Nunca ha existido justificación ética o jurídica para dispersar a los presos etarras por un sin fin de prisiones, convirtiendo a sus familiares y amigos en viajeros obligados de larga distancia.
Publicar un comentario
Los comentarios están moderados, no aparecerán hasta que no se aprueben.
Tus datos
(El nombre es obligatorio. La dirección de correo no aparecerá en el comentario.)
Comentarios