CHAVEZ, EL PRIMER PRESIDENTE MESTIZO QUE LO USA EN SU FAVOR.
Polémica suscitada en estos días a raíz del artículo publicado por José Félix Azurmendi y la respuesta al mismo de la periodista Iruña Urrutikoetxea
Voté por primera vez en mi vida en 1968, a los 27 años, en Venezuela, en las elecciones que ganó Rafael Caldera como candidato de COPEI, partido socialcristiano que había fundado años antes. En frente tuvo al candidato del partido socialdemócrata Acción Democrática (AD) Gonzalo Barrios, y también a Luis Beltrán Prieto Figueroa, candidato del MEP, Movimiento Electoral del Pueblo. Ganó Caldera, porque AD se había dividido, y tal vez porque le tocaba, en aquella alternancia sugerida en el Pacto de Punto Fijo diez años, con permiso de la URD de Jóvito Villalba. La izquierda estaba entonces bajando del monte y adaptándose a la nueva situación.
Acción Democrática, fundada por Rómulo Betancourt, había presidido holgadamente el país con el mismo Betancourt y con su sucesor Raúl Leoni. Hubiera podido seguir haciéndolo si hubiera aceptado al candidato natural, además de popular, que era Luis Beltrán Prieto Figueroa. Les pareció a algunos sin embargo que Gonzalo Barrios, más blanco y más fino y seguramente más derechoso, era más presentable. A algunos les pareció que Prieto era demasiado prieto, demasiado feo, que Venezuela se merecía un presidente más lucido. Perdieron los adecos en sus dos versiones, y asumió el poder Caldera, el candidato preferido de casi todos los vascos organizados en el país.
Llegado en 1966, me hice venezolano en cuanto pude y pude pronto, porque estuve rodeado de amigos venezolanos que me echaron una mano. Voté en 1968 por primera vez en mi vida y di mi voto a Luis Beltrán, porque me pareció que era lo mejor para la mayoría de los venezolanos, aunque ya presentía que no ganaría, y porque intuí que lo habían descartado también por motivaciones racistas. Luego, con ocasión del Proceso de Burgos, en diciembre de 1970, fui a casa de Prieto Figueroa, un maestro digno a tiempo completo, a pedirle su firma en favor de los presos de ETA en riesgo de muerte. Vivía digna pero modestamente, y me dijo, mientras firmaba, casi sin leer el escrito: "¡Qué es una pinta más para un tigre!". Los venezolanos, los latinoamericanos en general y los políticos en particular, son muy dados a este tipo de dichos.
Muy pronto comencé a dar clases en la Universidad Católica Andrés Bello, regida por los jesuitas, en la Esquina de Jesuitas primero y luego en La Vega, donde yo mismo estaba terminando mi carrera, cuyo rector es hoy un bergarés, Luis Ugalde, a quien recuerdo muy gauche divine y muy institucional entonces, y uno de los críticos más sólidos y activo del presidente Chávez en la actualidad. Tenía muy franca relación con alumnos y alumnas, hijas de la burguesía en su mayoría, cuando comenzaba su interés por una profesión que hasta entonces había sido muy masculina y poco adecuada para niñas bien. Una vez empecé a no sentirme extranjero, empecé también a manifestar críticas, además de elogios, a un país que ya sentía mío a todos los efectos.
Un día, en clase, pregunté si había racismo en Venezuela, y me respondieron, molestos, que no, que ni hablar: eso en Estados Unidos, sí, pero no en Venezuela (se contaba ya una broma, un chiste, de un venezolano, rico, que fue a hacerse un chequeo en Houston y escribía a la familia diciendo que había una cosa que no le gustaba allí: había mucho racismo. Y otra, que había demasiados negros). Insistí y les pedí que me dijeran cuántos presidentes y directores de Gobierno y de bancos y de clínicas no blancos conocían, cuántos obispos, cuántos generales... Pa ver, pa ver..., recuerdo que murmuraban mientras pensaban. No encontraron ninguno, y sabían de qué hablaban, porque provenían de las clases dirigentes. A niveles más bajos del Ejército y de la Iglesia y otras instituciones relevantes, había mucho mestizo y algunos negros, pero en las cúpulas, no. No sé si eso habrá cambiado, pero sospecho que no, no antes del advenimiento de Chávez.
¿Y por qué este largo exordio si se supone que debo hablar del referéndum del domingo en Venezuela, como se me ha pedido? Porque muy pocas veces veo que se tome en consideración el factor racial, muchas veces conviviendo con el de clase, a la hora de analizar pasiones, amores y desamores, afecciones y desafecciones. Ni en el caso de Venezuela, ni en el de Bolivia, aunque en este caso resulte inevitable, ni en otros, como Guatemala, México, Perú, Chile, Ecuador, Colombia... América Latina en un continente mestizo y en diferentes medidas indígena, pero sus dirigentes no lo son en la misma proporción ni de lejos, ni siquiera en Cuba. Chávez y Evo Morales, de quien Vargas Llosa se empeñó pronto en decir que no era indígena sino ladino, cuestionan demasiadas cosas, además de las que se contestan abiertamente.
Chávez acabó con muchos usos y costumbres y algunos tabúes en la Venezuela moderna. Hugo Chávez es el primer presidente mestizo que utiliza en su favor esa condición. El presidente de Venezuela es mestizo como la mayoría de su pueblo y es al primero al que la mayoría de su pueblo entiende, según me confesó un jesuita vasco muy arraigado en la Venezuela real, poco partidario del presidente por otra parte, que me explicó que es muy listo, astuto incluso, que me hizo reflexionar sobre lo equivocados que estaban los que lo ridiculizaban por su aspecto, por sus modos, por sus maneras, por su hablar, cantar y contar. Chávez no habla para ese treinta por ciento que siempre tendrá en frente, que no le escuchan, que no le quieren entender: habla para todos los demás, a los que quiere suyos, a los que siente próximos, a los que quiere compañeros de viaje.
Cuando escribo esto ya sabemos que el presidente no ganó su referéndum. Sabemos también que el proceso fue limpio, pacífico, democrático, tanto al menos como otros de los incontestados por las buenas gentes. Y que la oposición acertó participando en él, aunque dijeran que estaba amañado. Se abre un tiempo nuevo en Venezuela, que debería ser esperanzador para las gentes de buena voluntad. Hay lecciones para todos, hay motivos de sobra para contestar a Chávez, pero no porque sea un gorila rojo por añadidura -en lo que una parte de la oposición no estaría de acuerdo-, no porque ponga en ridículo a Venezuela, no porque sea impresentable, tal vez porque sea evidentemente prieto, como la mayoría de su pueblo, volveré a recordar. Se abre un tiempo de esperanza, en el que el presidente debería asumir que los proyectos deben trascender al líder, que ningún jefe de Estado debe ser vitalicio ni insustituible, no como el de España, que lo es por gracia del Caudillo, no como el que parece querer el de Colombia, amenazando con cambiar la ley para repetir una vez más, no como el que pretendía y en el que parece querer insistir el de Venezuela: se lo acaban de decir sus conciudadanos, bastantes de ellos, dispuestos a seguir apostando por Chávez si interioriza la lección.
Y terminaré diciendo que en el (mal) trato del rey Juan Carlos al presidente Hugo Chávez me pareció detectar también, además de mala educación e inoportunidad política, una reacción racista y clasista, como de patrón a peón de hacienda, mestizo por añadidura. No me imagino a ese mismo rey, en las mismas circunstancias físicas y psíquicas, respondiendo con una reacción similar a las impertinencias de un jefe de Estado blanquito y bonito. Muchos de quienes le han reído la real gracia a lo largo de América Latina, estaban riendo porque la había hecho contra un mono, un gorila, un patán, con pretensiones de conducir a fuerza de dinero a blanquitos del Cono Sur, por ejemplo, ejemplo para el que cuento con sobradas muestras, incluso desde gentes de izquierda. Los que le rieron la gracia en España lo hicieron simplemente por costumbre, servil. El colmo es que pongan ahora el grito en el cielo porque Chávez lo esté aprovechando en su favor, como aprovechó aquellas indignantes palabras del Papa en Brasil, cuando dijo que los pueblos indígenas estaban expectantes, deseando que llegaran los evangelizadores europeos, los conquistadores para bien de los conquistados. El Papa medio rectificó. Los Reyes, que son irresponsables por decreto, no rectifican.
El proceso fue limpio, pacífico, democrático, tanto al menos como otros de los incontestados por la gente
El presidente debe asumir que ningún jefe de Estado debe ser vitalicio ni insustituible, no como en España
CUANDO LAS IMPRECISIONES SE CONVIERTEN EN FALSEDADES
Iruña Urruticoechea
Leyendo el artículo cuando pigmentación y pobreza coinciden, en el blog de José Félix Azurmendi, en el que hace referencia y recoge su escrito en DEIA del día 4 de diciembre -Chávez, el primer presidente mestizo que lo usa en su favor-, encontré tantas imprecisiones sobre mi país, que no me quedó sino pedir un derecho a réplica al periódico.
Comencemos por aclarar algunas de esas imprecisiones que, sobre el padre Luis Ugalde, SJ, actual Rector de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), y la izquierda se leen.
En la época en que el profesor Azurmendi fue cobijado por Venezuela, nunca coincidió en la UCAB con el padre Ugalde. Los primeros años, porque estudiaba y vivía en Alemania, en los siguientes, porque a su regreso a Venezuela, el padre Ugalde fue excluido de la UCAB, acusado de haber asesorado a los estudiantes que estaban en huelga de hambre. Es decir, imposible que lo recuerde con una "franca relación con hijas de la burguesía", porque ni estaba ahí, ni lo conocimos las niñas bien como yo, y otras no tan niñas, pero todas batalladoras. ¿Eran mayoría las mujeres en las escuelas de periodismo de la España de los 70? Porque en Venezuela sí. Además, dice recordar al padre Ugalde como "gauche divine" y eso es aún más difícil, porque además de no estar ahí, cómo podría ser tildado de "divine" el que prefiere vivir en un cerro caraqueño a hacerlo en ¿Euzkadi?, por ejemplo.
Sería bueno que el profesor Azurmendi, si algún día viene a Venezuela, le pida al padre Ugalde que lo lleve al cerro y así pueda ver el brillo en los ojos de los pobres a los que él escucha y atiende.
Para seguir con la izquierda. "La izquierda estaba entonces bajando del monte", dice Azurmendi. Vamos a la historia, el castro/comunismo estaba en el monte, la pacificación es del presidente Caldera, es decir, posterior.
Porque la izquierda estaba en el poder. Insinuar que Rómulo Betancourt, Raúl Leoni o Acción Democrática, partido miembro de la Internacional Socialista, no eran de izquierda es una opinión y no un hecho.
Ahora, el racismo. He tenido que buscar fotos de los presidentes y candidatos a los que se refiere el señor Azurmendi, ya que para nosotros, la pigmentación es tan poco importante, que no recordaba de qué tonalidad era la de los citados. A Rómulo Betancourt, Raúl Leoni y Gonzalo Barrios se les veía más el negro que el blanco o el indio. A Rafael Caldera se le ve más el indio que el negro o el blanco. Y a Luis Beltrán Prieto Figueroa se le veía más el negro, pero más aún sus desproporcionadas orejas, tan famosas que las utilizó como logotipo de su partido. Así fueron las cosas.
En 1966 ocurre la tercera división de Acción Democrática, con ocasión de la escogencia del candidato presidencial. Había dos recandidatos, Gonzalo Barrios y Luis Beltrán Prieto Figueroa. José González Navarro, secretario sindical de AD, proclama en Yaracuy a Prieto como candidato, esto ocasiona la protesta de otros dirigentes de menor nivel del movimiento obrero adeco. Posteriormente, Barrios recibe el homenaje de esos dirigentes, mayoritarios, y Prieto Figueroa se separa de AD fundando el Movimiento Electoral del Pueblo (MEP).
Sin pretender ser perfectos, pero en el metro en Caracas no se ha golpeado a nadie por su color, tampoco en los estadios se ha insultado a ningún jugador por su raza. Los venezolanos tenemos suficientes problemas propios y no necesitamos nos endilguen los que padecen otros países. Y lo digo con conocimiento de causa, porque es, justamente en Bilbao, donde he sentido el racismo en carne propia.
Y hablando un poco de democracia, los presidentes democráticos deberían hablarle al 100% de los ciudadanos, no sólo a sus votantes. En este caso, en el plebiscito ("El que vota Sí vota por Chávez. El que vota No vota contra mí", Chávez dixit) del 2 de diciembre, sólo votaron por él algo más de 4 millones, de 14 millones inscritos en el Registro Electoral, de 26 millones de venezolanos... La vez que más votos ha obtenido, no se sabe bien cómo, ha sido poco más de 7 millones. Y unas preguntas a los lectores, ya que el profesor Azurmendi tiene la osadía de tocar el tema electoral venezolano. ¿Irían ustedes a unas elecciones si el padrón electoral sólo lo tuviera el PP? ¿Irían a unas elecciones en que los votos los cuentan unas máquinas electrónicas que compró y programó el PP?
La gente de IU ha respondido a esas preguntas: "No es lo mismo". ¡Claro! Cómo pretendemos nosotros, pobres indios, compararnos con ellos, seres superiores.
Por último, los modismos. La expresión que nosotros usamos es "¡Qué es una raya más para un tigre!". Para nosotros, la palabra pinta, se refiere al espectro físico logrado al usar determinados atuendos, jamás a las manchas en los animales. Luego, prieto en minúscula, no existe en Venezuela, creo que en México sí. Gorila, para los venezolanos, es un militar fascista, y su principal exponente es Pinochet. No tiene nada que ver con el color de la piel. El profesor Azurmendi confunde los términos de distintos países, tanto como las idiosincrasias.
*Es periodista
Demasiado largo los comentarios que hoy nos trae Aansagasti hasta sus páginas.
Por mi parte dos consideraciones. Hubo otro personaje, el más ilustre que ha pisado Venezuela que era al igual que Chávez, mestizo; es Simón Bolivar. Este lider tiene y supongo que debería ser motivo de orgullo para él, una ascendiente negra. ¡Pobre Salvador de Madariaga! nunca pudo volver a Venezuela por atreverse a contarlo. La alta burguesia venezolana no le perdonó que sacara a relucir esa "impureza" en la sangre del mítico Bolivar.
Otra cosa que se dice muy equivocadamente es que (copia textual)
"... que ningún jefe de Estado debe ser vitalicio ni insustituible, no como el de España, que lo es por gracia del Caudillo..."
Cualquier republicano como yo lo hubiera firmado a ojos ciegas. No soporto que no pueda elegir en las urnas al Presidente de mi Nación. Pero hay que recordar que el pueblo español pudo derrotar esta ley sucesoria en el referendum de la Constitución y no lo hizo. Es cierto que Franco puso el primer ladrillo, pero sólo fue eso, el resto lo pusieron el resto de españoles mayoritarios votantes del SI. En esto, toda la culpa a Franco es injusto. Demos a cada uno lo que le corresponde en cada circunstancia.
Publicado por: Kimo | 01/03/2008 en 10:03 a.m.
Kimo,
Ya estoy de vuelta de vacaciones y con ganas de pelea (en sentido figurado, claro).
Si a mí me das a elegir entre pasar hambre, o un plato de chuletón con coles de Bruselas, como es natural elegiré el plato de comida por mucho que las coles me parezcan vomitivas (que me lo parecen). Me comeré el chuletón y después ya decidiré lo que hago con las dichosas coles.
El sistema democrático, el chuletón.
La monarquía, las coles de Bruselas.
Mi opinión: ojalá se hubiera planteado el referéndum de la constitución "por capítulos"...
Saludos.
Publicado por: Antonio Acevedo | 01/07/2008 en 12:48 p.m.
/// BANDERAZO DE PAZ ///
*APARTIR DE ESTE 12 DE MARZO COLGAREMOS LAS BANDERAS TRICOLOR Y BLANCA
TRES COLORES, TRES PUEBLOS, TRES CONFLICTOS, UN SÓLO SENTIMIENTO, ¡LA PAZ!
Todos LOS CIUDADANOS DEL COMÚN que NO queremos guerra entre paises hermanos, que exigimos paz y libertad, COLGAREMOS NUESTRA BANDERA ACOMPAÑADA DE OTRA BANDERA BLANCA A PARTIR DEL 12 DE MARZO, DÍA DEL BANDERAZO POR LA PAZ., demostrándole al mundo entero la verdadera unión de un pueblo que grita y exige PAZ!
cuelga tu bandera en casa, carro, oficina, o donde vayas, BANDERAZO POR LA PAZ
Publicado por: BANDERAZO POR LA PAZ | 03/06/2008 en 04:52 a.m.