Digo penúltima, porque eso de organizar manifestaciones cada dos por tres, con EA o sin EA está en el código genético de Batasuna. Cuando las instituciones valen para ellos lo que un apartamento en Bagdad, el recurso a la movilización aunque sirva para poco, por su continuo manoseo, por lo menos vale para salir en los informativos y en los periódicos que para eso están en esta gratuita campaña electoral permanente.
El domingo 13 fue la manifa, el martes 15 el alcalde de Laudio, del PNV, acusó a las juventudes de Batasuna, Segi, de provocar incidentes en el inicio de las fiestas tratando incluso de ensañarse con dos gigantes que estrenaban vestimenta. Toda una hazaña propia de personas sacadas de la selva. No contentos, en Donosti unos 100 jóvenes de Segi se enfrentaron a la ertzaintza mientras les gritaban lemas como “La lucha es el único camino” “PNV Español” o consignas contra la policía vasca, a cuyos miembros increparon con gritos como “Vosotros también sois perros”.
De ahí estas cinco consideraciones:
1.- Mediado agosto, de momento la canción del verano han sido los incendios de Galicia, los cayucos en Canarias y la manifa de Batasuna. Es fácil. Solo hay que convocar algo que una ley injusta no permite, pero que se sabe que va a ser modificada en cuanto el llamado proceso entre en normalidad y ya está. Sin embargo hay que tener al electorado y a la parroquia al pil-pil, y lo mejor es montar el pollo. El éxito está asegurado. No sirve absolutamente para nada, pero ¿a que mola eso de enfrentarse al poder constituido?. ¿Lo podrían hacer en su idealizada Cuba?.
2.- Rebrota la kale borroka y Segi hace de las suyas. Ante ello dos reflexiones. En 1.999 al PSE que estaban con el PP aquello les pareció un horror. Ahora lo comprende. Miguel Buen dice que “no responde a una estrategia premeditada”. A mi entonces también me pareció un horror. Ahora también. Y me parece asimismo una total falta de moralidad y de ética que no se condenó. No creo en la violencia de baja intensidad. Es violencia, es terror, y haría bien Batasuna en repudiarla. Pero para eso hace falta principios y jerarquía de valores. Y sus dirigentes no lo tienen. Por lo tanto es pedir peras al olmo.
3.- Solicitar la autodeterminación vía “manifa” queda bien. Sin embargo eso es desconocer como ya he dicho, a las instituciones. Donde importa eso no es en la calle un domingo de verano. Eso se pide y se discute en el Parlamento Vasco y da la casualidad que ya el PNV promovió ese debate en 1.990 y aquello se aprobó. Lo que hay que hacer es pasarlo a la letra de la ley. No al asfalto de la calle. Eso, para el final. Pero vuelvo a repetir Para eso hace falta creer en las instituciones pero gente que llora porque Fidel Castro está enfermo y deja el poder a su hermano tras 47 años de tener a Cuba en un puño, ya me dirán ustedes la sensibilidad institucional que cabe esperar de estos demócratas.
4.- Me gustó la declaración de Iñaki Azkuna, alcalde de Bilbao, cuando le dijo a Batasuna que ellos no son la IzquierdaAbertzale sino la Izquierda radical y que lecciones de democracia, ni una. Asimismo que eso de llamarle proceso a este rigodón, mucho menos, porque, que él supiera, aquí nadie estaba en guerra salvo una minoría. Y Azkuna, pese a los que han querido desprestigiarle es nacionalista desde la cuna. No hijo de guardia civil reciclado que ahora da lecciones de abertzalismo a los demás. No. Nacionalista de verdad. De los que quieren a este país y trabajan todos los días por él.
5.- Me sigue admirando la falta de imaginación de la mayoría de un periodismo vasco que no sale a buscar las miles de noticias que hay en esta sociedad y en la calle, sino que se conforma con el sota, caballo y rey de estar dándole vueltas a la manivela de una información ya burocratizada, tediosa, e interesada. ¿Dónde está la vocación de informar, los periodistas de raza y la fascinación por lo nuevo?. Me da que pensar que gente tan joven tenga la misma o parecida mentalidad que el Granma. Una pena.
Todo esto lo definía en dos viñetas Olafo. Iba al bar y le pedía al camarero un martini con aceituna. Este le contestaba “¿Normal o Light?” “¿Cuál es la diferencia?” preguntaba Olafo. “Al martini Light le quitamos el pimiento y la aceituna” contestaba el camarero. Y se quedaba tan ancho.
Algo así sin pimiento y con Pernando con más kilos y más patillas que nunca. Y dicen que es el moderado, es lo que pasó con la manifa. Absolutamente nada que pasará a la historia y que no ha servido más que para que a Batasuna le salga la campaña gratis.
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