He llegado hoy martes 27 de febrero de Dakar. Me han dicho que era el primer avión que aterrizaba en Barajas a las cinco de la mañana. El caso es que tras cinco días fuera vuelvo a encontrarme con el mismo rollo a cargo de Otegi y Barrena. Y, sin embargo, un rollo bonito hubiera sido seguir las elecciones en Senegal, porque, entre otras cosas, lo que allí ocurre también nos afecta.