No, no es la de Iñaki De Juana. Ni la mía, sino la de Iñaki Azkuna, cuando el lunes 29, tras el funeral de Jose Luis Robles, subió al altar y glosó la figura del ex alcalde de Bilbao. Lo hizo con altura y de forma entrañable. Allí arriba, parecía un Cardenal.
Qué pena que este texto no esté en todos los periódicos! Y, ¡Qué pena que EITB no le haya dedicado en “prime time” un programa especial! Porque, si hablamos de historia, Robles era parte de la historia reciente de Euzkadi, de esa que no la saben los que piensan de la misma manera que aquel tirapiedras que le dejó sin vista en el ojo.
El lunes fui a la basílica de Begoña. Iñaki Azkuna tuvo la deferencia de ponerme en primera fila, no por mí, sino por la secretaría primera del Senado que ocupo y por el hecho de haber sido Jose Luis, senador en Madrid.
Allí estaban Azkuna, Jose Luis Bilbao, Izaskun Bilbao, Nuria Lopez de Gereñu, Ardanza, Garaikoetxea y yo. Presidiendo también, los exalcaldes Duñabeitia, Gorordo, Castañares, y los burukides Ariztondo, Urkulllu e Imaz.
Hacía tiempo no estaba tan cerca de Garaikoetxea. Y hablamos de Robles. Lo había tenido en el Consejo General Vasco y en el primer Gobierno de Euzkadi. Comentamos que con Robles desaparece el cuarto consejero que gobernó con él: Blasco, Renobales, Garcia Egotxeaga y ahora Robles, no ha dejado. Ley de vida.
Ofició el Obispo auxiliar D. Karmelo Etxenagusia. Sobrio. Me extrañó. La explicación la tuvimos al final de la misa cuando el párroco nos dijo que iba a hablarnos el alcalde.
Lo hizo muy bien. Solo se olvidó de Ajuriaguerra y Santiago Aznar. Por lo demás, en su punto. Fue toda una oración. De las del PNV de toda la vida.
Dijo así:
OBITUARIO A JOSE LUIS ROBLES CANIBE
AL ALCALDE ROBLES
Jose Luis Robles nos ha dejado. Silenciosamente. Sin molestar a nadie. Acompañado de su familia, a la que transmito las condolencias en nombre del pueblo de Bilbao.
Era hombre de carácter Jose Luis, su profesión había sido la de capitán de marina. Mandaba, sabía mandar, como esa clase de personas que toman decisiones, que organizan para que las cosas funcionen y el conjunto de la sociedad pueda vivir mejor.
Le conocí en el Gobierno, pero le conocí mejor en las inundaciones. A él le tocó bailar con la más fea, con un Ayuntamiento empobrecido y con unas inundaciones, recién estrenada su Alcaldía, que con la crisis industrial que persistía, dejaron a Bilbao y a Bizkaia exhaustas y exangües. Él lideró la recuperación de Bilbao, de su Casco Viejo, del Teatro Arriaga, del Mercado de la Ribera, del Peñascal. Con aquel otro gran hombre de la política, vizcaíno ejemplar, Jose María Makua. ¡Que discusiones, que problemas, que soluciones! Recuerdo y con el paso del tiempo aumenta mi cariño, mi discusión con Jose Luis en plenas inundaciones. Pedro López Merino, Concejal socialista y persona honestísima, declaró en un momento que el agua de Bilbao, la del grifo, no la otra, era apta para el consumo. El que os habla, Director General de Osakidetza por entonces, y su equipo pusieron el grito en el cielo. En nuestra opinión el agua era barro. Ganamos la batalla técnica, teníamos la razón sanitaria, pero me llevé una regañina del Alcalde de las que hacen época. Fue el comienzo de un mutuo respeto y amistad. No acabó ahí nuestra relación. El otro gran problema fue el Hospital de Basurto, una institución de beneficencia tutelada por el Ayuntamiento y presidida por Robles. Una institución prácticamente en la quiebra, cuya única solución era la integración en la red del Gobierno.
¿Pero cómo la integrábamos? El Consejero Azua formalizó un documento que fue fundamental, un acuerdo con la Diputación y el Ayuntamiento, pero en alguna de las múltiples discusiones que tuvieron lugar, se me ocurrió a mí - joven aguerrido, atrevido y pasional Director gubernamental - introducir mi dedo en la boca de aquellos dos colosos, Robles y Makua, y vaya que me mordieron. A partir de entonces se acrecentó mi admiración por los dos, que no ha cesado hasta hoy mismo. Eso sí, con el dedo dolorido.
Y ¡cómo es la vida!, siendo quien os habla Consejero de Sanidad tuve el honor de integrar el Hospital de Basurto en la red pública. Finalizaba la beneficencia y Basurto entraba en un futuro de estabilidad. Las sombras de Robles y Makua todavía me aparecen entre los pabellones del Hospital.
Desde entonces fuimos amigos. Me apoyó en la Alcaldía, me reconfortó, me dio buenos consejos, me defendió y siempre que le llamé acudió. Disfrutó en el bicentenario de Arriaga, se emocionó cuando nombramos hijo predilecto a Joaquín Achucarro, apoyó a los nombrados ilustres bilbaínos, aunque falló en la última edición. Estaba tocado de muerte; Ya sólo era cuestión de tiempo. De ese tiempo que llega inexorable y toca nuestra puerta. Hombre generoso, perteneció al PNV, fue cristiano practicante que se enorgullecía de serlo, amó a su familia, a su País y a su Bilbao natal. Ahora que hay tanto destructor de medio pelo, Jose Luis es un ejemplo para la gente que construye el País, cualquiera que sea su ideología y pensamiento.
A partir de su muerte, entra a formar parte de esa pléyade de bilbainos ilustres, de pura cepa, de los bilbaínos trisílabos, de los del bacalao en salsa verde. Allá se habrá juntado con Don Emiliano de Arriaga, con Don Miguel de Unamuno, con el poeta Basterra, con el canónigo Iturribarria, con el Lehendakari Aguirre, con Blas de Otero, con la beata Rafaela Ibarra, con Indalecio Prieto, con Alfredo Espinosa, con Hurtado de Saracho, con Eliodoro de la Torre, con Tomás Meabe, con Nemesio Mogrobejo, con Anselmo Guinea, con Pedro Arrupe, con Manu de la Sota, con Enrique Epalza, con Pichichi y con Telmo Zarra, con Rekalde y Bertendona, marinos como él, y con todas nuestras gentes que han dado carácter a la Villa. Su familia, su viuda, sus hijos, sus hermanos, su sobrina Isabel, Concejala del Ayuntamiento, la pequeña Elisabete, pueden estar orgullosos del Alcalde Robles. Como lo estamos quienes le conocimos en la brega, en el duro batallar de la vida. Era fiel amante de la Virgen de Begoña. Ella le cuidará y sabrá recompensar todo lo bueno que hizo entre nosotros.
Descansa en paz Alcalde
Agur Jose Luis,
I.AZKUNA
Alcalde de Bilbao
Sr. Anasagasti, ¿cómo podemos hacer para que en determinadas ikastolas no se les enseñe la historia distorsionada a los chiquillos?
Esto sería imprescindible para que desapareciera el odio hacia lo español en los sectores violentos del País Vasco.
Si ustedes, el nacionalismo vasco no violento colaborasen con sentido de la responsabilidad se podría avanzar mucho a medio plazo.
Saludos cordiales.
Publicado por: una solución quiero | 01/30/2007 en 01:49 p.m.
Ofició también Josetxu Canibe, primo del alcalde, sacerdote del Carmen, misionero durante muchos años, pero que se ha tenido que retirar de tierras de misión por razones de salud.
Publicado por: igone | 01/30/2007 en 03:00 p.m.
A mi me gustaría saber por qué, casualmente, el curso siempre acaba y el temario nunca llega al franquismo. O por que hay tanto odio hacia lo catalán y lo vasco y, en definitiva, a todo lo que no és cultura castellana. ¿No son culturas españolas? La contradicción no resuelta.
Publicado por: Pibernat | 01/30/2007 en 09:56 p.m.
Anasagasti, leyéndole a Ud. y al Alcalde Azkuna, o a lo que era Robles, Makua y tantos nacionalistas de raza, pienso que los políticos que vienen no les llegan ni al zapato.
Qué suerte tiene Bilbao de tener este alcalde y el País de tenerle a Ud..
Aurrera Iñakis !!
Publicado por: david | 01/31/2007 en 12:57 a.m.
A Pibernat le diría que eso del odio a lo catalán o lo vasco no existe como tal, si acaso lo que hay es saturación de información sobre esas comunidades autónomas.
Le recuerdo que, exceptuando en el País Vasco, en las demás comunidades autónomas no hay ninguna minoría que ponga bombas, extorsione o chantajee, luego cabría reconsiderar en qué se basa la educación de ciertas ikastolas.
Por otra parte decirle, que ha de enseñarse todo, hasta la lamentable dictadura de Franco.
No hay peor ciego que el que no quiere ver.
Publicado por: Libertad de pensamiento | 01/31/2007 en 10:58 a.m.
Al amigo Azkuna se le han olvidado otros bilbainos muy queridos y es que se le ve el plumero,por cierto,la portada del Correo hoy muy bonita,yo creo que la reeleccion esta garantizada jajaja
Publicado por: Ignacio | 01/31/2007 en 07:53 p.m.
Hola, Iñaki:
Benetan poztu zidan Jose Luis Robles nire lagun haundiaren hileta elizkizunetik irten eta gero, nola agurtu ninduzun, Castañares (demokraziako Bilboko lehen alkate izandakoa) agurtu zenuenean.
Ondo izan,eta hurrengora arte
Publicado por: Iñigo Agirre | 02/10/2007 en 06:05 p.m.