En este país virtual en el que vivimos, en el que la izquierda radical llena los paneles de todos los pueblos y el espacio de todos los partidos, sin respeto alguno a los demás, no hay un bloque de opinión sólido que ponga las cosas en su sitio y en perspectiva.
Aparece la noticia de que la UE ha verificado que ETA ha utilizado la tregua para preparar atentados de perfil alto, Europol constata que ETA ha reconstruido su infraestructura y atribuye a Grupos Y, nada menos que 144 actos de kale borroka. Dicen también que en bosques del centro de Francia ETA ha reanudado ensayos con bombas-lapa.
Lo malo es que mientras esto ocurre el país centra su interés, desviado por un periodismo superficial, sobre si Batasuna podrá o no presentarse a las elecciones cuando ya los dos ecuatorianos y el jubilado de Arrasate, son un muy lejano recuerdo. Lo que importa no es que maten y puedan matar y que no hayan decidido dejar las armas, sino si estos señores pueden seguir con el doble juego.
Algo está mal en nuestra escala de valores.
Jone Goiricelaya, tan celosa ella de la plataforma Ahotsak nos dice que “hay que llenar Euskal Herria de firmas para poder celebrar de verdad unas elecciones democráticas”. El baremo está en que serán democráticas si se presentan ellos y no lo serán si su mala cabeza, su falta de ética, se lo impide. Lo de las bombas lapa y los 144 atentados de kale borroka, y la detención de Jon Aguirre y del Comando Donosti, para ésta gente es música celestial. Lo que importa es lo de ellos.
Yo por eso a veces me pregunto si Batasuna quiere de verdad ir a las elecciones o que se le diga que no puede acudir porque para entrar en ese exclusivo club de la democracia hay que ir duchado, aseado y con la ropa y las ideas limpias.
Y decía lo de la irrupción estos días en los pueblos de la propaganda de Batasuna porque esta gente no tiene respeto absolutamente por nada ni por nadie. Ellos que se quejan de lo contrario no tienen un código de conducta mínimamente homologable con cualquier sociedad civilizada. .
Mientras Batasuna ocupa el espacio de todos los partidos en esos paneles que colocan los ayuntamientos, en Francia, inmersa en una combatida campaña electoral estas cosas se llevan a rajatabla. Harían bien los ayuntamientos vascos en pedir que se respete por lo menos la ley electoral en esto.
En Francia ninguno de los doce aspirantes a la presidencia de la República se arremangó en la medianoche del domingo al lunes para colgar el primer cartel electoral. Pero no por la Pascua. Simplemente, no se estila. De hecho, en Francia ni siguiera ya los militantes salen a las calles, a empapelarlas con la imagen de sus candidatos. Ni uno solo. Este año, los doce candidatos han adjudicado el pegado de carteles a la empresa norteamericana Clear Channel -la número uno mundial del cartelismo publicitario, con Sede en San Antonio, Texas, que deberá pegar en el plazo de una Semana un total de un millón de carteles en los paneles oficiales colocados al efecto en las inmediaciones de los 85.000 centros de votación. En cada lugar, doce paneles iguales, uno para cada uno de los candidatos, adjudicados por sorteo. Todo muy ordenado.
Sin llegar a los de Texas, ¿no se podría aquí pedir que se respeten los paneles ya puestos en los Ayuntamientos?
Es una obsesion,uohooo,es una obsesion...
Publicado por: Ignacio | 04/16/2007 en 07:43 p.m.