Hace dos semanas la película “Yoyes” se programó en un buen “Prime Time” en ETB. Al parecer, se va bajando la hora desde aquella infernal doce y media de la noche de la película sobre el Lehendakari Aguirre y sobre Ajuriaguerra hasta la de “Yoyes”.
¿Será porque era la vida de una antigua miembro de ETA y los otros dos dirigentes los eran del PNV?. Bueno, el caso es que eso no ocurre en Catalunya, que van de “Salvador” a una película entrañable sobre niños nacidos en el exilio. Nosotros también tuvimos el hospital de La Rosarie, pero de eso en Euzkadi no se acuerda nadie, mucho menos el Gobierno Vasco y muchos menos el Departamento de Cultura, que solo parecería que sigue creyendo que la cultura es el euskera, con ser éste fundamental.
Quizás tenga yo especial sensibilidad con estos temas porque la familia de mi aita, tras caer Bilbao, se tuvo que refugiar en un pueblecito cerca de Valls en Centelles, y seguir la ruta de todos los refugiados quienes de mala manera tuvieron que salir corriendo cuando cayó Catalunya. Lo mismo le pasó a mi suegro. Y a muchos nacionalistas que estuvieron en el campo de Argeles sur Mer.
Por eso destaco el trabajo catalán que sabe que recuperar la historia con una seria apuesta audiovisual es fundamental para la identidad de un pueblo. Aquí, la pasividad es total. Solo nos hablan del “proceso“.
Está en pantalla Salvador, la última película del director barcelonés Manuel Huerga. El filme, basado en el drama de Salvador Puig Antich –último preso político ajusticiado por garrote vil- recupera uno de los episodios oscuros de la dictadura. Y no será el último vistazo al pasado de Huerga.
A finales del 2007, el director catalán llevará al cine la historia de la enfermera suiza Elisabeth Eidenbenz, quien salvó a 597 bebés republicanos de una muerte casi segura en su maternidad de Elna (sur de Francia). La película reconstruirá además el drama de los exiliados republicanos y nacionalistas catalanes y vascos que quedaron hacinados en campos de refugiados al otro lado de los Pirineos. El guión, que ya está listo, aunque en fase de corrección, se ha elaborado a partir de entrevistas con las madres supervivientes y de los libros Éxodo. Del campo de Argèles a la Maternidad de Elna (Viena memoria), de Remei Oliva, que dio a luz en la maternidad, y La maternitat d’Elna. Bressol dels exiliats (Ara Llibres), de Assumpta Montellá, historiadora que reconstruyó la gesta de Elisabeth, después de que ésta se olvidara durante 60 años.
Basado en hechos reales, el filme será una dramatización de las historias de algunas de las familias que huyeron de Catalunya hacia Francia después de la guerra, y de cómo llegaron a la maternidad.
La película rescatará, por tanto, uno de los episodios más amargos de la historia reciente. Entre el 27 de enero y el 12 de febrero de 1939, una masa humana de casi medio millón de personas salió de forma desesperada de Catalunya, empujada por las tropas franquistas. En el país vecino les esperaban campos de refugiados habilitados por el gobierno francés, donde el hambre, el frío y la insalubridad eran el pan de cada día. El 95% de los recién nacidos no sobrevivían ni una semana.
Pero en el infierno de los campos de internamiento hubo espacio también par una isla de paz y humanidad. Testigo del drama que se vivía en los campos, la enfermera suiza Elisabeth Eidenberz, de tan sólo 24 años, organizó desinteresadamente una maternidad en la localidad de Elna, para asistir en el parto a las mujeres embarazadas. Su labor salvó de una muerte casi segura a 597 bebés. La maternidad se convirtió en una excepción de final feliz en un contexto posbélico devastador. De hecho, desde que cayó en sus manos el libro que relataba la existencia de la maternidad, Huerga supo que estaba frente a una gran historia que llevar a la gran pantalla. La historia tiene una fuerza muy positiva. Salvador es un episodio que acaba mal y refleja el lado más oscuro de la época, en cambio la maternidad de Elna muestra la fuerza de aquellas madres que hicieron de todo por salvar a sus hijos. Es una historia humana sobre la vida.
Ojala en Euzkadi se hiciera algo parecido, pero…
Ayer estuve en una conferència de Assumpa Montellà, en la que nos habló, de la maternidad de Elna, y el trabajo que realizó allí Elisabeth Eidenbenz y me dejó cautivada sus relatos sobre este episodio de nuestra historia mas reciente, que yo desconocia.
Pienso que es necesario que se de a conocer a la ciudadania estos episodios de la historia, que se han mantenido ocultos, o en el olvido.
Publicado por: àngels | 11/11/2006 en 07:51 p.m.