El domingo pasado, 23 de abril, fue el día del Libro. Si en Euzkadi por culpa del tiempo fue un relativo fracaso, en Barcelona, como siempre fue la apoteosis. En el día de San Jordi se regalan más de cinco millones de rosas, un libro y empieza la temporada de los castellers.
Txomin Saratxaga, de la librería Kirikiño tiene una hija estudiando filosofía en Barcelona. Fue ella, Arantzazu, quien le sugirió el por qué no iba a la Feria con una serie de libros vascos. Txomin le contestó que sí y ella pidió permiso en el ayuntamiento. Lo que ocurrió fue que habían pasado los plazos y la ubicación que le dieron no fue buena. Al lado del Museo de Cera, en la parte baja de las Ramblas, fuera de meollo donde partidos y editoriales presentan lo mejor del año. Pero el intento sirvió para pensar en que el año que viene se puede hacer mejor y organizarlo con más tiempo. Por esta razón es que Txomin nos dijo que pensaba llevar nuestro libro “Somos Vascos” y nos invitó a darnos un paseo por las Ramblas, firmar algunos libros y husmear lo que se cuece en fiesta tan significativa.
Por esta razón el domingo a las ocho salíamos de Loiu, Erkoreka, Beloki y yo rumbo a esta nueva experiencia. A Beloki que iba de un impecable traje con chaleco le enseñamos la fotografía que se publicaba en todos los periódicos con las fotos de los desnudos en el Kursaal. Nos reímos del comentario de una señora que había andado despelotada: “Qué ilusión me hace tener una fotografía así para mis nietos”. En fin. Hemos pasado de la represión total al despelote total.
Llegamos a Barcelona y nos dirigimos a las Ramblas. Vimos el ambiente. Crecía el número de gentes. Aquello, a la media hora, era una marea humana. Un navarro feroz nos lanzó un improperio. Fue el único. Por parte catalana no tuvimos más que saludos cargados de simpatía y muchas loas.
Nos encontramos con Ignasi Guardans que paseaba con su hija. Guardans fue el dirigente de CIU que encabezó la candidatura de Galeuska en las últimas elecciones al Parlamento Europeo. Estaba indignado por la imagen que lo catalán está proyectando en Europa. Nos comentó que conocía al nuevo gobierno italiano. Le preguntamos por Borrell. Nos dijo que tenía que dejar la presidencia del Parlamento en enero y que la gente no está contenta con él. Y allí se fue con la riada humana. Al poco saludamos al diputado Jordi Jané que paseaba con toda su familia. No había ido a Pedralbes donde se estaba celebrando el acto oficial. Poco menos que los de CIU había decretado servicios mínimos. Sin embargo al haber ido Artur Mas y Duran y haberle puesto a Maragall a bajar de un burro por su última remodelación gubernamental en la que había incluido al que llamaban “el cobrador del frac”, la presencia de CIU se notó en un día en el que las encuestas les daban remontando y por encima del PSC.
Y por allí andaba también la mujer y las hijas de Duran. Todo Barcelona estaba en las Ramblas, Paseo de Gracia y Plaza Catalunya algo digno de verse en una manifestación cultural que, francamente, da mucha envidia. Porque es que además los políticos escriben. En la caseta de ERC había un letrero con las horas en las que los diputados, senadores y parlamentarios de ERC iban a firmar los libros que habían escrito en el año. ¿Se imaginan algo parecido por aquí?
Más abajo firmaba Carod Rovira. Y fuimos a saludarle. Casi no había manera de llegar a donde él del gentío que lo rodeaba. Firmaba los “señala-páginas” disfrutando como un chaval. Lo curioso fue que cerca estaba una mesa con libros de la Unió de Jóvenes de UDC, el partido democristiano de Duran. De broma preguntamos por la biografía de Sanchez Libre pero es que había pocas biografías políticas, pero si vendían el Kama Sutra. Increíble. Por la mañana veíamos el despelote del Kursaal, en la Mesa de los Jóvenes de Unió, el Kama Sutra. Mas allá los republicanos con su bandera. Por otro lado los anarquistas y los cenetistas. En otro lugar una Mesa de los padres de los gays y lesbianas. Mas acá la de UGT. Aquello era una explosión de total libertad en un día en que abundaban sobre todo los libros dedicados al estatut, un libro con artículos de Jordi Pujol: encaje de Catalunya, globalización y valores para el progreso. Una señora cuya madre había estado encarcelada donde ahora se encuentra el Corte Inglés nos abordó para entregarnos su libro de memorias y para que firmáramos la petición de un monumento a aquella gente que había sufrido tan duramente la represión. Y es que eran 450 los títulos que se presentaban en día tan señalado y en una ciudad como Barcelona que tiene 200 librerías.
Y también estuvimos con Txomin y su mesa con libros vascos flanqueados por dos ikurriñas. Mucha gente se paraba a hacerse fotos y Txomin y Sorkunde con su hija hablaban con la gente y atendían sus peticiones. La verdad es que hay ya poca gente como esta que por puro amor al arte cogen el coche, lo cargan de libros, ponen la ikurriña y difunden en clave positiva el país. Y allí estuvimos firmando algún libro que otro en lugar tan endiablado, pero, otro año será. De todas formas, ETB que fue al Palacio de Pedralbes y sabía de nuestra presencia, ni se asomó. No éramos Madrazo. Sólo tres parlamentarios del PNV que además escriben.
Txomin nos llevó una chica, Ainara, que bailó un aurresku siguiendo las notas de otra chica de Euskal-Etxea. El sonido del txistu hizo que se congregara gente alrededor.
Fue una experiencia interesante porque nos paró a saludar mucha gente, y sobretodo muchas mujeres felicitándonos por la tregua, por la reciedumbre de la defensa de nuestra casa, porque les abrimos a ellos camino y porque no claudicamos. Nos miran con admiración que creo no merecemos. Ellos si merecen nuestra admiración. Que toda una ciudad se vuelque un día para comprar un libro y regalar una rosa en el aniversario de la muerte de Shakespeare habla bien de un pueblo y de una cultura. Lo nuestro a su lado, puro ruido. Cuando en Euzkadi deje de ser noticia que quemen una ferretería en Barañain, o unos seguros en Getxo, que no salga nunca nadie más como Cantinflas justificándolo todo y que ese mundo violento compre y lea libros, pensaremos con ilusión que el proceso va en serio.
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