El escritor Pablo Antoñana fue el encargado de poner broche final al congreso de historia «Navarra en el umbral del siglo XXI» que tuvo lugar hace ya un tiempo en la UPNA. Antoñana pronunció una conferencia en la que bajo el título «Navarra. Un ocaso proyectado» realizó un repaso al progresivo proceso de perdida de identidad nacional y de asimilación a Castilla que se produjo desde la conquista del antiguo reino.
Aquella conferencia fue muy interesante y hoy deseo recordarla. A Pablo Antoñana le suelo ver una vez al año en la Feria de Miranda de Arga y es una persona muy interesante.
Pablo Antoñana comenzó su conferencia manifestando el respeto que le producía el hecho de hablar de historia ante un grupo de historiadores. «Vengo aquí a hablar de algo que siempre me ha gustado, la historia, pero yo no soy historiador. A mí siempre me ha interesado la historia menuda, la de esos personajes desgraciados que son lo que hacen la historia».
Antoñana opinó que la historia tiene mucho que ver con el quehacer literario. «La historia y la literatura están muy relacionados, los historiadores mienten con los documentos, mientras que los escritores lo hacen con su imaginación».
Bajo el título "Navarra. Un ocaso proyectado" el escritor realizó un repaso histórico a la progresiva perdida de conciencia nacional desde la conquista de Nafarroa por parte de los castellanos en 1512 hasta prácticamente nuestros días. «Es el relato de la pérdida de conciencia histórica de Navarra que fue un reino durante 700 años y a lo largo de los siguientes 300 años actuó como un estado dentro de otro estado».
Antoñana señaló que el hablar de ocaso no significaba «que añore situaciones políticas anteriores, eso es historia», y añadió que este ocaso de Nafarroa se plantea principalmente «en lo político, ya que en lo económico Navarra está floreciente y ya sabemos que la economía es la base del pensamiento único de nuestros días»
El escritor navarro manifestó su convicción de que el período comprendido entre la conquista y la primera guerra carlista «es muy poco conocido y yo echo en falta un libro riguroso y concienzudo que explique este proceso de asimilación. Se sigue ignorando la verdad de lo que ocurrió, nuestra historia la escriben siempre quienes no nos conocen», señaló.
En su repaso histórico a las diferentes maneras en las que se produjo el proceso de asimilación a Castilla, Antoñana citó, entre otros, el reclutamiento militar o la forma en la que los considerados "extranjeros" accedían a su condición de naturalizados en el país. «El más duro golpe a la conciencia nacional vino con la guerra de la Independencia en la que se fraguó esa división, a la que aludía Unamuno, entre el campo y la ciudad».
El escritor se refirió a la primera guerra carlista, «una rebelión contra el proceso uniformizador», a la segunda carlistada, “a partir de la que se perdió el término fueros”, la Gamazada, la asamblea de municipios de 1918 que pidió la reintegración foral o el intento de sacar adelante el estatuto de Lizarra.
“Con el franquismo Navarra ya había renunciado totalmente a la reintegración foral y a partir de 1975 se ve el acatamiento a la centralidad”, dijo el escritor que añadió que “en el período de la transición se empieza a negar toda relación con lo que se denominan las provincias hermanas, negando lazos que se basan en la lengua común, el euskera. Ya sólo nos queda la posibilidad de escribir con nostalgia reino con y griega, es la historia de un reino que acaba siendo una comunidad autónoma”.
En la última parte de su disertación, Antoñana aludió con fina ironía a todos aquellos símbolos que intenta imponer el navarrismo oficial como representativos de Nafarroa.
Qué gracia me hacen expresiones como "conciencia nacional" -- sobre todo cuando hablamos de épocas antiquísimas de las que pocas cosas escritas quedan. Bastante le importaría a un navarro del siglo XI lo de la conciencia nacional.
"«El más duro golpe a la conciencia nacional vino con la guerra de la Independencia en la que se fraguó esa división, a la que aludía Unamuno, entre el campo y la ciudad»."
Habla de la guerra de la Independencia con Francia, no? O hay alguna llamada así también en la mitología nacionalista?
Publicado por: eljorje | 01/30/2007 en 03:50 p.m.
"En el período de la transición se empieza a negar toda relación con lo que se denominan las provincias hermanas, negando lazos que se basan en la lengua común, el euskera."
Por cierto, el idioma más común que tienen vascos y navarros es el castellano, que lo hablan todos, y no sólo una minoría en las dos comunidades autónomas.
Publicado por: eljorje | 01/30/2007 en 03:51 p.m.
El único idioma que se ha hablado desde siempre tanto en Navarra como en las "provincias hermanas" es el euskera, lo del castellano es una cosa bien reciente..."linguae Navarrorum" llamaron al euskera los romanos..
Publicado por: Jonan | 01/31/2007 en 12:23 p.m.
Desde siempre? También hace 10.000 años? O desde el Big Ben?
Pero no es ahora muy, muy, muy mayoritario el castellano? No es el idioma común de vascos y navarros ahora? Que porcentaje de navarros habla euskera? Por qué es más histórico que se hablara euskera allí hace mucho (lógico, ya que el castellano es un idioma más reciente) que el hecho de que el castellano se convirtiera en la lengua predominante hace siglos en las dos regiones?
AGUR
Publicado por: eljorje | 01/31/2007 en 02:21 p.m.
Sr Anasaagsti, dice "Ya sólo nos queda la posibilidad de escribir con nostalgia reino con y griega, es la historia de un reino que acaba siendo una comunidad autónoma”. ".
Qué desgracia, ¿verdad? que devaluación ser una comunidad autónoma del estado opresor y maligno español. Eso me recuerda a las cuevas de Altamira, empezaron siendo una tribu que cazaba para subsistir y ahora se desplazan al supermercado para comprar. ¡Qué recuerdos, qué nostalgia! Ya ven: cántabros, reivindiquen también lo suyo!
Publicado por: es de risa | 02/07/2007 en 03:50 p.m.