El jueves 14 hice doblete. Por la mañana en Donosti en el homenaje al Lehendakari Leizaola. Por la tarde en el Congreso recordando el treinta aniversario de las primeras elecciones democráticas, tras la muerte del dictador.
La diferencia fue abismal.
No es lo mismo ir a setas que a rolex. En el homenaje a Leizaola fuimos a setas y obtuvimos setas: buenos discursos, magnífico video sobre la vida de Leizaola, una estatua muy lograda, un reencuentro familiar de los Leizaolas repartidos por el mundo. Por la tarde, en Madrid en la celebración del 30 aniversario de las primeras elecciones democráticas, una exposición sobre el periodismo en la transición bastante birria, un video de TVE que en lugar de hablar de lo que fue aquello fue un canto a la monarquía, terminando al mismo con un saludito de la infanta Leonor, un discurso de Marín infumable, de cortesano arrodillado ante el monarca y un discurso del rey nombrando seis veces la unidad de España. Por supuesto que no aplaudí. Y lo hice de forma ostensible. Y se vio, porque estaba en ese podium que hay bajo la estatua de los Reyes Católicos garantes de la Unidad de la Patria.
Veía desde allí a Carrillo, a Fraga, a Guerra, a Roca, a Landelino Lavilla, a Pablo Castellano, a Pons, a Rudi, a Trillo y a Gabriel Cisneros en su silla de ruedas, enfermo terminal y me pregunto el porque esa obsequiosidad con la monarquía cuando lo que se conmemoraba era el treinta aniversario de unas elecciones democráticas.
En el Senado hemos encargado al pintor Hernán Cortes un cuadro que recuerde aquella efemérides y allí estará D. Manuel de Irujo. En el Congreso han encargado un trabajo dedicado a los llamados Padres de la Constitución, que no fueron más que ponentes constitucionales donde no estuvo el PNV porque el PSOE no quería que estuviera Tierno Galván. Se conmemora el treinta aniversario y se encarga un cuadro sobre la Constitución.
Lo malo es que comentaba esto con el Letrado mayor del Congreso, Manolo Alba y éste alto funcionario de las Cortes Generales le parecía bien que se nos excluyera, aunque a decir verdad, ante este pensamiento que lo inunda todo en Madrid y del que el Letrado Mayor no es mas que un exponente, mejor es no estar con semejante compañía. No se nos ha perdido nada. A fin de cuentas es algo entre españoles y por eso Manolo Alba está tan contento con su Real Madrid y su cuadro típicamente hispano, excluyente, a pesar de que se despelleja las manos cuando el rey habla de “todos los españoles” y de inclusión y de respeto a las minorías.
Es la mentira perpetua de un Madrid de Cartón Piedra que dice una cosa, hace otra pero cobra al contado.
En la antesala de todos estos actos, en la exposición de algunos de los carteles de la campaña electoral de 1977 estaba aquel horrible poster con las fotografías de todos los candidatos, Joseba Zubia incluido que era el último de la lista. A los que fueron a hacer bromas por la presencia de Zubia les contaba yo que ese cartel era obra de un hombre de partido, Juan de Ajuriaguerra que nos dijo que no quería fotografías de líderes, que el PNV era un equipo y que nadie debería sobresalir sobre los demás. El resultado fue un cartel feo, pero que llevaba encerrada una gran lección de verdadero talante democrático.
Bueno. Pasó este treinta aniversario sin pena ni gloria.
El Congreso bajo presidencia de Marín y ejecución de Manolo Alba, organizó algo deslucido y ritual. Una castaña. Nada que ver con lo que hicieron Trillo y Gonzalez de Txabarri que llevaron al hemiciclo al Orfeón Donostiarra y en aquel acto estuvieron desde Arzalluz, hasta Carrillo, Suárez y Felipe Gonzalez.
No me extraña que Felipe Gonzalez dijera que no iba a ir a perder el tiempo y a estar con gente que no debería estar. Hizo bien.
Usted, no apludió.
Mi pregunta para Iñaki: ¿Y qué pasó?
Publicado por: Fernando | 06/16/2007 en 12:56 p.m.
"No se nos ha perdido nada. Al fin de cuentas es algo entre españoles".
¿Lo entenderemos algún dia ?.
Encontrarnos entre los vascos en paz,justicia y libertad, la tarea diaria.
Publicado por: Mikel Ezkerro | 06/16/2007 en 02:19 p.m.
Probablemente, Fernando, no paso nada. No hubo descargas electricas, ni se abrieron mas los abismos.
Es curioso, que la revista "HOLA" tenga la tirada que tiene por aqui, pero nadie la lee. Debe ser como el Playboy. Nadie lo mira por sus fotos, todos lo leen por sus contenidos!
Y como demostración. El trámite ciudadano/ legislativo de constituir las alcaldías, que incumbe a los vecinos de la comarca se convierte en un jolgorio. Los votos nulos no significan nada. Solo que un monton de gente no sabe o no puede descifrar que hacer. Si quieren que cuenten para algo que aprendan a escoger y voten en blanco. Pero que no se confundan.
La democracia por estos lares, a pesar de treinta añitos, aún no ha salido de casa de los padres! por lo que aún le queda por recorrer. Apenas empieza a gatear.
Publicado por: tomando cafe | 06/16/2007 en 03:54 p.m.
He oido (no sé si es verdad) que para hacer esa exposición de carteles y prensa de la época, le han pedido información a Juan Jose Agirre, el archivista de Lazkao ¿os acordais de él? el que metieron a la carcel por colaboración. Él recopila toda clase de documentos. carteles, folletos y como tiene de todo...
si hubiera sido yo, les hubiera prestado... nada de nada.
Publicado por: Iratxe | 06/16/2007 en 03:58 p.m.
Aplaudo el que no aplaudieses
Pedro
Publicado por: PEDRO | 06/17/2007 en 12:40 p.m.
La verdad es que tengo que darle la razón en alguna que otra cosa. Escuchar un discurso de Marín -le haga la pelota o no al Rey- es muy parecido a una toma excesiva de Lexatin. Y si el discurso es de Juan Carlos no le digo más. Pero en sí el acto era la conmemoración de algo bueno. Y además pacífico, siendo entre españoles. Lo que no sé es qué pintaba usted allí si no se considera español. Me parecería más lógico que acudiese usted al acto de constitución del ayuntamiento de Ondarroa, no tan pacífico ni democrático pero que por lo menos se daba entre vascos. Lástima que los representantes del PNV no asistiesen (junto con otros)porque...cómo lo diría....están cagados. Lo siento, pero no se me ocurre una expresión más literaria.
Y me resulta extraño, la verdad, que se vayan de vareta unos vascos recios. Pero qué se le va a hacer, resulta que tienen miedo ahora, con lo bien que han aguantado todos estos años el miedo que los demás se iban tragando sin apoyo de los peneuvistas.
La democracia española no es ni muchos menos perfecta, eso está más claro que el agua, pero lo que tiene usted en su querida tierra huele a fascismo que apesta. Fascismo de reciedumbre, por supuesto.
Publicado por: Manuel Zapata | 06/18/2007 en 10:20 p.m.