Por estas cosas de la política tuve la oportunidad de conocer a Boris Yeltsin, fallecido el lunes en Moscú, cuando éste disputaba a Gorbachov su cargo en la antigua URSS. Luego lo vi en Madrid en visita oficial, ya como amo del Kremlin.
Fue así.
En agosto de 1991, la cúpula comunista aisló a Gorbachov en Crimea, sacó los tanques a la calle y usurpó el poder. Yeltsin no dudó, llamó a la resistencia y contrapuso al Ejército a miles de personas civiles, decididas a defender la libertad aunque fuera al precio de sus vidas.
Dos días después, el golpe fracasó y Gorbachov volvió a Moscú sin entender el cambio que se había producido en el país. A raíz de esa fecha hasta su dimisión el 24 de diciembre de 1991, todo fueron broncas.
Aquel mes de agosto, Gorbachov que tenía una excelente imagen en el exterior de su país pues con su Perestroika estaba acabando con décadas de opresión, era todo un referente internacional. Por eso, en el Congreso de los Diputados se decidió viajar a Moscú para mostrarle a Gorbachov nuestro apoyo. Un escuálido apoyo, pero apoyo a fin de cuentas. El impacto internacional había sido muy fuerte.
El viaje se pudo realizar la primera semana de diciembre de aquel año, en plena bronca entre Gorbachov y Yeltsin que nos recibieron, los dos en el Kremlin, así como Eduard Shevardnadze, que era a la sazón el ministro de asuntos exteriores y luego fue presidente de Georgia.
Llegamos pues a Moscú, Benegas, Muñoz Alonso, Ruperez, Molins, Esther Larrañaga y alguien más que no recuerdo, y nos alojaron en un inmenso hotel cerca de la Plaza Roja en el que para recorrer sus inmensos pasillos a la habitación teníamos que ir pasando controles.
Así funcionaba aquella Unión Soviética. Estuvimos primero con Gorbachov en la que fue su última entrevista con una delegación extranjera y le vimos francamente mal. No controlaba la situación, frente a un Yeltsin que era toda una fuerza de la naturaleza y nos habló de la operación de columna que le habían hecho en Barcelona, pues en su país no se fiaba de nadie, nos habló del estado de las autonomías y de su voluntad de montar un tinglado parecido en Rusia. Las dos entrevistas fueron en el Kremlin. A las dos semanas Gorbachov dimitía y la bandera de la URSS era arriada de la cúpula del Kremlin.
Son esas vivencias que se te quedan grabadas porque son realmente históricas y que ahora he recordado al notificarse el fallecimiento de aquel hombre singular.
Esto es historia, sin ninguna duda, aunque le diré que cuando lo conoció, si estaba sobrio el señor Boris, tuvo usted una suerte increible Don Iñaki.
Publicado por: sicelens | 04/24/2007 en 01:37 p.m.
Iñaki que contemporizador te he visto hoy, tu no eres asi, y con tu permiso, paso a exponer mi opinion.
En agosto de 1989 y para cumplir el sueño de conocer de primera mano el milagro comunista, estuve en la URSS.
Me aloje en el Hotel Soyuz, a 23 km del centro pero muy bien comunicado por metro ( maravilloso ). A mi llegada me quitaron el pasaporte que no recuperaria hasta mi salida de Moscu, y me hicieron una txartela en cirilico que servia como acreditación ( la libertad brilla por su ausencia)
Carencia de alimentos basicos, televisión monotematica con los acuerdos de la Duma, mentiras oficiales sobre las tensiones con las republicas asiaticas, el Pravda hasta en la sopa, militares con o sin graduacion por todas partes, algun idiota cubano que iba de adaliz de la libertad, eslavos cansados de tanta dictadura y tristeza por doquier.Mercado negro , cambio oficial del rublo con el dolar 1x1, en la calle 1x10, tiendas beriozkas bien surtidas de todo, pero ojo, solo se podia comprar con divisas, tenencia de divisas considerado como delito para los Sovieticos, todo una gran mentira.
Y nuestro Gobierno Vasco, sin dar el callo por los niños de la guerra Iñaki, sin poner a su disposicion los medios para que salieran de aquella pobreza.
Alexander Popov entonces Alcalde de Moscu, se quejaba amargamente de la pesima y corrupta administracion de las arcas publicas que habia llevado a cabo Boris Yeltsin, un alcoholico oportunista que gozó de la consideracion de occidente, y uno de los politicos mas nefastos de finales del siglo XX, casi a la altura de ese gran mentiroso que fue Mijail Gorbachov.
Es curioso como la historia distorsiona algunas cosas, el borracho miserable pasa ahora por un gran estadista, los sovieticos que yo conoci y que al calor de un vodka a la pimienta ( especialidad de Ucrania) pensaban que era un trepas oportunista, y un filomarxista de tomo y lomo.
Debiste Iñaki haberte salido de la ruta oficial y tratado de haber llegado a la gente, la familia de Sagasti hubiera podido contarte muchisimas cosas y por cierto , si puedes , haz algo respecto al Memorial de los Vascos caidos en la lucha contra el nazismo en la Union Sovietica, se lo debemos.
Publicado por: Ible | 04/24/2007 en 01:58 p.m.
Que recuerdo de Yeltsin, que fue le hombre que manejó la política del pais mas grnade del mundo la transición más importante de su historia. Digno de respeto, soberano, cariñoso? pero hay algo mas que me hace recordarlo con añoranza, nostalgia y reverencia, será el alcohol, será la operación de corazón...
Por muchos años mas, Borris Yeltsin
Publicado por: Abraham | 04/26/2007 en 05:59 a.m.
la epoca de la perestroika ( reestructuraciòn cambio y transformaciòn fue importante en sus inicios, hubo un franco choque entre centralizaciòn y descentralizaciòn, y debia aceitar la maquinaria sovitica en aquellos flancos en donde la revoluciòn socialista de octubre de 1917 nohabia dado respuesta pero el intento del derrocamiento mijail gorbachov traj como consecuencia que debia acelerarse el proceso de reformas democraticas ye indefectiblemente la disgregaciòn de la union sovietica naciendo Rusia, ucrania y belorus ademàs dela repùblicas transcaucasicas se proclama la independencia por parte de casi todas las rèpublicas y significò la incorporaciòn de la URRS a los mercados financieros, ya que la perestroika conllevo a una situaciòn exasperante
Publicado por: amores | 05/16/2011 en 02:06 a.m.