La manifestación del pasado sábado en Iruña tenía trampa. Bien es verdad que quizás esta no se hubiera producido de no haber colocado ETA una bomba en la T-4.
Pero lo raro ha sido que de repente, la integridad de Nabarra esté a punto de saltar por los aires, lo cual no deja de ser una experiencia de laboratorio puesta en circulación porque las encuestas dicen que UPN perderá la mayoría absoluta, en las elecciones y si eso acontece, todos saben que el Partido Socialista gobernará con Nafarroa Bai.
Y, ante eso, hay que sacar el fantasma de los fantasmas y sacar a la gente a la calle sin saber muy bien por que. El requeté en marcha.
Por eso cuando veo y oigo a ciertos personajes decir y repetir que Nabarra será lo que quieran los nabarros, pienso que no se dan cuenta de lo que están diciendo, porque eso es precisamente lo que venimos reivindicando nosotros desde siempre. Hasta tal punto que como demostró Jimeno Jurio, los nabarros en 1931 votaron SI al estatuto de Estella y fueron las manos “hábiles” de la reacción los que trucaron los resultados.
Ahora, pongamos en lugar de nabarros a los vascos todos. “Lo que queremos es que los vascos sean ellos los que decidan su futuro”. Suena bien ¿verdad? Pero nunca lo dicen.
En 1977, Nabarra estaba cerquita. Don Manuel de Irujo acababa de regresar del exilio y el PNV con el PSOE y ESEI montó la candidatura del Frente Autonómico para las elecciones a senadores. Toda una Lizarra transversal de la que ahora no hablan los socialistas y se habla poco de ella en casa. Una pena, porque a raíz de aquellas elecciones se creo una Asamblea de Parlamentarios Vascos cuyo presidente de edad, bajo el Árbol de Gernika fue D. Manuel de Irujo. Se logró un millón de veces más cosas que con el famoso Pacto de Lizarra. Quizas por eso al parecer hay que silenciarlo.
Lo malo fue que el PSOE a medida que se acercaba a La Moncloa y, Urralburu y compañía, a medida que veían que podían mangonear Nabarra a sus anchas para sus deseos comenzaron a separarse del cuerpo nacional vasco. Pero ahí está el precedente para esgrimirlo ahora. No el de Lizarra, que fue excluyente, sino éste que contó con partidos nacionalistas y partidos de ámbito estatal. La clave del futuro de Nabarra, como decía D. Manuel.
Hicimos hace treinta años más cosas que ahora son claves.
En la discusión constitucional logramos se aprobara, contra viento y marea, la disposición transitoria cuarta que permite la integración de Nabarra en la Comunidad Autónoma Vasca o al revés, como decía el actor Alfredo Landa el viernes: “Es Euzkadi quien ha de integrarse en Nabarra”. Lo que quieran.
Y, en el estatuto de Autonomía de Gernika logramos se aprobara esta contundente afirmación: “Alava, Gipuzkoa, Bizkaia, así como Nabarra, tienen derecho a formar parte de la Comunidad Autónoma del País Vasco”. ¡Casi nada!
Y esto es ley orgánica refrendada por el pueblo. Y se logró, no gracias a ETA, o a Herri Batasuna. Gracias al PNV.
El resto, lo hicieron los extremos. La UPN, ha logrado ir creando una autonomía uniprovincial y ETA y Batasuna ayudando a este cometido: atentados, manifestaciones, huelgas, impuestos revolucionarios, secuestros, kale borroka. Una delicia. ¡Menudo balance!
De haber actuado H.B. como el PNV, Nabarra hoy sería parte del cuerpo nacional vasco porque también lo hemos ido intentando con el Órgano Común de Encuentro, con el Foro de los Pirineos, con la Y (ahora quieren lo mismo los nabarros), con las conexiones viarias, con todo, pero sin maximalismos.
De ahí que me sulfure cuado le oigo a Otegi y a Barrena, con la boca llena, darnos lecciones a nosotros y esperar nuestros movimientos.
De principio deberían hacer una mínima autocrítica diciendo que llevan treinta años equivocándose y alejando Nabarra de la CAV y, de segundo, deberían decir que serán los nabarros los que decidan su futuro sin coacción alguna y sin violencia.
Este es el cuadro de situación a treinta años de despropósitos. Hoy un atentado de ETA, solo beneficiaria a UPN y solo trabajaría para la desunión de los vascos. Esa es la triste realidad.
El resto, la del éxito, la política del PNV. Pero eso, no lo reconocerán nunca.
Tengo la tremendísima sensación, de que "El Reino de Navarra" es un hueso duro de roer, es como el caramelito que nunca se puede alcanzar, la guinda para el pastel nacionalista vasco que falta plantar, pero ay Don Iñaki!!, que el Reino de Navarra es otra cosa, mucho me temo que ese dulce no se toca, se mira pero no se toca, más que nada, porque se puede armar la de Dios es Cristo.
Saludos cordiales de su lectora.
Publicado por: X | 03/21/2007 en 05:49 p.m.
En mi opinión aqui el que esta engañando a los navarros es el propio gobierno navarro, porque utilizan la excusa de que se ha vendido navarra y piden que navarra sea lo que decidan los navarros, cuando la realidad es que lo que tiene miedo es de irse a la oposición por perder su mayoría y que navarra sea lo que decidan ellos, y si ellos no pueden decidir que sea lo que decida los españoles, movilizando y engañandolos para ello.
Yo planteo una reflexión, ¿Por qué estamos de acuerdo que navarra sea lo que decidan los navarros y los vascos en cambio no?No estaremos engañando a la sociedad navarra con ello, aqui se esta dejando claro una cosa que todo vale para sus intereses.
Y los intereses cuales son? pues dos claras: Por una parte la de movilizar a sus bases con falsas afirmaciones como aquella de las elecciones vascas de la tregua del 98, que llegaron afirmar que si ganaba otra vez los nacionalistas tendrian que hacer las maletas. (cosa que se vio que era una absoluta mentira, utilizado para hacer campaña electoral, es decir, para conseguir votos). Y el otro interes es el del PP, estan intentando tapar todo lo que puedan el juicio del 11-m, utilizando el caso de juana y navarra para ello. Sacan mucho ruido, para sacar votos, llamando debil al gobierno, como no se pueden defender atacan sin piedad, sabiendo que para ello mienten, pero como el adversario es duditativo y esta a su merced, se cree que esta baltalla del todo vale le saldra bien.
Publicado por: Julen | 03/21/2007 en 09:03 p.m.
Pues va a ser que no Iñaki. La inmensa mayoría de los navarros y navarras queremos seguir como estamos, forales y dentro de España y no queremos nada que no tengamos ya con los vascos. Y si pensamos así , no es porque nos han engañado es porque así lo queremos. ¿Cómo se puede ser tan cara duras? Siempre pidiendo, pidiendo y pidiendo y ahora lo que no es vuestro. Nacionalistas vascos: ¡Quitad vuestras manos (ensuciadas de sangre) de Navarra!
Navarra no se vende y por donde vais, vais mal majos.
¡Ojo con Navarra! No nos toqueis los cojones.
Publicado por: Navarro | 03/22/2007 en 04:04 p.m.
Lo que omites es que al PNV de la época os vino muy bien el piscinazo del PSOE con el tema Navarra, ya que si llegan a seguir a entrar en lo que ahora se llama Euskadi, no hubiérais gobernado. A las matemáticas me remito. Por eso para el PNV Navarra siempre ha sido una reivindicación con la boca pequeña. Te lo dice un antiguo militante de EIA.
Publicado por: Joseba | 03/22/2007 en 07:06 p.m.
Navarro, te salió del alma, jeje, te entiendo.
Esto de remover el árbol y coger nueces es muy feo; lo mejor es defender las ideas, pero en un ambiente de libertad para todos, no sólo para los que ya la tienen a través de las pistolas o para los que no son perseguidos porque tienen los mismos anhelos que los terroristas a medio plazo (a largo plazo serían los próximos objetivos si lo que se pretende es un estado socialista y totalitario).
Publicado por: Si es que no pué ser | 03/23/2007 en 10:12 a.m.
En Navarra quien toca los "cogones" son la gente como ese tal "navarro".
Porque también hay otros navarros que son llamados "quintacolumnistas" "malos navarros" por ese tal "navarro". Resulta que el Nacionalismo Vasco lleva en Navarra más de 100 años, y resulta que tiene una diputada en el congreso de los diputados. Y que hay alcaldes y parlametarios navarros que tienen posturas nacionalista. Todos ellos sin el aval de las pistolas. Pero parece ser que estos útimos son menos navarros que los "forales españoles". La tradición y el discurso "nacionalista" (fuerismo radical?) en Navarra es tan legítima como el discurso "foralespañol". ¿Cúando lo van a aceptar y van a dejar de considerarlos como "extranjeros que viene de fuera"?
Querría hacer tres apuntes
1) Histórico. En 1864 la Diputación de Navarra propuso a las vecinas de vizcaya, guipuzcoa y álava crear un organo común, éstas lo rechazaron. (Navarra tenia 300.000 habitantes, el doble de lo que tenía guipuzcoa o vizcaya entonces antes de la revolucion industrial)
2) Otro histórico: sobre la bandera de NAvarra y cómo fue su creación:
En sesión del 22 de enero de 1910 la Diputación acordó: "Subsanar la falta de bandera de Navarra y establecer una con carácter oficial". A tal fin consultó con Arturo Campión, Hermilio de Olóriz y Julio Altadill (todos ellos muy probablemente serían hoy considerados "quintacolumnistas"), para que dieran su opinión "sobre la materia, color, adorno, forma y tamaño que procedía elegir para la bandera de Navarra". Estudiado el dictamen de dichos historiadores, se aceptó el diseño que presentaron.Esta bandera ondeó por primera vez en el balcón de la Diputación el 16 de julio de 1910, fecha conmemorativa de la batalla de las Navas de Tolosa.
2)De actualidad. La asociacion "ciudadanos de navarra" rechaza en su página web
"cualquier instrumentalización del vascuence como lengua identitaria y exclusivista" y denuncia "que se ha venido a instrumentalizar a una de nuestras lenguas históricas al sacarla forzadamente de sus ámbitos naturales". Pues bien, estos señores no tienen version en "vascuence" de su página web. y porqué? Porque parece ser que internet no es´"ámbito natural" de esta lengua. Ya se sabe que "por naturaleza" el vascuence es para cosas de los aldeanos de la montaña, ¿así como "por naturaleza" la cocina y el hogar es el lugar de la mujer?
Un saludo desde Iruña.
Publicado por: Fortunato | 03/23/2007 en 11:54 a.m.
miércoles, 21 de marzo de 2007
Navarra y León, ¿por qué diferentes?
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ABEL PARDO FERNÁNDEZ
Estas últimas semanas hemos venido observando cómo el partido que sustenta al alcalde de León no ha cejado en salir a la calle para reivindicar los derechos colectivos del pueblo navarro. Hemos observado cómo bajo diferentes eslóganes, a la derecha estatal no le cabía duda alguna de que Navarra debía «defenderse». Y es que «Navarra debe seguir siendo Navarra».
Frente a ello está la posición de la derecha en el caso de León. Frente al «con Navarra no se negocia», no he podido sino recordar cómo un eminente miembro del postfranquismo, del Partido Popular, como Rodolfo Martín Villa, negoció con León «por intereses de Estado». Frente al «que Navarra siga siendo Navarra», el Partido Popular defiende que León no es León sino una parte de Castilla y León, que para eso lo han pactado con el PSOE, como ha venido a decir su jefe de filas «vallisoletano». Frente a «Navarra es una comunidad foral histórica», la derecha autonómica a través del salmantino Mañueco no ha tenido problema alguno en criticar al presidente del Gobierno por reconocer que León es una comunidad histórica. Frente al «jamás consentiremos que Navarra sea moneda de cambio», la derecha autonómica permite que perdamos fondos europeos con tal de que no se reconozca al Reino de León ni siquiera a nivel estadístico europeo, o a que forme parte de una región europea con Asturias y Galicia. Y frente a ello, frente a las calles de Pamplona llenas de dirigentes de la derecha estatal «defendiendo a Navarra», mientras en León proponen más medidas que impiden nuestro desarrollo como pueblo, uno no puede sino preguntarse hasta dónde son capaces de llegar en su hipocresía, hasta dónde son capaces de llegar con sus dos varas de medir, hasta dónde son capaces de establecer una pluralidad de discursos, y hasta dónde son capaces de callar sus correligionarios de León sin que se les caiga la cara de vergüenza.
Existen posturas incapaces de asimilar la pluralidad ideológica, la diversidad cultural, la riqueza del multilingüismo, y tratan de imponer un código binario blanco o negro. Y es que más allá de este pensamiento único, uniforme y catastrofista, existe la diversidad, el futuro y el progreso. Más allá de aquellos que creen en la unidad, en la grandeza y en una hipotética libertad vigilada de un estado uniforme, existen posturas que creen en la riqueza de la diversidad, en la humildad de ser simplemente como somos, porque somos, y en la libertad, ejercida como ciudadanos y como pueblo a través de un referéndum. Por ello es necesario que todos los partidos expongan a los ciudadanos qué quieren que sea León y qué derechos queremos que tenga. ¿Creen que León es un pueblo, y por tanto que los leoneses debemos decidir libremente nuestro futuro, y si así lo decidimos poder constituir una autonomía o no?
Y es que a muchos nos gustaría saber por qué razón poderosa niega el Partido Popular el reconocimiento para León de los mismos derechos que exige a grito pelado por las calles de Pamplona para Navarra. O por qué no está dispuesta la derecha a exigir al PSOE, con la vehemencia que exige que se respete el derecho de los navarros a ser navarros, que los leoneses podamos seguir siendo leoneses, disponiendo del mismo modelo, sin una competencia de más, que defienden para los navarros.
Tal vez no sea así, y nos sorprenda Mariano Rajoy convocando una manifestación para exigir el reconocimiento del Reino de León como Comunidad Autónoma, y la derecha estatal habrá dado una muestra de coherencia, de sensatez, y de practicar políticas que defienden la igualdad territorial, y por tanto «los mismos derechos para todos los españoles».
Pero si con Navarra no se negocia pero con León sí, pero si Navarra no se vende pero León se regala, pero si los Navarros tienen derecho a ser navarros pero los leoneses debemos dejar de serlo para ser «castellanoleoneses», si la capital de Navarra debe ser Pamplona pero la de León Valladolid, o si los vascos no deben tomar decisiones que sólo incumben a lo navarros, pero los castellanos deciden día a día desde Valladolid el destino de un millón de leoneses, entonces la derecha tiene un problema grave de coherencia.
Y junto a ello tenemos el «que sean los navarros los que decidan» que plantean desde las filas del partido del Gobierno, el «León es una comunidad histórica» que anuncia el presidente del Gobierno y nos resta saber si está dispuesto el PSOE a reconocer que León tiene derecho a su identidad, a decidir libremente en un referéndum si quiere ser una comunidad autónoma, y a apoyar la creación de un Consejo General del Reino de León para que transitoriamente los leoneses administremos recursos y competencias.
¿O simplemente el PSL-PSOE dirá «yo quiero pero desde Valladolid no nos dejan»?
Abel Pardo Fernández, Secretario general de Conceyu Xoven
Publicado por: leonés | 03/23/2007 en 03:40 p.m.
Que desagradecidos son los navarros con el PNV,a los resultados electorales me remito,si tan bien se ha portado el PNV con ellos,no lo entiendo...Iñaki,un poco de autocritica,majo..
Publicado por: Ignacio | 03/24/2007 en 01:16 p.m.