Este lunes 24 ha entrado en el Senado el Estatut catalán. Se discute ya en la Comisión General de las Comunidades Autónomas. Viene del Congreso. Un absurdo. Si el Senado es Cámara de representación territorial lo lógico hubiera sido que la discusión de un cambio estatutario empezara por el Senado y éste tuviera su última palabra. Pero no sólo no ocurre eso sino Maragall remodela su gobierno “porque el Estatut ya ha sido aprobado”. Si alguien no ve claro desde el punto de vista español, que el Senado o se reforma o se cierra, está para que lo lleven a la ONCE.
Maragall en esta remodelación de su gobierno ha incluido al controvertido miembro de ERC, Vendrell, el dirigente que mandó cartas a la administración pidiendo ayudas a los funcionarios para su partido. El cobrador del frac le llaman. Y es que Maragall hace cosas absurdas como estas. Si él es el presidente del gobierno, lo mínimo debería ser que pudiera tener derecho a decirle a un partido coaligado que su candidato no le gusta o no interesa de cara a la imagen del ejecutivo. Pues no. Traga carros y carretas en una espiral que tiene la imagen del gobierno catalán por los suelos. Dice Enric Juliana que Esquerra es un estropicio permanente y que se están cargando el mito de la Catalunya eficiente y elegante. El nuevo y polémico consejero Xavier Vendrell declaró que el nuevo Estatut es una tomadura de pelo cuando dentro de poco ha de iniciarse la campaña de referéndum. Tampoco ha sido nada presentable lo de Alfonso Guerra, de que el PSOE se cepilló el estatuto vasco y acomodó al catalán. Será una frase que quedará par los anales porque resume muy bien la prepotencia hispana. De ahí que en la Catalunya nacionalista haya caído bien lo que dijo Ibarretxe: “los vascos no decidirán sobre algo que haya caído bien en Madrid”.
Dice Tony Soler que nombrar conseller a Xavier Vendrell sólo Salvador Dalí o el Albert Boadella de antes podrían haberlo hecho creando una ópera bufa tan surrealista. Y lo peor es que cuando caiga el telón –que les caerá encima, tarde o temprano- habrá que aplaudir.
Nosotros vamos a apoyar el Estatut catalán. Goza del favor, aunque sea cepillado, del 73% del Parlamento Catalán. Y nosotros queremos siempre, lo mejor para Catalunya. Será interesante.
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