En "Delatores. La justicia de Franco", Enric Canals retrata el ejercicio continuado de la delación y la denuncia como el aspecto más escandaloso y sórdido de la justicia franquista. Y lo hace con nombres y apellidos de delatados, delatores y testigos de cargo. "Como periodista quería conocer las historias humanas que había detrás de cada caso", ha dicho Enric Canals. Y vemos que algunos respondían casi a caprichos o envidias. Es el caso de Carlos Ibañez García, futbolista del Júpiter, el Espanyol y el Oviedo. Un crack, de los que cobraban hasta 60 pesetas al mes. Tras tomar partido por la República, regresó de Francia con la conciencia tranquila, pues Franco aseguró que no tomaría represalias contra quienes no tuvieran delitos de sangre. Un antiguo vecino y compañero de la mili, Miquel Prat, lo delató por haber cometido saqueos en el barrio de La Sagrera, en Barcelona. Según Canals, la envidia fue el móvil principal de la delación, que acabó con el futbolista fusilado en el Camp de la Bota de Barcelona el 14 de febrero de 1942.
Joseph Canals había regresado a Tiana (Barcelona) a finales de 1939. Su esposa lo había repatriado al lograr los avales necesarios. Entre ellos, los de un coronel retirado y los de un falangista. Josep volvió a trabajar y creía que reiniciaría su vida desde cero, que había dejado atrás su pasado de militante de ERC y la CNT.
Pero seis meses después fue delatado por uno de sus jefes: "...uno de los comensales, apellidado Canals, no había levantado el brazo ni se había dignado a ponerse en pie". Más que suficiente para que el trabajador fuera uno de los treinta en pagar los platos rotos por el destrozo de un retrato de Franco, de una bandera de España y otra de la "nación amiga" (Alemania) en una jornada de "exaltación del trabajo" en la fábrica en la que trabajaba. Le tocaron once meses de cárcel.
Efectos de la posguerra
Éste es sólo uno de los miles de casos de delaciones injustificadas, de oídas o simplemente absurdas, que se produjeron en la posguerra.
Enric Canals, periodista, guionista y productor de televisión, es el hijo de Josep: "Descubrir el juicio sumarísimo al que fue sometido mi padre me hizo sentir la necesidad de explicar estas historias", explica en la introducción de "Delatores. La justicia de Franco" (L'esfera dels llibres). Se refiere a los 240 sumarios que ha seleccionado de los 70.000 procesos judiciales militares de carácter sumarísimo en Catalunya que entre 1939 y 1945 llevaron al fusilamiento de 3.385 personas.
Detenciones y castigos
Según Franco iba ganando territorio a la República, su justicia no deseaba "descubrir y castigar a culpables, sino una brutal y reiterada represión que buscaba una limpieza política", escribe Canals.
El 10 de febrero de l939 se publicó la Ley de Depuración de Funcionarios. Entre los deberes que debían cumplir para conservar su puesto laboral, figuraba la casilla 8a: "Diga quiénes eran los más destacados izquierdistas de su departamento y cuanto sepa de la actuación de los mismos".
Canals reconoce que la delación no fue sólo patrimonio de los franquistas, ya que durante los primeros meses de la Guerra Civil en Catalunya se dieron más de 800 delaciones contra capellanes, empresarios y gente sospechosa de ser de derechas.
Por expresa manifestación de Josep Tarradellas, primer presidente de la Generalitat tras la muerte de Franco, no se podrán consultar los expedientes hasta 2017. Para entonces, quienes destaparán las heridas no serán los protagonistas ni sus hijos, sino sus nietos o biznietos.
El periodista recalca que no ha notado sentimiento de venganza entre los descendientes de los delatados: "No he encontrado menosprecio o revancha. Más bien un amplio consenso entre hijos y nietos que no tienen la culpa de lo que hicieron, sus padres o abuelos".
Canals se pregunta al empezar el libro cuál es la mejor manera de acabar una guerra civil y, tras acabarlo, se queda con una convicción: "Se habla mucho de memoria histórica y poco de verdad histórica, que es la que nos hace más libres aunque nos duela. Es el único camino para la reconciliación".
Lo más infame de esas delaciones era que por una parte las hacían los mismo hermanos de sangre y por otro, el clero, en especial a través de informaciones de confesionario.
Eran andaluces los que delataban a andaluces para que fueran fusilados, eran canarios los que delataban a canarios para que fueran fusilados. Pero, ¡¡nacionalistas qué se os ve el plumero!!; Eran vascos los que delataban a otros vascos para que fueran fusilados y eran catalanes los que delataban a otros catalanes para que fueran fusilados. Era en definitiva, la España vencedora franquista la que denunciaba a lo que quedaba de la otra España republicana derrotada.
Y es que estos relatos históricos, terrible y cruelmente históricos, en cuanto caen manos de los Nacionalismos, ya quedan desvirtuados para siempre. Ya sólo tienen un tinte de todos contra nosotros, los únicos que lo pasamos mal y pusimos muertos
No sé, pero jamás creo haber oído una palabra de solidaridad de los NACIONALISTAS hacia todos los Españoles (al revés, sí) que dieron su vida por la República Española. Yo, al menos, nunca lo he escuchado.
Publicado por: Kimo | 11/20/2007 en 10:40 a.m.
El régimen franquismo fascista, amigo y aliado de los nazis, era el que palmeaba y alentaba a los delatores, al vasco contra el vasco, y al español contra el español.
Y las víctimas, como mi propio abuelo, frecuentemente eran denunciadas por auténticos "profesionales" de la delación, en numerosas ocasiones "fascistas" conversos con varias denuncias por cabeza. Los peores. Años de miedo de un régimen terrorista, vengativo y sanguinario. Años de fusilamientos arbitrarios y palizas carcelarias.
Y todavía Kimo pide solidaridad... ¿qué mayor muestra de solidaridad que permanecer fieles a la república levantado en armas un ejército de 45000 gudaris con lo mejor de nuestra juventud y dando la vida por la libertad? Cuanta demagogia barata hay que soportar de los que aprovechan cualquier circunstancia para atacar al nacionalismo vasco desde su virulento nacionalismo español.
Publicado por: zazpi | 11/20/2007 en 02:02 p.m.
Para Zazpi
¿Te ofende que pida solidaridad para los republicanos españoles por parte de los nacionalistas vascos?
¿Te ofende que pida solidaridad para los milicianos republicanos españoles que quedaron a su suerte por la rendición de los gudaris nacionalistas en el pacto de Santoña?
¿Te ofende que pida solidaridad para brigadistas internacionales que en Irún defendieron la ciudad del ataque fascista mientras el embrión del ejército vasco del PNV., miraba para otro lado, por decisión de Aguirre que quería ver primero las “pelas” de la República encima de su mesa?
¿De verdad os sentís orgullosos de la actuación de vuestro ejército durante la guerra civil?
Además no olvidéis una cosa, jamás luchasteis por la República. Azaña lo dijo bien claro. Sólo os interesaban vuestras prebendas.
Supongo que también te ofendería que la clase obrera española se solidarizara con la de Vitoria el 3 de Marzo de 1976
Como supongo que igualmente al nacionalismo le ofendía que el 27 de Setiembre de 1975, muchos españoles de izquierdas nos solidarizábamos con los 5 fusilados entre ellos 2 jóvenes vascos.
Como supongo que depuse de la salvajada de ETA al matar a M. A. Blanco, millones de españoles, de derechas, centro, izquierda gritaran: “ETA NO, VASCOS SI” ¿También os ofendía?
Hay muchos ejemplos de solidaridad española con los vascos, al revés, creo que muy pocos, por no decir ninguno.
Pero ¿de qué vais, nacionalistas vascos? Habéis perdido el rumbo. Menos mal que no sois los únicos vascos en la Comunidad.
Publicado por: Kimo | 11/20/2007 en 06:14 p.m.
Kimo debieras saber que la consigna "Eta no, vascos si" fue elaborada por los muchachos de la carretera de la coruña ( Cesid ).
A mi personalmente no me ofende que el servicio de inteligencia español se dedique a fabricar consignas, es bastante mas sano que matar mendigos.
Publicado por: ible | 11/21/2007 en 12:56 p.m.
Mi completa solidaridad hacia todos los Españoles que dieron su vida por la República Española.
Kimo, ya puedes ir rectificando tu post ya que lo que acabas de leer viene de un nacionalista.
Saludos
Publicado por: Antonio Acevedo | 11/21/2007 en 03:17 p.m.
Ible: Yo grité con emoción, con rabia, con ira que salía muy dentro de mi, también con esperanza, esa frase: "ETA NO VASCOS SI" Si hubiera leido antes la estupidez que acabas de escribir, seguro que no la hubiera gritado ni compartido. Eres un ser miserable.
¿Más alto, más claro? ¡¡ ERES UN SER MISERABLE Y DESPRECIABLE!!
Menos mal que soy capza de saber distinguir y eso me hace no juzgar a todos por igual.
Publicado por: Kimo | 11/21/2007 en 05:58 p.m.
Kimo tu grita lo que te de la gana, si quisieras buscar la verdad con tanto enfasis como pones en insultarme, todos seriamos mas libres.
Si tus consignas son dictadas por el Cesid o por Victoria Prego alla tu.
Y sere muy miserable y todo lo que quieras, pero entonces¿¿¿ que es el que mata mendigos para probar narcoticos y para entrenar secuestros???
Ahhh yo también senti profundo dolor por el asesinato vil de M.A. Blanco, porque Kimo lo uno no quita lo otro, y como conozco el percal , lo aclaro, yo si condeno y repudio todo tipo de asesinatos, sean concejales o mendigos.
Publicado por: ible | 11/21/2007 en 07:03 p.m.
¿Cómo que "vascos sí"? ¿Pero acaso había dudas o qué?
Pocos slogans me ofenden tanto como ese.
Publicado por: Antonio Acevedo | 11/22/2007 en 11:37 a.m.
Antonio Acevedo: Lo de ...Vascos sí" fue un slogan, unos lo dijeron así, otros dijeron lo contrario y supongo que otros callarían. Todo debemos aceptar como normal la libre expresión de cada no.
Pero tu segunda párrafo - "Pocos slogans me ofenden tanto como ese" - no llego a comprenderlo y antes de quedarme con la duda, te lo consulto por si tuvieras a bien decirme el significado que has querido dar. Gracias
Publicado por: Kimo | 11/22/2007 en 12:39 p.m.
Entiendo que no lo entiendas, porque mi cabreo cuando oigo el slogan es por la subliminalidad del mensaje. Parece un lema inocente e inofensivo, pero esconde un concepto que me repugna: “No os metáis con los vascos, que todos no son terroristas”.
¿Entiendes mi cabreo ahora?
Publicado por: Antonio Acevedo | 11/23/2007 en 02:33 p.m.