En los pasillos del Senado, lógicamente, se habla de política. Sobre todo cuando pasa ante ti Simancas, el candidato fallido a la presidencia de la comunidad de Madrid, triturado por Esperanza Aguirre. Tengo para mi que este hombre hubiera sido un mejor presidente que la actual señora de Telemadrid, donde estuve el martes a la noche y nos la sacaban en imagen a menudo en un vivo y controvertido programa de análisis de las elecciones donde el tema nabarro ocupó el 75% del espacio. Simancas es buena gente pero ha sido un pésimo candidato, aunque mucho mejor que Miguel Sebastián el impuesto por Zapatero en un acto de chulería política increíble, que le ha pasado factura.