El partidismo del PSOE y la falta de visión política de UCD, nos impidió estar en la ponencia constitucional cuando, hace treinta años, aquellas Cortes empezaron a trabajar para sacudirse toda la mugre del franquismo.
Pero antes había que constituir los Grupos Parlamentarios y, como se ve en una de estas portadas de Deia, Francisco Letamendia "Ortzi" anunciaba que no formaría parte del Grupo Parlamentario de la Minoría Vasca-Catalana que se iba a formar.
Hasta que se produjo el comienzo de los trabajos de la ponencia constitucional, e incluso en su transcurso, la actividad del Congreso se centró en tres temas fundamentales: la formación del nuevo reglamento del Congreso, la amnistía y los contactos de cara a lo que posteriormente sería conocido como los Pactos de la Moncloa, contactos en los que, por parte del Partido Nacionalista Vasco, participaron especialmente Juan Ajuriaguerra y Kepa Sodupe. En lo que respecta a Euskadi, no cabe la menor duda que el protagonismo fundamental correspondió a las negociaciones en torno al preautonómico vasco, así como las constantes demandas de elecciones municipales, anhelo común a los diferentes partidos de la oposición, y especialmente de los nacionalistas. En un primer momento, el hecho constitucional se redujo a los trabajos que efectuó la ponencia designada, y que fueron realizados en el más absoluto secreto.
Hay que recordar que el 15 de Junio se habían celebrado las primeras elecciones libres desde febrero del 36 y que la Cámara no tenía reglamento. Inmediatamente el 28 de Junio y el 8 de Julio de 1977, Hernández Gil, presidente de las Cortes dicta las primeras normas de funcionamiento de los Grupos Parlamentarios.
En base a ello, vascos y catalanes constituyen un Grupo Parlamentario denominado "Minoría Catalana y Vasca".
El 26 de Julio de 1977 el Congreso aprueba una moción por la que se acuerda crear la Comisión Constitucional encargada de redactar un proyecto de texto constitucional. El 1 de agosto se celebra la sesión constituyente de esta comisión y se designa a los ponentes excluyéndose al PNV.
El 17 de Octubre de 1977 se aprueba el primer reglamento del Congreso y es a partir de esta fecha cuando el PNV se constituye como Grupo Parlamentario Vasco. No se rectificó la exclusión teniendo en cuenta que ya en agosto al portavoz, Xabier Arzalluz, se le había dado la palabra en el pleno sobre las propuestas que iban a realizar los distintos grupos en la legislatura. Se consideró que aquellos partidos que habían obtenido más de 250.000 votos y el 20% de los censados tenían derecho a constituir grupo propio.
La ponencia constitucional se formó en el momento en que aun no estaba elaborado el reglamento definitivo de las Cortes, rigiendo unas normas provisionales en virtud de las cuales resultaba necesaria la presencia de quince diputados para quedar constituido un grupo parlamentario. El Partido Nacionalista Vasco, con ocho diputados, y la minoría catalana, con trece, se ven en la necesidad de unirse para tener derecho a un representante, quedando así formada la minoría vasco-catalana, cuyo representante en la ponencia será Miquel Roca i Junyent. La minoría vasco-catalana resultante era, tras UCD y PSOE, el tercer grupo parlamentario en importancia, seguido por el partido Comunista, Alianza Popular y el mixto.
La formación de la ponencia, en realidad, no es sino el inicio de la batalla constitucional, ya que el número establecido para formar un grupo parlamentario y, por tanto, para poder tomar parte en la ponencia, no es una mera casualidad; persigue el objetivo, por parte del PSOE, de impedir la presencia de Tierno Galván, evitando así competencias en el mismo campo ideológico, al mismo tiempo que cierra la posibilidad de que el Partido Socialista de Catalunya, cuyo líder fundamental era Joan Raventós, se constituya en grupo parlamentario. Asimismo –y esto puede que sea una prevención compartida por UCD-, gracias a este reglamento se impide a los comunistas formar dos grupos parlamentarios: el PSUC y el resto del PCE.
Aunque la medida no iba dirigida directamente contra los vascos, la verdad es que hubimos de sufrir sus consecuencias, ya que, al ser elegido Roca i Junyet como representante de la minoría vasco-catalana, de hecho, el grupo vasco quedó excluido; esto supuso un grave error que tendría importantes consecuencias en la marcha de las negociaciones futuras.
De alguna manera este fue el primer desengaño que nos llevamos y de ahí la importancia que siempre le hemos dado a estar en Madrid con Grupo parlamentario propio. Luego, cuando se abrió la mano, los socialistas tuvieron dos Grupos Autonómicos, el catalán y el vasco. Curiosamente del Grupo parlamentario Socialista Vasco su portavoz fue el nabarro Carlos Solchaga y del catalán, Ernest Lluch. Pero aquello era demasiado y cuando se modificó y aprobó el reglamento de la Cámara solo se dio la oportunidad a los nacionalistas vascos y catalanes para que estuviéramos allí con voz propia. Luego, vinieron los canarios, pero eso, es otra historia.
Hoy, que te debes sentir como gallo en corral ajeno, pavoneándote de "tus cosas" y del revuelo que has montado, hoy más que nunca, he de confesarle que eres un ser resentido, arrogante y acomplejado. Hoy más que nunca me avergüenzo que puedas ocupar un cargo importante, por imperativo legal (te debieron obligar a punta de pistola), en la Nación Española
Acabo de leer, la noticia de la muerte de Gabriel Cisneros, a mi este señor no me dice nada, no era de los míos, pero tú, miserablemente en vísperas de su muerte transcribiste aquí una carta de un tal: Javier Olmo (Bilbao), acusándole de no sé cosas de su pasado, que sin duda eran ciertas. Has caído tan bajo Anasagasti, aunque hoy te veas triunfante, no quisite respetar respetar los últimos momentos vivos de una persona.
Sólo tu desmesurado afán protagonista, te llevó a publicar esa carta, que insisto, aunque estoy seguro que su contenido era cierto no era ni el sitio y el momento de hacerlo. Nada, absolutamente nada de aquello tuvo sentido, salvo una cosa… y es que no puedes cambiar, sigues siendo, Anasagasti el caribeño.
Saca el Cava, como lo hicieron antes otros y brinda por lo que quieras.
Publicado por: Iñigo Treviño | 07/27/2007 en 11:23 a.m.
QUE LISTOS FUERON AQUELLOS AL NO CONTAR CON VOSOTROS
Publicado por: Luis Gil | 07/27/2007 en 01:15 p.m.
En muchas cosas no estoy de acurdo con el pueblo Vasco por mi condición de Andaluz, pero en este tema ha dado unsted en el clavo señor Anasagasti, totalmente de acuerdo.
Publicado por: txaten | 07/27/2007 en 07:02 p.m.
Anasagasti. ¿Censura "habemus"?
Publicado por: Iñigo Treviño | 07/27/2007 en 08:16 p.m.
me considero una persona liberal he votado varias veces al partido popular y estoy completamente de acuerdo con sus palabras acerca de la monarquia.
Publicado por: carlos | 07/27/2007 en 09:35 p.m.
A propósito del comentario de Luis Gil, resulta conmovedor (por decir algo) que crea que puede estar de acuerdo o en desacuerdo con el Pueblo Vasco. ¿Con todas las personas censadas en la Comunidad Autónoma Vasca? ¿Con todas a la vez?
Encima basa eso en su "condición de Andaluz". ¿En qué consiste esa condición? Si la "condición" de uno depende del lugar de nacimiento, ¿es entonces uno de su ciudad, de su provincia, de su Comunidad Autónoma, de su país, de su continente...? ¿Todo a la vez? ¿Habrá contradicciones?
El esencialismo geográfico-étnico-nacionalista es algo ridículo, intelectualmente inane. Lo increíble es que persista y hasta sea la base de partidos políticos enteros como el del titular de este blog.
Publicado por: Probe Migué | 07/29/2007 en 11:47 a.m.
IÑAKI: NI SOY VASQUITO, NI P. FALTA QUE ME HACE. SOY UN ESPAÑOLAZO. ORGULLO MAQUETO TOTAL. ME LA RESBALA EL NAZISMO VASCO. Y ME LA RESBALAS TU Y TODA TU PROLE ARANISTA. TIENES LA MISMA GRACIA NATURAL QUE UNA TAPA DE ALCANTARILLA Y NO PIERDES OCASION DE TIRAR PIEDRAS CONTRA TU PROPIO TEJADO, TAN DESGUARNECIDO EL.
Publicado por: capitan muruzabal de navarra | 07/30/2007 en 12:02 a.m.