Este es el tercer y último artículo del P. Zabala:
“Buscar la verdad en el diálogo es obra inteligente y democrática. Siempre ayuda a aclarar conceptos y fijar posiciones. Que “Euzko Gaztedi” abra sus columnas al diálogo nos parece excelente. Y así como acepta artículos de militantes de ETA para responder a artículos nuestros, también hubiéramos querido que ZUTIK reprodujera artículos de quienes deseamos ayudarles en su orientación.
Porque lo que verdaderamente nos preocupa en este asunto es la fidelidad a los principios. Si los articulistas de ZUTIK siguieran los “principios” de ETA no habría por qué inquietarse. Ni hubiéramos hablado de influencias marxistas. Lo que nos movió a escribir fue la posición de algunos articulistas. Y basta leer nuestro artículo “Alerta a Euzkadi” para comprender que no exagerábamos. Allí comentábamos frases de “Larrinaga” que nos aseguraba que “el nacionalismo que hasta ahora ha habido, ha sido enfocado precisamente para agradar a la burguesía”; que “la burguesía vasca ocupa posiciones de privilegio en el sistema, lo que le ha obligado prácticamente a colaborar con el mismo”. En ZUTIK de noviembre pasado se na da una caricatura plasmando esta idea de que los que no están de acuerdo con ETA colaboran con Franco. Y en el mismo se nos asegura que el 80% de los patriotas vascos de 1936 eran “conservadores”. El querer proclamar “burgués”, “conservador” al pueblo vasco que defendió con su vida su patria y su ideal nacionalista nos parece una calumnia intolerable y gratuita. Si un movimiento joven desea asentar su dinamismo y progresismo social debe escoger otro método que el de tergiversar el pasado y la situación actual.
Como también calumniaba el articulista citado cuando señala como defectos propios al PNV, el racismo, el clericalismo y su carácter conservador. En ninguna parte presentaba pruebas, evidentemente.
Otro tema que preocupa a los articulistas de ZUTIK es el del cristianismo. Nadie ha afirmado que la “característica esencial de Euzkadi” sea el catolicismo. En cambio es un hecho histórico que el pueblo vasco es cristiano en su mayoría. Y esto no se puede olvidar en ningún caso. En ZUTIK de julio pasado “Markos” nos decía que era indispensable “destruir los mitos seudo-religiosos que tienen atenazados al pueblo euskeldun”. ¿De qué mitos se trata? El nacionalismo vasco -añade-, se encuentra “prisionero de fórmulas católico-políticas”. ¿A qué fórmulas se refiere? Y finalmente lanza la frase: “Reduzcamos la religión a su verdadero plano –el personal”. Es decir, una religión individualista, de pura conciencia…, y los curas a la sacristía. ¿Dónde tomaría entonces nuestro pueblo y nuestros dirigentes las orientaciones para su lucha y su revolución social?. ¿En Marx y Lenin?. ¿Desde cuándo el cristianismo es un asunto privado, personal?. ¿Hasta ese punto ignoran la doctrina social de la Iglesia?.
SOCIALISTAS
Los de ETA se llaman socialistas y quieren un Estado socialista. ¿Por qué?. Porque “la libertad es un bien social” y que están por la libertad. En este caso podrían también llamarse “sociales” y no “socialistas”. ¿Otra razón?. Porque no tolerarán que mañana “la población no tenga acceso a la gestión política, a la cultura y a un nivel de vida digno”. Este programa es también nuestro y no vemos la necesidad de llamarnos socialistas. Tanto más que hoy no existe un socialismo, sino diferentes movimientos socialistas. Socialistas se llaman a si mismos los comunistas. Socialistas son los partidarios que abandonaron al marxismo y que luchan en Austria, Alemania e Inglaterra, sin tener una mística doctrinaria convincente, porque les falta un concepto auténtico del hombre y de la sociedad.
Pero nosotros vamos más lejos. Nosotros somos revolucionarios. Nosotros exigimos reformas de estructura, sabiendo que el sistema socio-económico actual capitalista no es cristiano. “Es difícil introducir el término cristiano en el sistema capitalista” –decía Pablo VI a la Unión de Empresarios y Dirigentes Católicos-. “La unilateralidad de la posesión de los medios de producción –comentaba el Observatore Romano del 8 de junio de 1964-, de la economía encaminada a un provecho privado prevalente, no trae la perfección, no trae la paz, no trae la justicia si continúa dividiendo a los hombres en clases irreductibles enemigas y caracteriza a la sociedad por el malestar profundo y lacerante que la atormenta.”
La doctrina social de la Iglesia es exigente y radical. Nos dice que la propiedad privada que vaya contra el bien común es injusta y contraria al derecho natural, que la propiedad privada debe difundirse a todos, lo que significa que las empresas deben convertirse en una comunidad de personas tendiendo a la coparticipación de beneficios, la copropiedad y la cogestión, y que la socialización es lícita y obligatoria cuando es exigida por el bien común. Los cristianos que desean transformar las estructuras socio-económicas no tienen por qué ir a buscar fuera de la doctrina social de la Iglesia, otras vías de solución.
Los de ETA son libres de escoger un término tan ambiguo como el de socialista. Nosotros somos revolucionarios y cuanto más auténtico sea nuestro cristianismo, más tenaces seremos en nuestra lucha revolucionaria para transformar las estructuras del capitalismo haciendo valer nuestra calidad de cristianos que nos exige atacar la injusticia allí donde ésta se encuentre.
INFLUENCIAS MARXISTAS
El Partido Comunista es activo y se estructura de manera a infiltrarse por todos los medios a través de sus células de activistas. Así sucede también en Euzkadi. Allí donde no puede constituir un movimiento propio se infiltra en los ya existentes, sobre todo si estos se ven obligados a luchar en la clandestinidad. Su infiltración es sinuosa y poco aparente. Pero realiza un trabajo de zapa desprestigiando a los cristianos, solidarizando al catolicismo con todos los abusos actuales y presentándose como la única solución frente al capitalismo. Por eso tendremos la preocupación de denunciar toda táctica marxistoide dentro de los movimientos vascos. Por eso hay que estar alertas, ya que su finalidad es infiltrarse para recoger los laureles que nunca ganaron, causar disensiones y dividir a movimientos que tienen prácticamente el mismo ideal, aunque difieran en los medios prácticos de lucha. Allí donde hay campañas de calumnias, de desprestigio, de división, podemos estar seguros que hay elementos interesados en fraccionar para mejor imponerse.
En cambio, mientras haya sinceridad en la búsqueda de la verdad estaremos en el buen camino.
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