La primera fase del gasoducto Euskadour, que asegurará el abastecimiento energético del norte del estado español y el suroeste francés, fue inaugurada el lunes 19 de junio por los ministros de Industria español, José Montilla, y galo, François Loos, y por el lehendakari Juan José Ibarretxe.
Los 28 kilómetros de red de esta primera fase entre Irún y Arcangues han supuesto una inversión de 25 millones de euros por parte de Naturgas Energía y Total Infraestructures Gaz France (TIGF), con una capacidad inicial de 500 millones de metros cúbicos de gas natural al año, que se multiplicará conforme se ejecuten las restantes fases.
El gasoducto, cuya inversión total será de 180 millones de euros, tendrá una longitud de 318 kilómetros y unirá la planta regasificadora de Bahía Bizkaia Gas (BBG) en el puerto de Bilbao con el almacenamiento subterráneo de Lussagnet, un acuífero natural que es en la actualidad una de las mayores reservas de gas del sur de Europa, estando prevista la finalización de la última de las cuatro fases en 2010.
El lehendakari subrayó el carácter “simbólico” de esta infraestructura, como ejemplo de la “unión entre los vascos de ambos lados de la frontera”. “Compartimos nuestra identidad vasca, también nuestra cultura y lengua, y a partir de hoy nos unirá una infraestructura energética importante”, agregó. Ibarretxe constató que también supone “otro punto más de conexión con Europa”.
Asimismo, señaló que el gasoducto reforzará la “garantía y seguridad en el suministro de gas” a ambos lados del Pirineo.
Ibarretxe, durante su intervención, reclamó al Gobierno español “un compromiso y una ayuda especial” así como una “aceleración de los plazos” para desdoblar y reforzar los 90 kilómetros del tramo Bergara-Irún, “dado su carácter de infraestructura estratégica para mejorar los niveles de seguridad del ministro energético”.
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