Desde luego, si yo tuviera en Madrid la responsabilidad de hacer un seguimiento de las noticias de TVE y hubiera visto lo que vi el domingo en ETB, hubiera hecho una pregunta parlamentaria y montado una bronca. Pero no la tengo y por otra parte en TVE no siembran la alarma social con estas cosas. Con otras si.
El comentario viene a cuento ante el amplio cubrimiento ofrecido en el informativo de ETB este domingo 18 en relación con la incineradora cuya decisión ha de tomarse en el próximo pleno del ayuntamiento donostiarra. Pues bien, como toda noticia susceptible de ser manipulada en función de los miedos a lo desconocido, ésta lo está siendo y mucho, porque mientras en Bizkaia Zabalgarbi funciona a tope y todavía a nadie le ha dado un patatús ni ha sido intoxicado por nada, mucho menos por las dioxinas y furanos, en Donosti se prepara una ofensiva, que es fundamentalmente mediática, movida por grupos antisistema que se han quedado sin banderas y en lugar de argumentar con pruebas, manipulan sentimientos. Y pongo el ejemplo del domingo. Una chica de apellido Arizmendi alertaba cobre las consecuencias de la incineradora sobre la presa de Añarbe amenazando sobre una posible contaminación. Esto, que es muy grave y en ningún pais civilizado se tolera informativamente sin pruebas, lo tuvieron ustedes este domingo sin que nadie de la contraparte pudiera contrarrestar semejante barbaridad y semejante mentira. Pues bien esto ocurre habitualmente los fines de semana con una información cogida a lazo y sin elaboración alguna. Grave, muy grave. Aquí la única contaminación existente es la que nos suministran ciertos colectivos con banderas descoloridas que en lugar de irse al monte a pasar un buen día se dedican a alertar a la población con datos sin base científica alguna mientras en Inglaterra las incineradoras están en el centro de Londres como en Suecia y en Noruega y por aquí en Artigas, Zabalgarbi, funciona a satisfacción. Pero esto es lo que tenemos. Cosas de país poco serio.
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