Mensualmente se suele reunir la mesa y los portavoces de la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado. Tras ver los asuntos pendientes apareció una Moción en la que se pedía mostrar la solidaridad de la Cámara con los que habían sido miembros de las Brigadas Internacionales polacas.
A nosotros, lógicamente nos pareció bien, pero preguntando Josep Piqué, que estaba delante mío, dijo que también en nombre del Partido Popular. ¡Ostras! “¡A éste cuando se entere Zaplana y Acebes lo desollan!” me dije.
Me olvidé del asunto, y en el pleno del martes 17, Rojo me pidió, que como secretario primero de la Cámara leyera desde la Tribuna la citada Moción.
Y lo hice sacando la voz y la entonación de los días de fiesta. Aquello parecía un parte de guerra. Delante de mí tenía a Fraga que escuchaba aquello como si a Mayor Oreja le hubieran invitado al Aberri Eguna. El final, y para mi sorpresa, todos, menos los populares aplaudieron, aunque aprobaron la “Moción dinamita” que creo no ha gustado nada a los gemelos polacos que incluso han pedido explicaciones sobre ella. En el Congreso, no pasó.
Si hubiera, seguimiento de los temas, ésta hubiera sido una noticia insólita el miércoles, pero como en éste país no hay seriedad, ni periodismo, ni seguimiento de los temas, la cosa ha pasado desapercibida. Pero tiene su miga.
Dice así la moción presentada conjuntamente por el Grupo Parlamentario Popular en el Senado, por la Entesa Catalana de Progrés, por el Grupo de Senadores Nacionalistas Vascos, el Grupo Mixto, por Convergencia i Unió y los senadores de Coalición Canaria;
“El gobierno actual de Polonia quiere eliminar de la historia de su país el recuerdo de los brigadistas polacos que combatieron en defensa de la República Española, a los que califican de “traidores y criminales”.
Por el contrario, el Gobierno español en el Consejo de Ministros del 19 de enero de 1996, aprobó un Real Decreto en el que se manifestaba taxativamente que “es de reconocer la labor en pro de la libertad y de la democracia llevada a cabo por los voluntarios integrantes de las Brigadas Internacionales durante la guerra española de 1936 a 1939. Los supervivientes de la contienda merecen ver de un modo patente la gratitud de la Nación y para ello nada más justo que entender que se dan en ellos circunstancias excepcionales a los efectos de la concesión de la nacionalidad española por carta de naturaleza.”
Asimismo, en octubre de 2006, con ocasión del homenaje que se les tributó en distintos puntos de España, por el 70 aniversario de la formación de las Brigadas Internacionales, en el Congreso de los Diputados se recibió a los brigadistas supervivientes, todos ellos superando los 90 años de edad, “como el más bello ejemplo de fraternidad y defensa de la libertad”. Para todos ellos, España es su segunda patria. Vinieron a España a luchar por la libertad y la democracia, lucha que continuaron después en sus respectivos países, en la segunda guerra mundial, contra el nazismo.
Y ahora, en Polonia, el Gobierno conservador ha anunciado la retirada de sus derechos y sus pensiones como ya ha eliminado sus nombres de las calles y de las escuelas. Ya han desaparecido de las columnas de la tumba del soldado desconocido en Varsovia los nombres de las batallas -Ebro, Brunete y Jarama- en las que participaron los miembros polacos de las Brigadas Internacionales. El Gobierno polaco al intentar expulsar de su historia la gesta de los brigadistas internacionales, está suprimiendo no sólo una parte de la historia de nuestro país sino también de Europa, puesto que la guerra civil española fue innegablemente prólogo de la posterior confrontación internacional de las democracias con el totalitarismo fascista.
El Gobierno polaco, con actitudes como las descritas, está incumpliendo los compromisos adquiridos como miembro del Consejo de Europa y de la Unión Europea de respetar los derechos humanos y democráticos.
Por todo ello, los Grupos Parlamentarios abajo firmantes presentan la siguiente
MOCIÓN
El Senado insta al Gobierno a;
1) Mostrar su total solidaridad con los miembros de las Brigadas Internacionales polacos.
2) Manifestar su rechazo ante cualquier medida discriminatoria contra los supervivientes polacos de las Brigadas Internacionales, que implican no sólo una violación de los derechos humanos sino, en este flagrante caso, de la simple y noble dignidad humana.
3) Instruir a los servicios diplomáticos y consulares de España en Polonia para que presten toda la ayuda necesaria, material y jurídica, a los brigadistas polacos, en defensa de sus legítimos derechos, teniendo en cuenta que entre ellos, figura reconocido el de optar a la nacionalidad española.
4) Instar a los órganos correspondientes de la Unión Europea a vigilar escrupulosamente y a denunciar, en su caso, cualquier medida discriminatoria contra los supervivientes de las Brigadas Internacionales polacos y, por último, a adoptar, si fuese necesario, cuantas medidas fuesen pertinentes en su defensa.
Esto es lo que se aprobó y aplaudió. Y el PP lo hizo gracias a Piqué. ¿No hubiera sido noticia de primera página?
Nos escribe el Mariscal del Senado de Polonia el pasado 3 de abril;
Excelentísimo Señor Presidente,
Con motivo de la moción presentada en el Senado del Reino de España sobre el tema de los polacos que combatieron en la Guerra Civil en las Brigadas Internacionales, quisiera asegurarle que el anteproyecto de la ley que se está elaborando en la Dieta Polaca (Congreso de los Diputados de la República de Polonia) no está dirigido contra los veteranos de la Guerra Civil en España. El objetivo de la mencionada ley es, en cambio, retirar los privilegios especiales a aquellas personas que después del año 1945 hayan servido en los servicios secretos del régimen comunista y hayan cometido crímenes y abusos. La cuestión de la participación en la Guerra Civil española no está relacionada con ese contexto.
El anteproyecto de la ley no pretende discriminar a ningún grupo social en Polonia, y tiende únicamente a servir a alcanzar la justicia histórica, según la cual las víctimas no deben ser tratadas por la ley peor que los verdugos. Todas las medidas emprendidas estarán de acuerdo con la ley vigente en la República de Polonia, así como con las leyes internacionales, y respetarán las normas democráticas vigentes en la Unión Europea. Asimismo, deseo asegurarle, Señor Presidente, que el Senado de Polonia, a la hora de examinar la ley, será cauteloso ante el más mínimo intento de infringir los derechos humanos y cívicos.
Sírvase recibir el testimonio de mi más alta consideración.
Bogdan Borusewicz
Efectivamente, parece que en éste país no hay seriedad, ni periodismo, ni seguimiento de los temas, ni demasiados políticos serios, enterados, interesados, sensibles...
Todavía no entiendo las dificultades con las que tropezamos los hijos y nietos de los exiliados españoles para obtener la nacionalidad española, y la indiferencia del PNV y otros, que no tuya, al respecto. Acaso no es "justo entender que se dan en ellos circunstancias excepcionales a los efectos de la concesión de la nacionalidad española por carta de naturaleza". Por decreto.
Por lo demás, me alegró por los brigadistas polacos, y por la justicia... Que, aunque tarde, a veces llega.
Publicado por: K. Zubizarreta | 04/22/2007 en 09:15 p.m.