El pasado día de Navidad apareció en La Vanguardia una entrevista realizada por Enric Juliana y Cristina Sen a mi amigo Josep Antoni Duran i Lleida, secretario general de CiU. El título de la entrevista era llamativo: "Ciu debe jugar la carta de gobernar en España aunque no lo haga en Catalunya".
Conociendo como conozco a Duran y conociendo como conozco la política catalana creo que el título resume camufladamente un pensamiento de Durán. Quizás una mayor sintonía con lo que él desea debería haber hecho que el título hubiera sido éste: "Duran debería jugar la carta de ser ministro en España aunque Mas no sea el President de la Generalitat".
No creo que Duran haya expresado en un artículo, demasiado denso en El País, y en una entrevista a dos páginas en La Vanguardia estos pensamientos para que sus compañeros de partido Sánchez Llibre, Jordi Jané, Manel Silva, o Pellegri sean ministros en un posible gobierno Zapatero o incluso en un gobierno presidido por Mariano Rajoy. Es él quien quiere ser ministro y anda ahora realizando estas declaraciones a ver si cuelan o para crear ambiente.
Pero Duran se equivoca.
Hace tiempo que Josep quiere ser ministro de Asuntos Exteriores. Sabe que en la política catalana y con Mas de líder de CiU no tiene espacio político que jugar y, apalancado como está ahora en la política española, quiere sustituir a Moratinos en una acción exterior que a un nacionalista catalán le debería decir poco. Entiendo que haga la demanda para Catalunya porque una política exterior para España ya la harán los españoles que hay unos cuantos. De no ser que ya no le interese la política catalana o que ésta se le haya quedado corta. Que todo puede ser.
Pero es que hay otro dato que se lo comenté al propio Duran en Montevideo.
Duran jamás de los jamases será ministro de Asuntos Exteriores de un gobierno español. Y este dato parece lógico. No hay nada que más guste a los presidentes de gobierno en Madrid que tratar de arreglar el mundo y para eso necesitan un ministro o ministra discreto/a, que haga lo que desean y les preparen buenos acuerdos con buenas fotos.
En ese campo no entra en liza un dirigente nacionalista como Duran cuya personalidad sobre todo en los últimos tiempos, se está destacando por un excesivo protagonismo personal. Me comentaron mis compañeros del Congreso que en el último pleno sus visitas a los escaños de los ministros, de Zapatero y de Marín llegaron a ser algo absolutamente chirriante por exceso y afán de notoriedad.
Felipe González tuvo de ministros a Fernando Morán, que quiso hacer política propia y lo cesó. Luego tuvo a un tipo listo que le hacía creer que la política exterior la hacía él cuando era Paco Fernández Ordóñez quien la hacía. Vinieron luego Solana y Westendorp. Aznar le tuvo a Matutes y a Piqué. Cuando éste quiso volar solo, lo reemplazó por la Sra. Ana de Palacio, aquella novia de Collin Powell, de ingrato recuerdo. El caso es, como se ve ahora con Moratinos, que lo que buscan siempre los presidentes es un ministro de perfil político bajo. Y Duran lo tiene muy alto. Bueno es él.
No le veo pues a Duran de ministro de Agricultura, ni de Trabajo, ni de Defensa, ni de Administraciones Públicas. A los sumo de Industria. Pero para ser ministro de Industria, habiéndolo sido ya Montilla, ¿iba a hipotecar Duran la historia de CiU y de Unió, sobre todo cuando no gobiernan en Catalunya?.¿Iba a trabajar para que Montilla se apunte los éxitos?.
La prueba de que esto gusta en Madrid la tenemos en que al PSC esa pera en dulce de tenerle a Duran en Madrid haciendo gestiones para el gobierno catalán y no haciendo oposición a Montilla, han dicho que ellos, los del PSC, no tendrían inconveniente en que Duran fuera ministro. No sabemos si, como Companys, los sería de Marina. Zapatero encantado.
Le veo a Duran descentrado y perdiendo el necesario equilibrio. Le veo con la brújula loca y sin paciencia para una oposición serena, continua, contundente y eficaz. Le veo confuso y a veces como desconociendo la larga y gloriosa historia de Unió. Le veo nervioso y poco amable con Convergencia. Le veo dándole armas al adversario.
Dice que quiere estimular el debate, pero lo que está logrando es cabrear a algunos de su entorno y confundir a los amigos.
Josep, por favor, no pierdas el Norte.
Ser ministro para que? Serlo de economia o hacienda para publicar las balanzas fiscales es lo único que deberia interesarle a un nacionalista y aun así eso seria imposible si no se gobierna en Catalunya.
Alguien puede imaginarse a un ministro nacionalista justificando decisiones de un gobierno español en oposición a la Generalitat.
No puedo estar más de acuerdo con usted. Pero que le pasa a Duran?
Hasta pronto,
Marc Arza
www.catalunyafastforward.blogspot.com
Publicado por: Marc (www.catalunyafastforward.blogspot.com) | 12/29/2006 en 12:25 p.m.