Desfachatez, descaro y desvergüenza, tres palabras que vienen a decir lo mismo. En el lenguaje de los chavales: un morro que se lo pisan. En el coloquial: cara dura a prueba de bombas. El “pobre” Permach, el lunes de Pascua, criticaba que el PNV aprovechase el Aberri Eguna para criticar con contundencia a ETA (¿y que, pues?) y a Batasuna.
Nos acusa de no valorar nunca los pasos que dan y nos preguntó “qué estamos dispuestos a hacer para desbloquear el proceso”. ¿Que proceso?
En la opinión de este personaje “cualquiera que tenga, un mínimo de voluntad y de objetividad al leer la entrevista con ETA, verá que hay una apuesta clara por el proceso democrático y por el acuerdo político”.
Es decir quo lo que contesta ETA en esa entrevista alfombra es el catecismo de la Madre Teresa de Calcuta y por eso Batasuna lo reivindica como propio.
Y yo me voy a la entrevista y leo: “Barajas fue una acción armada de respuesta a los ataques permanentes del Gobierno español. ETA manifestó en agosto que si seguían los ataques contra Euskal Herria respondería, y así lo hicimos el 30 de diciembre”. Pis, pas. Dos ecuatorianos menos. Y a eso se le llama “acción armada de respuesta”, y, a Permach le parece bien. ETA está en la buena línea.
Pero esto a Permach no le hace mover una ceja. ETA, tiene razón.
¿Y Otegi?
Don Arnaldo que participó en Irun en el Aberri Eguna declaró que “ETA tiene un compromiso evidente con un escenario de no violencia”. Consideró que la organización armada "manifiesta con claridad su predisposición a retirar el canal de respuesta violenta que guardaban en el anterior comunicado en el que ETA se reservaba la capacidad de responder a los supuestos ataques que sufriera la llamada izquierda abertzale por parte del estado español”. Y se queda tan pancho.
Yo sinceramente, leo y releo la entrevista de ETA del domingo y no lo veo por parte alguna. Solo veo esquizofrenia y ante esto solo hay que hablar claro y decir de una vez por todas que nos dejen en paz, que dejen de marear la perdiz, que sean valientes y que no frustren a su electorado.
Sobre los supuestos ataques del PNV a Batasuna, cuando en cada oportunidad nos hablan del “PNV de Imaz” y Otegi en el Bec dijo que “consideran vascos a los que viven en Euskal Herria mientras ellos consideran vascas a las empresas que les pagan”, sin dejar de meterse obviamente con Jon Jauregi.
Bueno pues esta gente que tiene la piel tan sensible a lo que dice el PNV y tan blindada a lo que dice ETA, habría que recordarle lo que dijo de ellos el Lehendakari Ibarretxe;
“Ibarretxe lamentó que la organización terrorista no diga en su comunicación pública “lo que la sociedad vasca quiere oír”. “Queremos que, de una vez por todas, nos digan que esto se ha acabado y que se ha acabado para siempre”, manifestó, aunque “desgraciadamente, no es lo que estamos oyendo. Lo que ETA nos dice es que la violencia puede continuar, que está reorganizando comandos, y no queremos que ETA nos diga que están reorganizando comandos”. En palabras del Lehendakari, Batasuna continúa “mirando a todo el mundo para echar las culpas, excepto a sí misma, excepto a ETA, porque es verdad que la Ley de Partidos es un instrumento del pasado que no sirve para construir el futuro, pero el principal problema que tiene Batasuna para hacer política, y que no mire al otro lado, es la violencia de ETA. Su dirección lo sabe”.
Al parecer estos son los terribles ataques del lehendakari Ibarretxe dichos en el 75 aniversario del Aberri Eguna que ETA quiso chafar con una entrevista amenazante y en su línea y ante una Batasuna que sigue sin atreverse a ver la foto Adams-Passley, la única posible para que aquí puedan hacer política y no seguidísimo de una organización terrorista que piensa que desde su minoría nos pueden amargar la vida y los Aberri Eguna con su retórica fascista.
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