Menos mal que Otegi no está ahora en la cárcel, aunque el llamado "proceso" hubiera continuado con él o sin él. Allí estaban Permach y Barrena dispuestos a hacer el trabajo que ha venido haciendo este caballero, es decir, acusar a los demás de todo, usar un lenguaje épico, que ojalá no continúe con huelgas generales y confrontaciones baratas de este tipo.
Otegi salió de casa y entró en la Audiencia levantando el puño, saludó de los comunistas de las tierras vascas. Ahora a preparar la manifestación del sábado. Allí estarán con los de EA, bueno con la parte batasunera de EA. Esa que para que no les confundan con el PNV prefiere les confundan con los del puño en alto. Es la dinámica de la señora Errazti.
Se le ve feliz en su papel de gran matrona de la llamada izquierda abertzale, porque, ella se considera parte de ese sector de la sociedad. Un dirigente de HB, uno de esos que no quiere nadie a su derecha y a su izquierda, escribía sobre EA: "Eusko Alkartasuna al fin deshojará la margarita. O vuelve con su ex marido, que la maltrataba pero le colma de prebendas o se va con los cazadores de estrellas a cruzar el desierto hacia la libertad. Ahora ya no tiene excusa alguna para sus recatos morales: puede acostarse con su amante independentista. ¿Podrán vivir lejos de los pesebres? Algunas si. Otras volverán, sumisas, al cómodo lecho marital".
Bueno. Poco a poco se van a ir sedimentando las cosas. Menos mal que Otegi no estará en la cárcel. Un mártir menos. Con el puño en alto. El símbolo de un sistema que fracasó estrepitosamente. Pero es preferible que haga política a que entre en la Audiencia.
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