Iñigo Urkullu/Unai Ziarreta/Javier Madrazo
¿Cómo interpretar que los principios aplicados por un tribunal puedan ser la base para exonerar de responsabilidad penal a un banquero y que ese mismo tribunal, en un procedimiento de características parangonables, olvide sus propios criterios y condene a tres representantes públicos?
¿Cómo entender que tras un sobreseimiento de la causa y dos sentencias absolutorias se retuerza la lectura jurídica de un caso hasta alcanzar la condena?
¿Cómo comprender que todo el mundo se equivoca en la interpretación de la ley -Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Ministerio Fiscal- salvo la escabrosa y montaraz “verdad jurídica” de un sindicato ultraderechista, antisistema y de dudosa reputación democrática?
¿Como creer en la independencia de unos jueces que, en contra incluso del criterio del Ministerio Fiscal y con el único soporte de una acusación popular ejercida por un sindicato ultra, no han detenido su actuación hasta alcanzar el objetivo condenatorio en un ejemplo palmario del dicho popular de “quien la sigue la consigue”?
La sentencia del Tribunal Supremo conocida el pasado lunes por la cual se condena a Juan María Atutxa, Gorka Knörr y Kontxi Bilbao por un delito de desobediencia es, sin duda alguna, una de las decisiones más graves y de mayor alcance que representantes de un poder del Estado español han protagonizado contra la voluntad democrática de la sociedad vasca desde el establecimiento de la democracia.
Decisión grave no por su impacto personal, que también, sino por la intromisión, desafuero y deslegitimación que supone contra las instituciones vascas, y especialmente contra el Parlamento Vasco, órgano legislativo de la Comunidad Autónoma Vasca, cuya independencia, autoorganización y legitimidad han sido saboteadas por la interferencia de un poder ajeno, contraviniendo no ya la separación de poderes sino su esencia diferenciada marcada en el ordenamiento jurídico vigente.
Decisión de gran alcance ya que, de momento, él Tribunal Supremo ha atropellado a una de las instituciones comunes que los vascos refrendamos a la hora de establecer nuestra vínculo de convivencia en el Estado español, al amparo del título octavo de la Constitución y su desarrollo en el Estatuto de Autonomía de Gernika.
Decimos “de momento” porque mucho nos tememos que esta última actuación judicial politizada, jaleada por quienes desean abortar el autogobierno vasco, sea la antesala de nuevas iniciativas arbitrarias, revestidas de un soporte jurídico indefendible, que tengan como horizonte próximo la condena del diálogo político y como consecuencia práctica la sanción e inhabilitación de la máxima institución del país, del lehendakari de Euzkadi.
La sentencia del Tribunal Supremo no es una casualidad ni un hecho aislado.
En estos casi treinta años de autogobierno vasco la voluntad política expresada en las urnas, los marcos jurídico-políticos de convivencia pactados entre Euzkadi y el Estado español han sido sistemáticamente coartados, recortados, limitados y reconvertidos. A veces ha sido debido a la acción política, mediante leyes vulneradoras de derechos; en otras ocasiones, las más, la agresión ha procedido de la actuación constante y pertinaz de una justicia politizada al servicio de la desnaturalización del autogobierno vasco. Marcos competenciales desdibujados, limitación en la capacidad de gestión, sentencias uniformadoras, .etc., se han sucedido en todo este tiempo gracias a la constante deriva de un poder judicial que, mayoritariamente, pasó de la dictadura a la democracia sin transición alguna y sin reciclaje democrático.
Pero de un tiempo a esta parte la vocación política de determinados magistrados y órganos judiciales ha hecho que la intromisión judicial en el ámbito político provoque situaciones límite como la que hoy vivimos.
El intento de anulación, por la vía de hecho, del Concierto Económico provocado por el propio Tribunal Supremo, con su próxima vista prejudicial en la Corte de Luxemburgo; la validación de leyes excepcionales ilegalizadoras de ideas y formaciones políticas, de aplicación arbitraría, dando cobertura a la restricción de derechos civiles que penalizan a una parte de la sociedad a la que se le priva de su derecho a la libre elección; la supeditación de la actuación y la autonomía parlamentaria reflejada en la sentencia dictada contra Atutxa, Knörr y Kontxi Bilbao, y la criminalización del diálogo para alcanzar la paz con el procesamiento del lehendakari y de otros representantes políticos nos hace pensar que estamos ante un grave riesgo de involución política.
Algunos dirán, en su complacencia y afinidad con los objetivos definidos por esta estrategia de justicia politizada, que la pretensión de quienes firmamos este escrito es presionar a los magistrados, que sólo aceptamos los autos judiciales cuando éstos nos son favorables. Dirán igualmente que pretendemos situar a nuestros representantes institucionales por encima de la ley. Y no es cierto.
Pretendemos una Administración de Justicia como poder independiente, pero de ninguna manera admitiremos una Justicia como poder con autonomía política.
Nuestra pretensión no es ni presionar a los jueces ni menoscabar su imparcialidad. No queremos ni favores judiciales ni situar a nuestras instituciones y a sus representantes por encima de la ley.
Nuestra voz se alza para denunciar una estrategia que nos conduce al derrumbe de la democracia. Una estrategia que utiliza a determinados jueces como partisanos, como ariete de choque contra la voluntad de la ciudadanía. Y cómo representantes de esa misma ciudadanía, más que nunca, reivindicamos la acción política y, porque es consustancial a ella, el valor del diálogo. Acción política y diálogo sin cortapisas ni procedimientos viciados que impidan la convivencia y el entendimiento. Negar la política y el diálogo es tanto como negar la solución de los problemas y de los conflictos políticos como el que afecta a nuestro país.
Las instituciones que hoy se ven erosionadas por la vía judicial son el fruto de la voluntad de la sociedad vasca. Voluntad que hoy y mañana se seguirá expresando para decidir su presente y su futuro.
Con ese afán, en defensa de la legitimidad, de la dignidad de las instituciones vascas y de sus representantes, y como respuesta cívica de un Pueblo que exige respeto a su voluntad democráticamente expresada, convocamos a toda la ciudadanía vasca a manifestarse pacíficamente el próximo sábado, día 26 de enero, a las 18.00 horas, por las calles de Bilbao.
Iñigo Urkullu, Unai Ziarreta y Javier Madrazo son presidente del EBB del PNV, presidente de Eusko Alkartasuna y coordinador general de Ezker Batua-Berdeak, respectivamente.
A Madrazo al que usted le ha metido el dedo en el ojo siempre que ha tenido oportundiad, ¿ahora le publica un manifiesto? ¿Ahora le parece un caballero digno de tenerle en cuenta?
¡¡Ya está bien Anasagasti!! Ya está bien. Es usted más falso que él.
Publicado por: Nicolás | 01/30/2008 en 12:44 p.m.
Buen texto, se puede suscribir casi todo. Pero, la verdad, resulta difícil denominar democracia a una entidad formada de cosas inorgánicas que resultan en un magma disfuncional y chirriante. La palabra democracia es mucha palabra, hermosa palabra, para ponerla como alfombra a las patazas de Juanito; es decir, para llamar con ella a este régimen de franquismo Postmoderno, ideado por Franco y confiado a Carrero Blanco para los detalles de organizar la "oposición oficial" a "su" dictadura. Aunque no le convenciera, no tuvo otra salida Paquita la Culona.
Lo que se derrumba es nada menos que la Monarquía de 1874, la momia del siglo XIX que la casta de 1975 consideraba la "panacea" del progreso, el armatoste en el que pretendían asentar el siglo XXI. Nada menos. Aquellas lumbreras no tuvieron en cuenta que el sistema alfonsino (represor y machacador del ideario republicano), se derrumbó bastante pronto. Porque otra de las falacias que difundieron y difunden hoy los "Transicioneros" fue que la cartita otorgada del 78 es la que más tiempo ha "aguantado". El texto de 1876 fue papel mojado pronto, entre otras cosas, porque los cacicotes palaciegos, en Madrid, se negaron a darle a Cuba el perfil moderno que demandaba por via... estatutaria. Paradojas de la vida.
Y ahora tenemos que todo el mérito de aguantar el teatro zarzuelero actual, un remedo de todo aquello, le corresponde solamente a un superman aparecido en 1981, ya que parece que el hombre ha terminado creyéndose su propio cuento (esto recuerda el caso de Johnny Weismuller, alias Tarzán, la manera en que acabó su vida). Cree Magneto que la democracia es verdaderamente obra suya, y que por tan motivo la puede transferir mediante sus genes.
Pues eso es lo que sucede, que estamos en plena movida de ese tipo desde el 2003. Todas las que han ocurrido ahora, que son recurrentes pero se amontonan desde el 31 de diciembre, fueron inauguradas en Chile a bombo y platillo. Vienen en compañía de síntomas paralelos, y de todos el que más canta siempre es la censura feroz. Si desde un principio, en el 2003, se ha ejercido de manera siniestra sobre los ciudadanos (salvo usted, el resto de políticos les da abiertamente la espalda), la maquinaria inquisitorial ya da la cara en cuanto al cumplimiento de su natural ciclo (alguien se enroca) y afecta de lleno a los medios. Tras el secuestro de El Jueves (no quedaron escarmentados, por lo visto) han ido ahora por el canal Telecinco, que probablemente va a experimentar pérdidas cuantiosas. Bueno, pues tal vez se lo merece, por haberse bajado los pantalones su jefe y portarse como ser...-vil.
Publicado por: La República se siente | 01/30/2008 en 03:07 p.m.
Bueno creo que llega un poco tarde este post o escrito de los tres representantes del partido.
Sigo diciendo que es injusto lo que está sucediendo, pero las injusticias no solo las tienen los políticos. ¿Cabría pensar el mismo apoyo, ante una injusticia de una persona ciudadana de a pie por parte de los políticos? Yo creo que no. Les daría absolutamente igual, y solo pensarían en su seguridad y en seguir sus vidas en sus palacios de cristal. Haciendo que hacen, pero que finalmente no hacemos nada. Mucho bla,bla,bla,bla......y pocos hechos.
Estoy absolutamente segura, que la sangre no va a llegar al río y que Atutxa esté tranquilo, sino que coja unas vacaciones tanto trabajo en la Fundación Sabino Arana tiene estresado a medio personal. Mejor no estar dando vueltas a este asunto, porque es pecar de victimismo. Y por mi lado tengo otras preocupaciones que seguro que ninguno de los políticos de este país les importara un pimiento. Ya tienen bastante con llenarse su ego.
Publicado por: nuria | 01/30/2008 en 04:43 p.m.
¡¡¡DERRUMBE DE LA DEMOCRACIA!!!
De verdad señores,ustedes tienen que bajar de
la nube.Quizás el calificativo que mejor le
queda es el de fatuos.Todo,absolutamente todo
según ustedes gira en torno al "problema vas-
co".Yo empiezo a pensar que quieren que los
demás le hagamos el "trabajo sucio".Es decir
que desde fuera presionemos para que se lar-
guen.Díganlo así,claramente,y seguramente lo
conseguirán.¡¡Ojalá!!.
Sr. Madrazo:el día que usted pueda explicar
su postura puede ser impresionante.Lo suyo
es "el mundo al revés".Así les va.En Gali-
cia ni existen.Claro,los equivocados somos
los Gallegos.
Cada vez estoy más convencido que el nivel
de los actuales ejercientes en política es
deprimente.No aguantan un asalto contra los
de la época pos-Franco hasta las dos legis-
laturas de González.Será por la paralela
decadencia de la sociedad.Seguro.
Evidentemente soy fascista y nacionalista
Español.¡¡¡Tiene cojones la cosa!!!.
Y lo dicen muchos de ustedes que no vivie-
ron practicamente la dictadura.
Sinceramente creo que son unos irresponsa-
bles.
(Lo de fascista y nacionalista Español es,
naturalmente,lo que espero de Ible y com-
pañia).¡Qué coño sabrán!.
Saludos cordiales.
Publicado por: santiago | 01/30/2008 en 10:27 p.m.
No sufras Santiago, Ible aparecerá y seguirá haciendo el ridículo como en él es habitual. Piensa que es el "cortito" de estas páginas y sólo se debe realizar, sentir bien, cuando babea intentando insultar.
Poco podemos hacer los demás por él; sólo tenerle lástima. No seamos muy duros.
Publicado por: Zuazo | 01/31/2008 en 10:57 a.m.