Esta semana he hecho una pregunta al gobierno sobre esos extraños viajes del rey y sobre lo que en ellos se trata. Dice así:
“Al parecer, y de forma poco institucional, teniendo en cuenta que los presupuestos de la Casa Real se aprueban en las Cortes Generales, lo más que se puede saber de los viajes oficiales que llevan a cabo el Rey D. Juan Carlos I y la Reina Dª Sofía se reducen al discurso que se haya pronunciado en la ocasión, pero poco más. No se transmite de qué se ha hablado en determinada reunión, ni qué acuerdos se han alcanzado. El Rey, según la Constitución, en su artículo 56, “es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta representación del Estado español en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica, y ejerce las funciones que le atribuyen expresamente la Constitución y las leyes”.
De ahí la consideración, ¿está la Casa Real obligada por la Constitución a informar a la ciudadanía de los resultados de sus actividades?. Bien es verdad que la Constitución no recoge la obligación de las instituciones a informar veraz y objetivamente de los resultados de las actividades realizadas, pero se sobreentiende (y así se recoge en la Declaración Universal de Derechos Humanos a la que se adhiere la Constitución española) que los ciudadanos tienen derecho a recibir información veraz y objetiva de las instituciones del Estado. Y, siendo bastante simplista, el Rey, como Jefe del Estado, debería transmitir sus actividades ya que lo hace en nombre del Estado, no en nombre particular.
Sin embargo la realidad es bien distinta. Esta interpretación, muy particular, sobre las “obligaciones” de informar de la Casa Real no se corresponden con lo que sucede, lo cual lleva a la conclusión de que las actividades Reales son a veces conocidas, pero no los resultados obtenidos. Y eso no debería ser el funcionamiento democrático de un país serio.
El pasado viernes 25 de agosto apareció en la prensa una fotografía del rey Juan Carlos con el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, como consecuencia de la estancia del Jefe del Estado español en la residencia estival de Sochi donde al parecer el rey ha pasado, en el mes de agosto, unos días de vacaciones dentro de sus larguísimas vacaciones veraniegas.
Al parecer, este tipo de agasajo obedeció según el Sr. Putin a que las relaciones entre España y Rusia están a muy alto nivel. Habida cuenta que la política exterior española no la diseña el rey sino el gobierno, del que el rey es un protagonista más y habida cuenta que Vladimir Putin acaba de estar en España en visita oficial, ¿no ha sido esta la clásica visita de vacaciones del rey, de sus muy largas vacaciones con toda su familia subvencionada por el erario público y donde no ha habido ningún día para ocuparse de los incendios de Galicia o de los problemas de la inmigración ilegal en Canarias?
Por tanto, este senador desea que el gobierno conteste a la siguiente pregunta: ¿Conoce el gobierno si en esa conversación del Rey con el Presidente Putin se habló de los derechos humanos en la región de Chechenia o del continuo cercenamiento de la libertad de expresión en Rusia o de otra cuestión atinente a las relaciones entre los dos países?
http://www.andresmilleiro.info/blog/el-runrun-de-abril-del-31
Gracias por la pregunta ;)
Publicado por: Andrés | 09/17/2006 en 10:54 a.m.
¿cuanto cuesta la familia real a las arcas publicas?
Publicado por: eduardo rico | 09/17/2006 en 01:37 p.m.
Señor Anasagasti: únicamente decirle que pocas veces he estado TAN de acuerdo con usted
Además, intuyo que se muerde la lengua y no hace preguntas aún más comprometedoras (con información que usted seguro que dispone).
Un saludo!
Make Poverty History!
Publicado por: Julen | 09/25/2006 en 03:50 p.m.