y la legión sacan estos días el artículo 8 de la Constitución a pasear, el PP pide un referéndum para que el “Pueblo español aplaste el Estatut”, Del Burgo se manifiesta en Iruña a favor de la Unidad de España, Mayor Oreja pidiendo sanciones para Piqué, la COPE lanzan proclamas todos los días hablando de la ruptura de España, mientras por otra parte, Euzkadi se sale del mapa en casi todo y los catalanes envidian con razón la figura del Concierto, y, cuando tenemos una oportunidad de oro, va y ETA pone otra bomba, Batasuna calla y nos mete nuevamente el rollo del conflicto.
Decía Arzalluz que para ser radical hay que ser sobre todo inteligente y no un necio. Todo este ectoplasma sociológico que es incapaz de decirle a ETA que pare de una puñetera vez como si aquí estuviéramos como hace 46 años, ¿es normal?, ¿es abertzale?. Y sobre todo, ¿es inteligente?
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