Funcionó muy bien el sonido en el “Aberri Eguna” que celebramos en la Plaza Nueva de Bilbao. Y, como novedad, los oradores, moviéndose por el escenario e interpelando a uno y a otro le daban vidilla al asunto. Todo en una hora. Más tiempo, se hace pesado, teniendo en cuenta que había gente de pie, y gente mayor, que en definitiva, es la fiel infantería de estos actos, la que va a todo, la que se entusiasma. La acrítica, la que tras si tiene una trayectoria de servicio y trabajo. La que no pide nada para ellos.