Cuando desde Caracas transmitíamos en onda corta un programa de la emisora clandestina de Radio Euzkadi teníamos que echar mano de los curas quienes por su horario, por su conocimiento del euskera y por su buena lectura del castellano eran unos magníficos locutores.
Uno de ellos fue Andrés Mitxelena que con el tiempo se secularizó y ahora vive en Valencia. Le recuerdo desde su abertzalismo proponernos emitir cuñas de propaganda en aquella emisora clandestina para pagar los gastos.
Hace quince días me llamó diciéndome que querían presentar en "La Casa del Libro" de Bilbao un libro escrito por el chileno Darío Varela sobre "Genserico rey de los Vándalos". Se trataba de una novela histórica y me pedía la presentara con ellos. Y como no puedo negarme a nada que me proponga el bueno de Andrés me tuve que leer la novela en los aeropuertos, de noche y en el hotel sus buenas 464 páginas.
He de decir que sin ser aficionado a la novela histórica el trabajo me gustó. Yo en el bachiller había estudiado a los alanos, suevos y vándalos, a los visigodos y ostrogodos, pero solo recordaba quien fue Atila, rey de los Hunos, por la película de Jack Palance.
Tras leerme el tocho vi que el tal "Genserico" había sido un fuera de serie que liderando a su pequeño pueblo se había hecho el rey del Mediterráneo, había pactado con Roma, se había hecho dueño de Cartago y de Hipona, había condicionado a Bizancio y había logrado que pasara a la historia el nombre de vándalo como sinónimo de crueldad, destrucción y barbarie.
El jueves por la noche, ante una muy pequeña audiencia, presentamos el libro y abrimos un coloquio. He de decir que me maravilló la erudición del autor Darío Varela y su capacidad para escribir en capítulos cortos, sin ornato, una historia sólida y atractiva. Un hombre que escribe y habla muy bien y que trabaja en la actualidad en un libro tratando de desmontar el mito de Bill Gates.
Les dije que esa novela requeriría una serie de televisión por lo que si hay un buen guionista y, alguien que se atreva, tiene en ella una buena mina. Les puse en contacto en Sevilla con Antonio Romero y en Barcelona con Carles Campuzano para que le acompañen en la presentación de este libro.
Lo malo es que el día a día nos va comiendo pero éstos quince días que he andado con "Genserico" llevándolo a todas partes me he dado cuenta que esto de la novela histórica es un instrumento eficaz de divulgación de historias consistentes.
Recién lo acabo de adquirir... y tiene una pinta maravillosa!
Publicado por: Fujur | 07/23/2013 en 11:33 p.m.