Víctor Bravo es senador del PNV por Gipuzkoa. Hace poco le preguntó a Bono, cuando éste era Ministro de Defensa, sobre lo mismo. Aquel le respondió que la bandera española ondearía donde siempre lo ha hecho. Ahora, lo ha vuelto a hacer con el nuevo ministro Alonso. Este ha sido el trámite. ¡Viva España!
El señor BRAVO DURÁN:
Señor ministro, me gustaría conocer la opinión que actualmente tiene el Gobierno, habida cuenta del cambio de ministro, sobre la situación de obsolescencia, de infrautilización de los cuarteles de Loyola, en San Sebastián, así como la necesidad de mejorar su ubicación e instalaciones y dar un mejor uso a las actuales.
Muchas gracias.
El señor MINISTRO DE DEFENSA (Alonso Suárez): Gracias, presidente.
Senador, seguimos teniendo la misma opinión. La transformación de las Fuerzas Armadas en los últimos años, el paso a un ejército profesional de menor tamaño y la reorganización de unidades han dejado sin uso algunos acuartelamientos y terrenos que una vez desafectados al uso de la defensa se ponen a disposición de la gerencia de equipamientos de la defensa para su enajenación, de conformidad con lo dispuesto en la ley, prioritariamente para su destino a equipamientos sociales o viviendas de promoción pública.
No es ese el caso de los cuarteles de Loyola, que siguen siendo necesarios para la defensa nacional.
El señor BRAVO DURÁN: Señor ministro, la cuestión de los vecinos de los cuarteles de Loyola en San Sebastián es un asunto ya muy viejo, largamente debatido en la propia ciudad, también en esta Cámara y en el Congreso de los Diputados, y le puedo asegurar que supone un enconamiento que difícilmente puede ser entendido y menos aún asumido por la ciudadanía donostiarra y por su área de influencia, Donosti aldea. Y es que creo que no hay que empecinarse en mantener a toda costa casi 17 hectáreas con destino militar para ubicar un cuartel claramente sobredimensionado -es así a todas luces- y con una guarnición escasísima. Eso sí, su predecesor, señor ministro, se negó a facilitarme el número de efectivos seguramente porque se le iba a caer la cara de vergüenza ante esos datos.
Pues bien, el propio planeamiento urbanístico de la ciudad contempla una mejor ubicación, y fíjese que nunca hablamos de abandono de la ciudad por parte del Ejército sino de una ubicación más adecuada para las actuales necesidades, más segura, más moderna y mejor comunicada. Le decía que los ciudadanos no pueden entender tal empecinamiento a ultranza, máxime cuando las propuestas de los ediles de todos los grupos políticos del Ayuntamiento de San Sebastián, incluido el suyo, han puesto sobre la mesa la posibilidad de dar un mejor uso a esas instalaciones colaborando, por ejemplo, a resolver el gravísimo problema que tiene el pueblo para acceder a una vivienda digna y adecuada. Y es que el planeamiento prevé para el terreno de los cuarteles en cuestión la construcción de unas 1.600 viviendas, en su mayoría de VPO, que estarían ubicadas en la única zona llana de expansión de una ciudad como esa, entre montes, sin tener por ello que expulsar a nadie, como he dicho, sino para reubicar a los efectivos del Ejército más racionalmente y en unas condiciones incomparablemente mejores.
¿No le parece al señor ministro que con ello cumpliría muchísimo mejor el Ejército su misión de servir al pueblo? Porque, señor ministro, tener que oír como acabamos de oír -y no es la primera vez- que los cuarteles de Loyola, estando en estas condiciones, conociendo como conocemos su actual situación, tener quien oír, digo, que los efectivos son necesarios para la defensa nacional, considero que es en realidad un pitorreo para el pueblo y para sus necesidades. Y le puedo asegurar que el pueblo donostiarra no lo puede consentir.
Muchas gracias anticipadas, señor ministro, por su respuesta.
El señor MINISTRO DE DEFENSA (Alonso Suárez): Muchas gracias, señor presidente. Gracias de nuevo, senador.
No le voy a discutir las políticas de vivienda del Ayuntamiento de San Sebastián porque no es una cuestión que me concierna directamente, como se puede imaginar. Respeto en cualquier caso los criterios del ayuntamiento, pero sí tengo que decirle claramente que los cuarteles de Loyola, igual que otras instalaciones de despliegue de las Fuerzas Armadas, son de interés para la defensa nacional en atención a que constituyen una base permanente o un apoyo eficaz para el cumplimiento de sus misiones, y de acuerdo con ese interés militar se viene acometiendo desde 2005 un plan de reordenación y racionalización de la infraestructura de las instalaciones. Hasta este momento se ha ejecutado aproximadamente la tercera parte de las obras incluidas en dicho plan.
Por consiguiente, esta consideración de interés para la Defensa se hace con independencia del número de efectivos que albergan sus instalaciones o del número de metros cuadrados que ocupen. En otras palabras, la organización y el despliegue de las Fuerzas Armadas son determinadas por el Gobierno de acuerdo con sus competencias. Vaya por delante que está fuera de cualquier duda la política del Ministerio de Defensa en el sentido de colaborar en la cuestión de las viviendas de protección oficial. Desde que estamos en el Gobierno, los últimos dos años aproximadamente ha sido más de 22.000 el número de viviendas propiciadas desde este ministerio y más del 63 por ciento han sido viviendas protegidas. Somos conscientes de que esa necesidad siempre existirá, sin duda, en San Sebastián. Obran de hecho en el Ministerio de Defensa varias cartas del alcalde de San Sebastián desde el año 2000 así como unos acuerdos municipales que son conocidos, y a ellos me remito. Pero, insisto, en esta legislatura se han presentado en el Congreso dos proposiciones no de ley que han sido rechazadas, se han formulado una docena de preguntas por escrito y tres preguntas orales. Ésta es la tercera.
Comprendo, señoría, que el acuartelamiento de Loyola, estando en el centro de San Sebastián, tenga una indudable importancia para la ciudad, pero debo reiterarle lo que ya dije en mi primera comparecencia en el Congreso de los Diputados como ministro de Defensa el pasado 9 de mayo: Los cuarteles de Loyola siguen siendo objetivamente necesarios para la defensa nacional.
Gracias, presidente.
La votación nos aplastó. PSOE y PP apoyaron la iniciativa. Los senadores socialistas, de uno en uno, estaban avergonzados. Pero… Luego nos hablarán a nosotros de antiguallas.
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