Consumatum est. EA decidió definitivamente no concurrir junto al EAJ-PNV en las próximas elecciones municipales y forales. En el PNV, en su asamblea nacional, se recibió con respeto la decisión.
Pero fuera algunos comentaban lo extraño de la cuestión. Decían que el senador Urrutia había intervenido en la ejecutiva diciendo que Garaikoetxea le había convencido de que votara SI. Inmediatamente tomó la palabra Rafa Larreina para decir que a él le había convencido para votar NO. Y quizás las dos reflexiones eran reales aunque al final Garaikoetxea se decidió por la ruptura. La prueba es que ni estuvo en la asamblea, dato no menor. Una palabra suya en la asamblea diciendo que convenía estratégicamente ir juntos hubiera condicionado las cosas, pero Garaikoetxea no tolera que su obra quede difuminada por un PNV del que salió dando un portazo y tras haber arruinado nuestra presencia en Nabarra por dos generaciones. Eso es para mí la consecuencia de poner en el altar del marketing las cosas serias de la vida.
El caso es que Rafa Larreina ha jugado un papel muy importante. Si a Cossiga le llaman en Italia el Picolleto, porque es como un pájaro carpintero que lo picotea todo, Rafa Larreina durante el último año se ha dedicado a cargarse la fórmula, porque, su voladura no se hubiera podido llevar a cabo sin el apoyo implícito de Don Carlos, eso si, desde la sombra.
Y todo esto en el mes en el que se han cumplido veinte años del nacimiento traumático de EA. Dos partidos en un mismo espacio. Y, aunque aparentemente desaparecidos, Don Carlos y Don Xabier, de la escena pública, parecería que lo lógico hubiera sido volver a un solo partido o a una coalición estable tipo CIU porque las otras argumentaciones sobre la socialdemocracia de Larreina, Ibarrondo y Lasagabaster es como para morirse de risa. Que le pregunten a Imaz, huérfano de padre muy joven y sirviendo chiquitos creo que en un bar de Regil que es un burgués impenitente frente a la señora Lasagabaster, la típica representante de la izquierda caviar, es como para echar a correr.
Ante esto solo queda aplicar la fórmula venezolana de un partido llamado Acción Democrática a cuyos seguidores se les llamaba los adecos. Rómulo Betancourt viejo dirigente de este partido decía con convicción: “adeco es adeco hasta que se muera”. Aquí, a todos los del PNV que siguen estando en EA, habría que decirles: “jelkide es jelkide hasta que se muera aunque esté en EA” y que vuelvan a casa tranquilamente, que se les recibirá con normalidad y una palmada en la espalda. No les veo haciendo el caldo gordo a Batasuna.
LA SEÑORA ERRAZTI PERDIÓ LA VOTACIÓN
Seguramente todo pasó porque la señora Errazti, no preparó bien la reunión de su ejecutiva, y sometió a votación algo no trabajado. Perdió por un voto y no dimitió. Hasta entonces todo parecía una partida de Póker. Nadie movía un músculo. Parecía que era cosa de aguantar y, sobre todo cuando se pensaba que quien moviera ficha primero, perdía. Como en el concurso “Quien resbala pierde”
Y la noticia llegó. Un miércoles la ejecutiva de EA, “en principio”, decidió ir a las elecciones municipales en solitario. Decisión difícil lograda, repito, con la mayoría de un solo voto. Imagínense si en lugar de EA lo hubiera hecho el PNV.
Al parecer la Sra. Errazti fue a la ejecutiva con la propuesta de ir con el PNV y salió de la reunión derrotada. No es muy normal que en una decisión de tal envergadura la presidenta de un partido pierda. ¿Tendrá consecuencias a futuro? No lo sé. El domingo en Deia decía que no pasaba nada y que piensa trabajar con el PNV. Si esto es así. ¿para qué tanto rollo?
El PNV reaccionó impecablemente. “Han sido uds, no nosotros, lo lamentamos, seguimos en lo mismo, y con los mismos planteamientos”.
Unos opinan que los de la ruptura con el PNV han mirado más al partido que al país. Otros dicen que la directiva de EA este último año ha enaltecido tanto a Batasuna, ha ido con ellos a manifestaciones y al BEC que al final sus cuadros medios se han creído que lo abertzale es más la borrokada de Batasuna que el trabajo institucional. Otros que ya era hora de marcar un perfil propio. Los de más allá que un eje CIU por espacio de quince años es lo que necesita este país pero también, algunos, en ambos lados, han respirado porque prefieren que cada partido actúe con perfil propio.
El cese al fuego permanente está comenzando a mover las cosas y eso no es malo. Calla ETA y vienen los movimientos de acomodación.
Ahora bien. Lo que si es de sainete, y se comenta, es que Rafa Larreina y Begoña Lasagabaster sean los líderes de esa izquierda fina y segura, socialdemócrata e independentistas de este país. Es lo más sicodélico de esta cuestión en este momento ciertamente delicado.
El caso es que la decisión fue tomada pero no por el PNV sino por EA, y no será de extrañar que algunos de EA abran las hostilidades. No sería bueno pero en mayo, quien tendrá la palabra será el pueblo con su voto soberano. Quizás se imponga aquello de que cuanto menos bulto, más claridad.
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