Finalizado el seminario sobre “Información y propaganda ante el conflicto vasco” organizado por la Fundación Sabino Arana y que contó con la participación de una treintena de representantes del periodismo, la justicia, la universidad y el pacifismo, se ha elaborado un total de quince conclusiones/proposiciones que han tratado de dar respuesta a la pregunta planteada por los organizadores. “¿Favorecen o no, hoy por hoy, los medios de comunicación la apertura de un proceso de diálogo para acabar con el conflicto?”.
El grupo organizador de la Fundación Sabino Arana, coordinado por el abogado Txema montero, ha extractado y concretado en estas quince conclusiones/proposiciones el resultado de un proceso de análisis, debate y discusión desarrollado a puerta cerrada desde una perspectiva plural y multidisciplinar. Desde la Fundación Sabino Arana se lamenta –a pesar de los esfuerzos realizados y las invitaciones cursadas a un más amplio espectro periodístico e ideológico- no haber logrado una mayor pluralidad entre los participantes en estas jornadas.
En cualquier caso, el equipo de coordinación de la Fundación valora muy positivamente el desarrollo de este seminario como punto de arranque de una reflexión que tratará de abrirse a sensibilidades que nos estuvieron presentes en la primera fase del trabajo. En este sentido, como ejemplos de análisis y discusión –especialmente dirigido a los profesionales de la comunicación-, el equipo coordinado por el abogado Txema Montero ha elaborado las siguientes proposiciones abiertas:
I.- No se ha llegado a una respuesta unívoca al respecto pues se considera mayoritariamente que la solución al conflicto y el diálogo, no están en manos de los medios de comunicación, sino en el referente político.
Ahora bien, los medios de comunicación, de hecho, son agentes también implicados en el conflicto.
La información además de ser un bien económico es un bien social y como tal tiene un valor fundamental que es difícil de tasar y siendo costosa de obtener, en contenciosos en los que la violencia forma parte, y que por ello precisan más compleja explicación, se tiende a la simplificación y a la uniformización.
II.- En el caso del conflicto vasco, se vislumbra que existe una diferente interpretación a la hora de definir su sustancia y sus componentes.
III.- Se constata entre los intervinientes que los medios de comunicación, fundamentalmente estatales, y de forma más difusa los vascos, tratan el fenómeno de la violencia desde la posición de partida, desde quien toma parte en el conflicto. Esto, de laguna manera es universal, es consecuencia de la función contaminante que la violencia ejerce sobre los medios que tratan de escribirla y/o explicarla.
IV.- Por lo antedicho se constata la existencia de un periodismo que abandona su papel de intermediación en el hecho informativo, tomando incluso protagonismo propio entre el emisor, el receptor y el mensaje.
V.- El modelo periodístico imperante en el Estado español sustenta su base informativa fundamental en una fuente única por la que mana la información administrada por la policía, ministerio de Interior, y los gabinetes gubernamentales. Esta unicidad de la fuente es el correlato informativo del pensamiento único imperante en materia de terrorismo.
VI.- Esa dependencia informativa, monopolística del hecho informativo del conflicto hace desaparecer la frontera entre la información y la opinión e incita un mensaje prioritariamente policial, eliminando las connotaciones políticas. Se criminaliza a los agentes que practican la violencia y se les asimila a la delincuencia común. Por el contrario se positiviza la acción policial, se introducen factores de optimización del final de la violencia, un final que de esta manera relatado solo podrá alcanzarse por la vía policial.
VII.- Sin embargo, este modelo periodístico no es el único. Así se constata la existencia de un periodismo de tradición anglosajona en el que existe investigación profunda y abundante sobre conflictos violentos. Un periodismo que separa información de opinión y que busca la información en diversas fuentes, siempre directas.
Un periodismo que separa información de opinión y que por ello resulta muchas veces molesto para las autoridades.
Un periodismo cuyo objetivo, como la cámara de un fotógrafo que para obtener la mejor foto, se aproxima lo más cerca, practica la inmediatez del hecho para conocer la verdad.
Este periodismo que se ha servido coadyuvante en el proceso de paz de Irlanda del Norte no es exclusivamente consecuencia de una centenaria tradición democrática, ni mucho menos de una actitud particularmente bondadosa de las empresas periodísticas británicas, sino antes bien del esfuerzo perseverante de los profesionales del periodismo que consecuentes de su misión se dirigen en muros de contención contra las ingerencias de las autoridades o las presiones de sus editores.
VIII.- En Euskadi se requiere a los medios de comunicación para que faciliten y no obstaculicen un proceso de paz.
IX.- Un proceso que pudiera estar cercano. Estamos en una fase de creciente politización del conflicto, y politización significa estar en el episodio final, en lo que se ha denominado como “último momento de guerra”. Llegado este punto los medios de comunicación como repetidores de la lucha política, emitirán crecientemente en clave de diálogo. Este, al menos, ha sido el proceso seguido en el Reino Unido en relación con el conflicto del Norte de Irlanda.
X.- Se discute sobre el alcance real de las influencias de los medios. La opinión publicada contrasta absolutamente con la opinión del público si han de ser tomados en consideración los sondeos y muestreos aportados por los intervinientes, en los cuales se evidencian la disparidad entre las opiniones de los columnistas y editoriales con las del público en temas tan candentes como: violencia y diálogo, papel de los partidos, etc.
XI.- La presencia del observador exterior puede garantizar la objetividad en el tratamiento del conflicto.
XII.- La prensa estatal parece haber perdido la voluntad por entender el conflicto.
XIII.- Los medios de comunicación deben hacer entender cual es el origen del conflicto, deben hacer comprensible sus características de modo que sea más fácil la superación del mismo.
XIV.- Los medios de comunicación deben mantener un silencio responsable en un proceso de diálogo, proceso que deberá comenzar por los propios agentes políticos.
XV.- Una vuelta a lo básico del periodismo, esto es la búsqueda permanente de la nuevo, veraz e interesante, parece ser la mejor terapia frente a la constatada depreciación de la calidad informativa observada en el último decenio.
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