La Universidad de Deusto ha decidido que una de las Salas de su Futura Biblioteca reciba el nombre de Bizkaia. La Diputación Foral del territorio ha aportado un millón de euros a la construcción de este edificio, que tiene un presupuesto de 35 millones.
Entiendo que el rector de la Universidad, desee agradecer a la Diputación de Bizkaia la donación, pero conociendo a los actuales gestores, estoy seguro que coincidirán conmigo en que sería bueno recordar a una persona con la que la Universidad de Deusto está en deuda.
Se trata de D. Jesús María de Leizaola que fue hace setenta años el primer Consejero de Justicia y Cultura del primer Gobierno Vasco de la historia y quien desde este puesto creó la Universidad Vasca y que fue, posteriormente, el segundo Lehendakaride la historia de Euzkadi.
Si cualquiera de todos estos títulos no sólo lo hacen acreedor del nombre de una Sala, sino de toda una Biblioteca, sabiendo que él si algo se consideraba era el de ser lo que coloquialmente se llama un ratón de biblioteca, lo más importante es que a punto de caer en 1937 el Gobierno Vasco quedó encargado junto con los Consejeros Aznar y Astigarrabia que Bilbao no sufriera destrucción alguna y fue él quien estando hechos lo agujeros para colocar la dinamita y volar la Universidad de Deusto, dio la orden de respetar esta vital Casa de Estudio. Por eso pudo conservarse intacta.
Si en vida la Universidad no le otorgó el merecido doctorado Honoris Causa, como si lo hizo la UPV, no estaría nada mal que la Universidad, toda ella, en homenaje a un hombre de bien, a un hombre religioso, a un hombre de la cultura y a un hombre que salvó todo aquel patrimonio le tuvieran en cuenta ahora y le hicieran justicia de una vez por todas. La historia y la decencia universitaria, lo agradecerían.
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