No soy fan de Joseph Ratzinger, el Papa Benedicto XVI, pero creo que en el caso de sus declaraciones tiene razón, por lo menos en el aspecto a formularlas sin que nadie, como consecuencia de ellas se crea con el derecho a quemar tres iglesias y matar a una monja.
Comentábamos estas cosas cuando el martes Agustín Conde, antiguo alcalde del PP de Toledo y Jorge Fernández, antiguo secretario de estado de Rajoy, nos dijeron si estaríamos de acuerdo en suscribir una declaración institucional en este sentido. Les dijimos que si pero condicionándolo a que los demás grupos también lo hicieran.
Al poco nos vinieron con este texto que nos pareció impecable e incluso una buena apuesta democrática viniendo como venía del PP.
Pero cuando llegó el tema a ERC, ésta dijo que NO. Ellos son laicos. ¿Pero qué tiene que ver la laicidad con la defensa de la libertad de expresión? Puro complejo.
LA PROPUESTA
La iniciativa decía así:
“El Grupo Parlamentario Popular en el Senado presenta, al amparo de lo previsto por el artículo 174 d) del Reglamento del Senado, la siguiente moción.
Con motivo de un discurso pronunciado el 12 de septiembre pasado en la universidad de Ratisbona, Su Santidad el Papa Benedicto XVI realizó unas manifestaciones en defensa de la libertad religiosa y en contra de que se pueda imponer ningún credo por medio de la violencia. Una frase sacada de contexto ha servido para motivar una campaña de ataques a la persona del Papa y a la religión cristiana en general.
Hemos asistido en países del mundo musulmán a atentados contra iglesias y centros religiosos y a violencias que incluso han costado la vida a una religiosa católica, la hermana Leonella, asesinada en Somalia.
Todo fundamentalismo religioso es un mal para nuestras sociedades democráticas. Todo ataque a la libertad de expresión es también un ataque a los pilares en los que la democracia encuentra su base y fundamento. Por ello mismo no podemos quedar impasibles ante los graves sucesos que vienen sucediéndose y dejar de sumar nuestra voz a las de quienes ya se han pronunciado en defensa del derecho de SS el Papa Benedicto XVI a ejercer su ministerio apostólico con libertad. Así lo han hecho ya desde la Comisión Europea, al Gobierno de España, pasando también por determinadas figuras políticas del ámbito musulmán como el presidente de Irán.
Manifestar con claridad que no vamos a tolerar ataques a nuestros principios democráticos, ni vamos a dejarnos intimidar por los actos violentos fundamentalistas es, en estos momentos oportuno y necesario. Por ello mismo se propone que el Senado adopte la siguiente declaración:
“El Senado de España está siguiendo con preocupado interés las reacciones que en el mundo musulmán se están produciendo a consecuencia del discurso de Su Santidad el Papa Benedicto XVI pronunció el pasado día 12 de septiembre en la universidad de Ratisbona.
En línea con lo manifestado ya por la Comisión Europea, el Senado entiende que todo juicio sobre la opinión debe basarse, para ser recto y justo, en la opinión en su conjunto, y no en frases sacadas de contexto, manipuladas o cortadas.
El Senado recuerda también que en nuestras sociedades el respeto por todas las opiniones y la libertad de expresión constituyen piedras angulares de nuestros valores democráticos. Tal libertad y su consecuente respeto amparan a toda persona, y desde luego también a Su Santidad el Papa.
El Senado condena enérgicamente el asesinato en Somalia de sor Leonella, religiosa católica de la orden de la Consolación. El Senado condena así mismo toda reacción violenta a las opiniones pacíficamente manifestadas, el odio religioso y la intolerancia.
El Senado hace un llamamiento a la calma, a la paz y al respeto mutuo entre las personas de cualquier credo religioso o de las que no profesan religión alguna.””
Esta era la iniciativa. Para mí impecable.
Lo malo fue que el PSOE se echó para atrás y no era el caso de salir con una iniciativa juntos el PP y el PNV.
ZAPATERO APOYA AL PAPA
Sin embargo lo contradictorio del PSOE fue que rechazara la iniciativa y Zapatero en el mismo Senado la apoyó expresando su “plena comprensión y respaldo” al Papa tras la polémica sobre sus palabras en la Universidad de Ratisbona. Zapatero aprovechó la sesión de control del Senado para, al final, en una intervención insólita ante los medios de comunicación, lanzar el mensaje de apoyo a Benedicto XVI. “El Papa ha estado muy claro en la precisión de lo que había sido su primera interevención. Por ello cuenta con mi plena comprensión y respaldo”, señaló.
Hizo, también, un llamamiento a la tranquilidad a la comunidad musulmana para que “prime el entendimiento, después de que haya podido haber alguna inquietud”. Zapatero insistió en su convicción en que Benedicto XVI no quiso la polémica. “Estoy plenamente convencido de que el Papa en ningún momento ha querido provocar una polémica, confrontación o crítica a la confesión y a las personas que profesan la fe islamista”, dijo.
Esta intervención del presidente implica un empeño especial en el contexto de la actividad que él mismo ha desarrollado para promover la alianza de civilizaciones. El otro mentor del proyecto, el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan, ha sido crítico con el Papa. A mediados de noviembre, antes de la proyectada visita de Ratzinger a Turquía, Zapatero tiene previsto viajar a Estambul para recibir con Erdogan y Kofi Annan el informe sobre la alianza elaborado por el grupo de alto nivel que ha creado la ONU.
“RESPETO PROFUNDO”
El pontífice alemán volvió a dar explicaciones sobre el pasaje polémico de su discurso, e insistió en que sentía “un respeto profundo” por los musulmanes. “Fui malinterpretado”, dijo el Papa, durante la audiencia general de los miércoles. “Quería explicar que la religión no es violencia y que religión y razón van de la mano”.
“Volvía a la universidad donde durante muchos años enseñé como profesor y elegí como tema la relación entre fé y razón”, dijo Benedicto XVI en la plaza de San Pedro, ante miles de fieles. “Para introducir al auditorio en la actualidad del asunto, cité una frase del emperador bizantino Manuel II Paleólogo que se refería al diálogo cristiano-islámico y al problema de la relación entre fe y violencia. Esa cita, por desgracia, pudo prestarse a mal interpretaciones. Para los presentes resultó claro que no deseaba hacer mías esas palabras, y que su contenido polémico no expresaba mis opiniones”.
Agregó que su auténtica intención era la de “invitar al diálogo a las religiones de todo el mundo” y subrayó su “respeto profundo” por los musulmanes, “con los que adoramos al único Dios y colaboramos en defensa de la paz”.
Lo malo del Papa es que estas explicaciones no se las dio a Jesús Torquemada el “analista internacional” de Radio Euzkadi ni a los senadores de ERC.
Pero, por una vez, el PP tenía razón. Ojalá también tuvieran la misma sensibilidad en otros actos y el PSOE más coraje.
Ya tenemos suficiente violencia talibana por estas tierras para que tengamos que aguantar el terrorismo suicida y una violencia desmedida a cuenta de que la gente se ofenda cuando alguien ejercita su libertad de expresión y esa la tiene cualquier ciudadano, incluso el Papa.
El problema no es ser laicos. Yo lo soy. Ser laico es lo "normal" para todo aquel cristino no religioso.
El problema es que son laicistas. Que no laicos.
Y es el problema actual de la sociedad.
Muchos jovenes piensan que son "mas laicos", por ser "mas progres".
Y ser progre no tiene nada que ver con ser laico. Se puede ser progre siendo religioso, o se puede ser carca siendo laico.
Yo soy laica dentro de mi condición de católica, y soy progresista en muchos aspectos político sociales, aunque los que realmente se consideran laicos progresistas me consideren anticuada en otras posturas.
Lástima que se entremezclen ambos conceptos. Lástima por la falta de formación.
No voy a considerar la postura del PSOE. Porque por una vez, yo defendia la postura del PP. Espero que esto no se repita, no vaya a ser que además de anticuada en mi partido me tachen de facha,... ya solo faltaría.
Publicado por: igone | 09/22/2006 en 11:02 a.m.