El que ideó y los que ejecutaron la hazaña de echar botes de pintura a la sede de EITB en Gasteiz no deberían estar en una comisaría sino en un frenopático.
La noticia es: “Desconocidos lanzaron el miércoles botes de pintura roja y amarilla contra la fachada de la sede de EITB en Gasteiz. La Ertzantza ha abierto una investigación. En un comunicado de EITB condena los hechos y señala que se trate de una acción contra la libertad de expresión e información. Reitera además su compromiso con el servicio público y la pluralidad de voces”.
La primera parte de este comunicado es verdad y era necesario. Lo de la pluralidad de voces cuando se abren los informativos emitiendo ruedas de prensa casi completas se Askatasuna, Etxerat, Batasuna, Foro de Ibaeta y plataformas variopintas, más vinculadas con los que han echado la pintura roja y amarilla que con otra cosa, no lo es tanto.
Y una simple constatación. EITB se la pasa acariciando la fiera. Y al tigre no se le puede hacer la manicura. Siempre, siempre, te dará un zarpazo. Como es el caso.
El día en que por casualidades de la historia los que ahora organizan a todas horas ruedas de prensa que generosamente son cubiertas por EITB desconociendo otras, lleguen al poder, ese mismo día, a los diez minutos, los actuales responsables estarían todos de patitas en la calle y contentos de que no les echen un bote de pintura roja y amarilla.
Pero no aprenden.
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