El viernes tuvimos Asamblea Nacional del EAJ-PNV. Es de destacar el cada vez mayor uso del euskera que para los que lo entendemos solo en un 40%, es un palo. Pero es una realidad de avance que hay que constatar. Eso hubiera sido imposible en 1977.
Habló el Lehendakari con entusiasmo. Pronunció la palabra “autoestima” que siempre me ha parecido fundamental. Hay que mirar a los demás pero también a los de casa y estar orgulloso de lo hecho a pesar de las meteduras de pata. Dijo que un partido como el nuestro debe estar pendiente de todos los problemas de la sociedad proponiendo soluciones y buscando nuevos caminos. Y, a mí, que soy partidario de vender gestión como diseño de una política de autogobierno en beneficio del ciudadano vasco ésta música me agrada frente a los opinadores que solo están a la última chorrada de Otegi y de Permach para hacer política. El PNV tiene 111 años, entre otras cosas, porque tiene las ideas claras sobre a que sociedad se dirige.
Siguió luego Josu Jon Imaz en un tono eléctrico y poniendo los puntos sobre las íes, marcando terreno y haciendo las apuestas que en el partido se han hecho siempre. Me recordaba las disertaciones en las asambleas de Arzalluz cuando contaba aquello de que un día fue a un lugar y había una concentración de minusválidos a quienes nadie había recibido salvo Batasuna que les había dicho que tenían razón pero que sus reivindicaciones serían atendidas cuando Euzkadi ejercitara el derecho de autodeterminación. Y de eso sacaba conclusiones.
Habló también de la Izquierda radical, en lugar de llamarle la Izquierda Abertzale a pesar de que en EITB todos los locutores se hayan atribuido por sí y ante sí la misión de abertzalizar a una opción de izquierda radical revolucionaria que no condena la violencia y ellos suavizan con la palabra abertzale, sin que nadie se lo haya pedido, salvo Batasuna.
Y se habló con respeto de EA y de de los contactos habidos. Lo que si no tengo tan claro es eso del eje estratégico con EA y EB. Ya se ha visto lo de EA y que tipo de eje es ese que no te asegura el que se saque en el parlamento ninguna votación. Otra cosa es Nafarroa Bai.
De cara a las elecciones, las primeras sin violencia o, eso esperamos, el PNV apuesta por la responsabilidad, la centralidad, la solidaridad y la cohesión social que caracterizan al nacionalismo institucional. El de siempre.
Frente a los agoreros, la pareja Ibarretxe-Imaz se vio fuerte, sólida y en sintonía. Y eso es fundamental para producir el efecto entusiasmo imprescindible combustible para movilizar un electorado bastante apático y aburrido del mismo rollo.
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