El 26 de abril de 1937 fue bombardeada Gernika. Al día siguiente fue bombardeada nuevamente por la mentira del franquismo que decía que habían sido los mismos vascos quienes habían cometido aquella barbaridad. “Aguirre miente. Nosotros respetamos Gernika como respetamos todo lo que es español” dijo Franco ante la denuncia al mundo del Lehendakari.