
Hace 58 años, un 16 de diciembre, D. Manuel de Irujo pronunció esta conferencia a manera de síntesis histórica de nuestro pasado, dirigida a la juventud vasca. Cincuenta y ocho años después, reproducimos la misma como homenaje a la labor del insigne navarro y como aporte a esa misma juventud a la que D. Manuel de Irujo se dirigió, para que estudie en sus raíces y en la tolerancia, las bases del nacionalismo democrático.
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Fuerte cosa es la de acometer el tema de la historia del pueblo vasco para desarrollarlo en cuarenta minutos. Trataré de cumplir el cometido con buena voluntad.
1.- De cómo debe hacerse la Historia.
La Historia, como sabéis, debe ser edificada, más que con hechos, con instituciones. Los hechos interesan, en cuanto nos conducen al conocimiento de la cultura de un pueblo, de su forma de vida, de su moral, de su aportación a la humana civilidad. Hay hechos que por sí solos trazan la Historia, y es preciso conocerlos. Pero, por lo general, interesa más el régimen de vida familiar que el ruido de las armas y el esplendor de las Cortes.
2.- La Prehistoria.
La Historia comienza ayer, pero la humanidad es más antigua que la Historia. Antes que los archivos de pergamino o de papel, los hombres hicieron archivos de las rocas. La Prehistoria comprende dos grandes periodos: el paleolítico, desde el origen del hombre hasta unos 8.000 años antes del nacimiento de Cristo; y el neolítico que suelen fijarlo unos 2.000 años antes de Cristo, en fecha coincidente con la llegada de los arios a Europa.
3.- Iberos y vascos.
En el período magdaleniense, al final del paleolítico, aparecen las pinturas rupestres.
Estas definen la existencia en el Sur-Oeste de Europa y Norte de África de dos culturas: la Franco-Cantábrica, situada a los dos lados del Pirineo y a lo largo de la cordillera cantábrica; y la capsiense, que se establece en las costas del Mediterráneo, Norte de África, Oriente y Sur de la Península Ibérica. La primera produce figuras de animales sin que apenas se proyecten rasgos humanos. Ha sido estudiada en cerca de un ciento de cuevas, la mayoría en Francia. Son archivos de esa cultura las cuevas de Santimamiñe y Altamira. La capsiense trata figuras humanas como parte fundamental.
Tras las manifestaciones rupestres, viene la cultura dolménica, la de los sepulcros. Aquellos dos grupos humanos establecidos en la Península Ibérica, adquieren en la técnica prehistórica los nombres de "cultura pirenaica" para la francocantábrica, y "cultura de Almería" para la capsiense. Durante la época neolítica, la de la piedra pulimentada y la de los metales, estos dos grupos establecen zonas de contacto, pero continúan con su propia personalidad, y con ella reciben 2.000 años antes de Cristo la invasión de los arios. Los hombres de la cultura franco-cantábrica o pirenaica son los vascos. Los hombres de la cultura capsiense o de Almería, son los iberos.
4.- Los vascos y el Pirineo
Estas conclusiones, claro está, que no son el Evangelio. Yo acepto la lección que he aprendido siguiendo la norma corriente de actual estimación de los problemas prehistóricos. Los autores que más he manejado para ello han sido los Sres. Aranzadi, Barandiarán y Bosch Gimperá. Pero, existen autores que, sobre todo en el pasado, han mantenido la tesis vasco-iberista, fundándose de manera singular en el idioma, pretendiendo descifrar con el euskera las inscripciones ibéricas. Esa fue la tesis del Padre Larramendi, que Humbolt popularizó y que modernamente ha sido sostenida por Schuchardt, Cejador y Menéndez Pidal. Sin embargo, en la actualidad, con testimonios de los archivos de las rocas, de las tumbas y del idioma vasco, la deducción adoptada por la ciencia es la de que el pueblo ibero es de origen africano y el pueblo vasco de origen europeo. En frase de Duhourcau: "Tout Pyrénéen est un peu Basque dans son tréfond".
5.- La etnia vasca.
El análisis de la sangre ha traído un nuevo aporte al conocimiento de las etnias humanas. Comenzados en Alemania, estos estudios han adquirido en Francia, Inglaterra y Estados Unidos gran desarrollo. La Asociación Americana para el Progreso de la Ciencia ha publicado un informe del Dr. William C. Boyd, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston, la clasificación de razas humanas, basada en los caracteres hereditarios de la sangre, es, según el autor la siguiente: Europea primitiva, representada totalmente en la actualidad por los vascos; Europea, que comprende el resto de la raza blanca; Africana o negroide; Asiática o mongoloide; Indígena americana; u Australoide.
6.- Iberos y celtas.
Los autores griegos y romanos, con los que entramos en la Historia, llegan a la Península Ibérica, después de haber sufrido ésta la invasión de los celtas, arios, que luchan con la población primitiva y se mezclan con ella de manera diversa. Para aquellos autores, la población primitiva era genéricamente considerada ibérica.
7.- Roma y los vascos.
Los romanos encuentran a los vascones en las riberas del Ebro, luchan contra ellos en Calahorra y los vencen. A partir de las guerras cantábricas, 19 años antes de Cristo, los vascos parecen estar fuera de la Historia, hasta que la invasión de los bárbaros vuelve a darlos de alta, con la caída de Roma. Huesca y Calahorra fueron romanizanidas. Jaca, Pamplona, Cascante, Tudela, Oyarzun, Castro Urdiales y otras villas, esparcidas entre el país vasco, ponen de manifiesto el asentamiento de cuarteles romanos en nuestro país, cruzado por la vía del Ebro y la de Astorga a Burdeos aparte otras accesorias. Sin embargo, no se encuentra en área vasca un gran monumento romano. El país no se romanizó. Conservó el idioma propio, a diferencia de todos sus vecinos que lo perdieron, sustituyéndolo por el latín. Ni siquiera recibió de los romanos la predicación cristiana, cuya aceptación por el país parece probable fue posterior a la caída del Imperio. Estos hechos dan a entender que hubo entre romanos y vascos una situación de convivencia, más o menos tolerada o paccionada. En lugar de sublevarse como los cántabros, los vascos se adaptaron al Imperio Romano, para que éste respetase a los vascos. Tito Livio, en su libro 41, cap. 4, refiere cómo el pretor romano Sempronio Gracco estableció para los vascones ribereños del Ebro "leyes terminantes y claras que les unían al pueblo romano con lazos de alianza y amistad cimentados con recíprocos juramentos".
8.- Fin del Imperio Romano de Occidente.
Derrumbado el Imperio Romano por los bárbaros, se establecen al Norte del Pirineo los francos y al Sur los visigodos. Prescindimos de otros transitorios ocupantes de procedencia similar. Los vascos se hacen cargo de las villas romanas enclavadas en su territorio y se defienden contra los invasores. Así surgen, el Ducado de Vasconia, el Reino de Navarra, el de Aragón y los Señoríos vascos occidentales.
9.- Visigodos y árabes.
Los visigodos estuvieron en constante lucha con los vascos. Fueron aquéllos ocupantes transitorios de Pamplona. Crearon los visigodos el Ducado de Cantabria, feudatario de Toledo, que englobaba todo el país vasco. El último Duque de Cantabria fue Fabila, padre de Pelayo, el primer caudillo cristiano de Asturias. Luchando contra los vascos se encontraban el último rey visigodo, Don Rodrigo, cuando los árabes pasaron el estrecho de Gibraltar. Se apoderaron rápidamente de la Península y pasaron los Pirineos, llevando la lucha a los campos de las Galias. Desde entonces, los vascos tuvieron que luchar contra los cristianos y árabes por su existencia y contra los árabes además por su fe.
10.- El Ducado de Vasconia.
El siglo VIl surge el Ducado de Vasconia. Alterna una vida independiente con una vida feudal, y termina absorbido en Aquitania. Oihenart, Campión y Jaurgain, entre otros, han estudiado con detención la vida del Ducado de Vasconia, vida embrollada y confusa, dice Campión, cuyas vicisitudes afirma hallarse envueltas en sombras tartáreas.
11.- Navarra y Euzkadi Occidental -Unidad jurídica vasca.
El siglo IX nace el Reino de Navarra. Le sirve de cuna el Ducado de Vasconia y de motivo la lucha contra los francos en el que aquél se debatió de manera constante. Al mismo tiempo que el Reino de Navarra, se organiza el país vasco occidental, en lucha contra la monarquía asturiano-leonesa y contra los árabes. Llega el momento en el que todos los territorios vascos integran la corona real de Navarra.
12.- Ruptura de la unidad jurídica vasca.
La primera separación se produce en 1035, en el Testamento de Sancho III el Mayor. Todos los territorios vascos de ambas vertientes quedaron formando parte del Reino de Navarra, menos el Condado de Aragón, que abarcaba el territorio de los jacenses, y que fue convertido en Reino independiente de Navarra.
La segunda separación tiene lugar unos años más tarde: 1054. Con la presión de Castilla, Vizcaya toma por Señor un dignatario de la Corte de Castilla, si bien salva su vida libre y su régimen foral. La tercera tiene lugar en 1179, como consecuencia del laudo arbitral inglés de 1077, en cuya virtud, Rioja y Bureba fueron definitivamente incorporadas a la Corona de Castilla. La cuarta en 1200: Guipúzcoa, Álava y el Duranguesado pasan de la Corona de Navarra a la de Castilla. La quinta unos años después: Laburdi y Zuberoa se incorporan a Aquitania, bajo dominio inglés. Todas estas regiones salvan sus fueros, incluso Rioja. El año 1239, sesenta años después de la definitiva adscripción de Rioja a la Corona de Castilla, el Alcalde de Ojacastro puso en prisión a Don Morial, el Merino del Rey, porque pretendía hacer los juicios en idioma español, siendo así que, era viejo fuero de la Rioja el hacerlos en idioma vasco. En Rioja no se ha olvidado la progenie vasca del país. En 1931, al anunciarse la formación del Estatuto Vasco, la Diputación, la Cámara de Comercio y el Ayuntamiento de Logroño enviaron comisiones a las cuatro capitales vascas, para pedir la inclusión de Rioja en el territorio vasco autónomo.
En Rioja se produce la primera manifestación escrita en idioma vasco en el Código Emilianense del siglo X.
13.- La Corona de Navarra Peninsular se une a la de Castilla y la de Navarra Norteña a Francia.
Navarra continuó su vida como Reino independiente hasta 1512. La Liga Santísima de 1511 unió, entre otros, al Papa Julio II, al Rey de Inglaterra, Enrique VIII, y a Fernando el Católico. Con el objeto o la excusa de combatir a los franceses, el Ejército inglés desembarcó en Pasajes, la flota inglesa se situó en el Golfo de Vizcaya, y las tropas de Fernando el Católico ocuparon Navarra peninsular, que en 1515 fue unida a la Corona de Castilla, como Reino independiente, conservando todos sus Fueros y prerrogativas. Los Reyes legítimos de Navarra siguieron siéndolo de la Navarra norteña, hasta que Enrique III de Navarra pasó a ser Enrique IV de Francia. Desde entonces, los soberanos franceses, hasta Luís XVIII inclusive, lo fueron Reyes de Francia y de Navarra.
14,- Término de la vida foral vasca - El Estatuto de Autonomía,
La vida foral vasca, cuyo sentido daremos seguidamente, terminó para Laburdi, Benabarre y Zuberoa, el 5 de Agosto de 1789 por acuerdo de la Asamblea Constituyente de París. Para Álava, Guipúzcoa, Navarra y Vizcaya terminó en 25 de Octubre de 1839 por acuerdo del Parlamento de la Monarquía española. Hoy, las tres primeras son parte del Departamento francés de Bajos Pirineos y las cuatro últimas provincias de España. La República Española inició la rectificación de la política monárquica, otorgando Estatutos de Autonomía a los países con personalidad política propia. A su amparo fue proclamado el Estatuto Vasco de 1 de Octubre de 1936, creando un régimen a base de extensas facultades atribuidas al país en los órdenes legislativo, ejecutivo y judicial. El General Franco anuló aquel régimen. Navarra y Álava conservan actualmente algunas facultades autonómicas en el orden económico-administrativo y fiscal, totalmente abolidas para Guipúzcoa y Vizcaya.
Hemos andado en unos pocos minutos desde las edades oscuras de la Prehistoria hasta nuestros días. Vamos a posar ante instituciones y momentos históricos precisos, para reflejar de alguna manera el alma de nuestra Historia.
5.- El pueblo vasco, el cruce de las rutas de la Historia de Europa Occidental, lucha por subsistir.
Hay quien afirma, de buena fe, que el pueblo vasco se ha conservado desde los tiempos anteriores a la Historia hasta hoy porque vivió aislado, metido en su concha, defendido en la torre de marfil de su exclusivismo. Eso, queridos amigos, es una fantasía de poetas. Pero eso no es la realidad histórica, ni se le parece de lejos. El pueblo vasco vivió siempre en el cruce de los caminos, donde está enclavado el territorio que hoy ocupa. Debe el existir hoy, no menos al espíritu político de adaptación, que a la fortaleza de su pueblo. El pueblo vasco ha sabido hacer virtud de la flaqueza en momentos bien trascendentales de su vida. Y por haberlo hecho, subsiste hoy.
Roma exterminó la civilización de Almería, a la manera que Hitler pretendió exterminar a los judíos; y no obstante Roma pactó con los vascos un modus vivendi, que solamente conocemos por sus efectos; la subsistencia del pueblo, de la cultura y del idioma vasco.
Al derrumbarse el Imperio Romano, son los vascos sus últimos defensores en el Occidente. Defienden el modus vivendi que les ha permitido vivir más de tres siglos de paz. Los hombres que habitaban en las villas romanas y los que vivían en las montañas se unen, sin que exista noticia de luchas internas hasta que sobreviene, siglos más tarde, por causas diversas, la guerra de los barrios en Pamplona.
Surgen en el Occidente reinos. Y los vascos proclaman su Rey: "Rey de Pamplona y de las Montañas", que es su primer título. Previamente habían proclamado un Duque, el Duque de Vasconia, ceñidos a normas que trae el régimen feudal que se adueña de Europa. Vizcaya, Guipúzcoa y Laburdi, situados en el corazón del país, se defienden mejor contra las corrientes feudales, que penetran ampliamente en Álava, Zuberoa y Navarra, dejando en ésta, como en la organización británica de hoy, a los nobles y a los obispos, compartir con la representación del pueblo el poder legislativo del Estado.
El Testamento de Sancho el Mayor pudo obedecer a motivos diversos, en los que no voy a entrar ahora. Pero, es lo cierto que, separó a vascos e íberos, reuniendo a los primeros en los Reinos de Navarra y Aragón, y a los segundos en el de Castilla. Si Sancho el Mayor hubiera dejado reunidos todos sus Reinos, centrados en su capital, Pamplona, es lo probable que el pueblo vasco hubiera desaparecido como tal, subsumido en el conjunto peninsular. Debe su existencia tal vez de manera trascendente, a aquella separación. Nosotros no comprendemos hoy la razón del por qué Aragón, que a la sazón se reducía al país de los Jacenses, tan vascos como los restantes, se constituyó en Reino independiente de Navarra. Se dan motivos estratégicos y familiares. Pero, yo tengo por probable que, si los Reinos de Castilla, Aragón y Navarra hubieran quedado formando uno solo en aquel momento histórico, la colectividad vasca hubiera perdido sus contornos, y habría llegado al día de hoy convertida en una región de Castilla.
Las luchas de Navarra contra Castilla, tienen el aspecto aparente de guerras de Reyes; pero el sentido íntimo, profundo y trascendental, de lucha por la subsistencia de un pueblo, que se adapta a las circunstancias, que organiza sus derrotas, que cultiva su pobreza, y que aprovecha sus divisiones hasta para subsistir. Al día siguiente de la derrota de Navarra por Castilla en la batalla de Atapuerca en 1054, nace el Señorío de Vizcaya, independiente de Navarra, con un Señor que es alto dignatario de la Corte de Castilla. A ésta le interesa sobremanera respetar sus Fueros a los vizcaínos, para que sean buenos soldados de su Señor, y a las órdenes de éste, puedan luchar, como lo hacen, contra Navarra.
En 1176 Castilla vencedora de Navarra, corre peligro de anexionarla. Sancho VI el Sabio de Navarra paga la subsistencia del país con la pérdida de Rioja y Bureba en el laudo arbitral inglés de 1177, que se ejecuta en 1179. Al someterse al laudo el navarro, sabe que el Rey de Inglaterra, Enrique II, es suegro del Rey de Castilla, Alfonso VIII. Pero, ha salvado la vida del país.
El hecho se repite en 1200. Gipúzcoa, Álava y el Duranguesado salen de Navarra y entran en la esfera de la Corona de Castilla, con las máximas garantías de respeto a sus personalidades políticas respectivas. Al Rey de Castilla le interesaba disponer de soldados para luchar contra Navarra. Los paga con respetar a los vascos su libertad originaria. Pero, la máxima garantía para los Fueros y libertades de Euzkadi Occidental, la otorga, con su sola existencia, el Reino de Navarra.
Incorporada Navarra Peninsular a la Corona de Castilla, se respetan al Reino de Navarra la integridad de sus Fueros, con largueza y generosidad impropias del vencedor sobre el vencido. Pero, es que, al Norte del Pirineo queda la Navarra Norteña, y al frente de sus destinos la Casa Real de Navarra, que llena con sus actividades, tratados, operaciones militares y gestión política, largos años de Historia, Y el Rey de Castilla necesitaba tener satisfechos a los navarros del Sur, para que no fueran resistencia puesta al servicio de sus soberanos legítimos.
Yo soy navarro. Pero si no lo fuera, pensaría también cuánto debe Euzkadi a Navarra. Y soy republicano, mas reconozco que la institución que ha permitido al pueblo vasco conservar su existencia es el Reino de Navarra.
En el testamento de cada una de las generaciones de nuestro pueblo, existe un mandato imperativo, al que sus hijos nos debemos: SUBSISTIR; Si es posible en régimen de paz, adaptándose a la realidad; Si no puede salvarse la paz, luchando para salvar la subsistencia.
Entiendo por ello que los vascos tenemos una gran preparación para ser exilados políticos, por largo que sea nuestro exilio. Porque, la primera condición del exilado, la que otorga vigor representativo a su condición, es la moral y la determinación de subsistir.
16.- Por qué el pueblo vasco es pequeño - El Árbol Malato.
Con frecuencia se hace una reflexión al tratar de la Historia vasca. Un pueblo fuerte y vigoroso, asentado en Europa desde la Prehistoria, que presenció la llegada de los indoeuropeos al continente: ¿Cómo constituye un pueblo tan pequeño?. ¿Por qué no ha logrado hacer un pueblo mayor?
Voy a contestar a esa pregunta, utilizando argumentos históricos. Dejo a científicos, sociólogos y poetas los restantes.
Una de las tradiciones de mayor aristocracia del pueblo vasco es la tradición del Árbol Malato. Este es el nombre que le da el Fuero de Vizcaya, pero la tradición es multisecular. El Árbol Malato es un árbol simbólico que crece en los límites del país. Más allá del mismo, no le es dado al vasco pelear contra sus enemigos. Si éstos le atacan, puede rechazarlos; pero, al llegar al Árbol Malato, debe clavar en su tronco las armas, y no seguir al vencido en su territorio. La filosofía vasca no admite derecho de conquista. La Historia vasca es una aplicación de aquel principio. Voy a dar dos ejemplos: Uno incorporado a la tradición histórica con reiterados testimonios; otro, un hecho histórico tenido por indudable. El primero es la batalla de Padura, donde los bizkaínos derrotan a los leoneses, en el siglo IX, persiguiéndoles hasta el Árbol Malato, donde existió para conmemorar el hecho una cruz de piedra que relaciona Trueba en su Resumen Histórico de Vizcaya. La mención de este Árbol Malato la hace el Fuero de Vizcaya. El segundo se da el año 1160 en Atapuerca, a veinte kilómetros de Burgos, limite a la sazón del Reino de Navarra y de la tierra ocupada por hombres de habla vasca. Sancho VI el Sabio, Rey de Navarra, vencedor de Castilla, llega a Atapuerca y clava sus armas en un árbol, en señal de respeto al enemigo vencido, cuyo territorio no podía ser conquistado por un monarca vasco. El hecho lo menciona Garibay, cronista real de Castilla, en su Compendio Historial de España.
La idea del árbol, la tierra o el río límites no son ciertamente de la exclusiva vasca. El bosque limítrofe de los germanos, el desierto con que los suavos de César rodeaban su territorio, el branibor eslavo bosque protector del que Brandeburgo tomó su nombre, la zona neutral o tierra de nadie que separaba a las tribus iroquesas, son límites físicos territoriales pero ninguno de ellos une a ese concepto la ética del Árbol Malato.
Quizá convenga recordar a este respecto la observación que hace Strabon, sobre la población de la Península Ibérica. Los autores griegos y romanos designaban, como antes he dicho, a toda la población originaria de la Península con el nombre genérico de íberos, distinguiendo esta población originaria de los celtas, arios, que alrededor de dos siglos antes de Cristo, en los albores de la Historia, llegaron a Europa. Strabon escribe que, los íberos luchaban entre sí, por motivos internos de tribu, pero que no invadían las tierras ajenas a su pueblo; mientras que los celtas guerreaban por sistema invadiendo los territorios limítrofes para someterlos a su yugo. La diferencia entre los vascos y los arios está perfectamente apreciada en esa observación, siquiera los vascos aparezcamos en ella bajo la denominación de íberos.
El Árbol Malato es una especie de Paralelo 38. El mundo está pasando por momentos de angustia, porque Truman o Mc Arthur no son vascos. De haberlo sido, a buen seguro que las tropas de las Naciones Unidas no pasan del Paralelo 38, donde el vasco hubiera visto el Árbol Malato. No sería pues menguado para la causa de la paz en el mundo, que fuera una mente vasca la que guiara los acontecimientos. En cambio, es menguada la porción de territorio y de población que nos queda a los vascos a través de los siglos. Tenía que ser así de modo fatal.
Tenemos a la vista en el mundo dos filosofías, dos sistemas, dos concepciones contrapuestas. Con su aplicación se han establecido los regímenes políticos correspondientes. En Moscú, ni Truman, ni Atlee, ni Pleven pueden exponer sus ideas, organizar sus partidarios e impugnar los planes y realizaciones de Stalin. En Washington, Londres y París, Stalin puede libremente desenvolverse dentro de las leyes y crear conflictos a los demás. Con este sistema, para Stalin el dilema es, ganar o no perder. Para los otros tres el dilema es, perder o no ganar. Siempre que la libertad otorgue a la tiranía sus armas para que, con ellas, la tiranía mate a la libertad, el triunfo de la tiranía, a la larga, es fatal, como no lo evite algún género de bomba atómica.
En el mundo se han enfrentado hasta el Pacto Kellog, dos sistemas, dos filosofías, dos concepciones: La aria o indoeuropea y la que, después de la predicación del Evangelio, podemos llamar cristiana. El séptimo Mandamiento de la Ley de Dios prohíbe robar. Loa arios, son los que han constituido a Europa. Desempeñando en ella los puestos rectores, desde Pontífices romanos, Emperadores y Reyes hasta piratas y negreros. Para los arios, el séptimo Mandamiento prohíbe robar un hombre a otro hombre, pero no un pueblo a otro pueblo. Cuando el pueblo que roba es "bueno" y el robado es "malo", el robo deja de serlo para consagrarse con las necesarias bendiciones de las potestades eclesiásticas y civiles. Así han sido bendecidas todas las cruzadas que han sido. Así se justifica el derecho de conquista, ampliamente ejercitado por los pueblos de Europa.
Constituye excepción en esa lista el pueblo vasco. Porque, los vascos, con la Filosofía del Árbol Malato, eran ese bajo aspecto, cristianos de moral natural, anterior a la predicación del Evangelio de Cristo. Y eran cristianos integrales. No robar para un vasco significa lo mismo si el robado es un hombre como si el robado es un pueblo. No robar para un vasco es no atentar contra la raza, el idioma, la cultura y el territorio de otro pueblo. Esa es la filosofía de la hermosa tradición del Árbol Malato. No constituye casualidad histórica que del pueblo vasco naciera el Padre Vitoria para oponer esa filosofía al Emperador y al Papa.
Hoy, el mundo ha hecho suya esa posición, en tesis al menos. Y al intento de robar a un pueblo se le llama genocidio. Pero, hasta hoy, en Europa -y vale más que no nos asomemos fuera- entre los que no hemos practicado el genocidio estamos los vascos. Y sería difícil empresa la de encontrar pueblos camaradas que nos acompañaran andando por las rutas de la Historia sin bajar la cabeza si alguien les hacía la pregunta que Jesús hizo a los judíos cuando le invitaron a lapidar a la mujer adúltera.
Más, vayamos a su aplicación. En las luchas seculares que han ensangrentado Europa, cuando los arios ganaban la pelea ocupaban el país vencido y le arrancaban el alma. Cuando los vascos eran los victoriosos, se quedaban en el Árbol Malato.
Los arios jugaban también contra los vascos a ganar o a no perder; y los vascos luchaban contra los arios a perder o a no ganar. Resultado de este sistema es que, quien lucha bajo la moral del Árbol Malato, bajo del Séptimo Mandamiento de la Ley de Dios, pierde necesariamente. Cuando es vencido abandona la tierra ocupada por el vencedor. Cuando es vencedor clava sus armas en el Árbol Malato. La Historia del pueblo vasco es la de milenios practicando la moral del Árbol Malato contra los pueblos que no sentían aquel imperativo. Por eso, el pueblo vasco que ocupaba amplias porciones de territorios antes de la llegada de los arios a Europa, ha sido reducido a la actual situación, y siendo como es un pueblo fuerte, sana y con condiciones de subsistencia, es numéricamente pequeña y ocupa una porción reducida de territorio. Comentando estos hechos nos dice Schuchartd: "Sois antiguos, pero no sois viejos. Yo os saludo, como se saluda a la aurora".
17.- Los Fueros vascos son el pacto permanente del pueblo con la Corona.
Las leyes elaboradas en el curso de las edades Media y Moderna por el pueblo vasco se denominan Fueros. Régimen foral quiere decir, aquel en cuya virtud, el pueblo tiene facultad para ordenar su vida libremente, con arreglo a su voluntad.
Los Fueros comenzaron siendo costumbres o hábitos vigentes. El Fuero de Navarra, el Fuero Viejo del siglo XIII, el primero aprobado, nos dice en su proemio cuál fue la causa de que, aquellas costumbres se redujeran a letra escrita. No era necesario mientras nuestros soberanos fueron de nuestro propio linaje. Pero se hizo preciso desde el momento en que nuestros soberanos, por ser de extraño linaje, no conocían nuestra ley. Y con el fin de que la conocieran y la respetaran, la pusieron por escrito. Y así fue en efecto. El Fuero lleva la sanción real de Teobaldo I de Champaña, el primer Rey de Navarra que no era de estirpe vasca por línea paterna, y que no se había criado en Navarra. El Fuero pues, a partir del siglo XIII, es el pacto del pueblo con su soberano.
18.- La tradición vasca y la inglesa.
La vida foral vasca, como la inglesa, tiene en vigor leyes del siglo XIII. En la vida vasca, como en la inglesa, a diferencia de los demás pueblos de Europa, las leyes no son derogadas. Continúan insertas en los cuadernos vigentes, pero, por desuso dejan de aplicarse, cuando la costumbre lo ha dispuesto así. En la legislación vasca, como la inglesa, no se encuentran códigos completos y sistemáticos, sino principios adoptados, normas aprobadas y aplicaciones concretas, cuando son precisas.
19.- Las libertades públicas en la vida vasca.
Los problemas de los derechos del hombre o de la persona humana han ocupado ampliamente horas, días y sesiones de los más altos organismos rectores de la vida humana de hoy. Parece adecuado que, en estos brochazos históricos, los traigamos al recuerdo.
De la misma época que la Carta Magna es la asociación de los Infanzones de Abarka, que presididos por su buruzagi, tenían por lema "Pro Libertate Patria Gens Libera State". "Por la libertad de la patria, todo el mundo en pie".
El derecho de igualdad fundamental ante la ley y la garantía a las minorías étnicas y religiosas, aparece contenido en las cláusulas de la Capitulación de Tudela de 1114, garantizándose el ejercicio de las libertades individuales de los vencidos. Hasta el siglo XVI -fecha de incorporación de la Corona de Navarra a la de Castilla- estuvo funcionando en Tudela el Consejo de las Religiones, en el que cristianos, judíos y mahometanos se entendían.
Donde las garantías individuales adquieren respeto y alcurnia mayor es en Vizcaya. Ningún vizcaíno -Ley 1, tít. 8 del Fuero- salvo excepciones concretas en la Ley, puede ser puesto en prisión sin haber sido llamado a comparecer ante el Árbol de Gernika, ley ésta anterior y superior al Habeas Corpus inglés de 1679, según observa Carnavon; añadiendo que, la casa de un vizcaíno es su castillo, en el sentido simbólico que el concepto entraña, pues que, a nadie le era permitido violar su santuario, ni podía ser embargada por deudas.
En Navarra no podían ser suspendidas las garantías individuales sin acuerdo de las Cortes; y estaba prohibido a las autoridades ocuparse por propia iniciativa de la vida privada de los ciudadanos y hacer de oficio averiguaciones sobre ella.
En Navarra encontraron asilo, en calidad de refugiados políticos el año 1.485 los judíos autores de la muerte del inquisidor de Zaragoza Don Pedro de Arbués, denegándose su extradición. Y en 1510, los diputados de Tudela recibían mandato de remover unos frailes, que se decían inquisidores, por ser tal institución contraria a las libertades públicas. En el año 1828 fue juzgado en Consejo de Guerra un ciudadano por haber abofeteado a un oficial francés.
Las Cortes de Navarra, al enterarse acordaron que el enjuiciamiento de un ciudadano por un tribunal castrense infringía la ley y causaba agravio contra las libertades individuales. Son estos hechos históricos de trascendencia, por lo que expresan, y por el clima que reflejan, creado al amparo del régimen foral, como trasunto del genio del pueblo adaptado a los tiempos vividos en el país.
20.-Roncesvalles
Las grandes batallas transcendentales ganadas por los vascos son las de Roncesvalles. Son tres. En 533 son derrotados Childeberto y Clotario; en 776 Carlomagno; y en 812 Ludovico Pío. Sobre estas últimas victorias se asienta el trono de Navarra, y se produce la unidad política vasca alrededor de esta Corona.
La trascendencia se proyecta más lejos aún de la tierra vasca. Si Carlomagno y Ludovico Pío hubieran sojuzgado el Pirineo vasco, la Marca Hispánica habría sido establecida en la misma frontera del territorio ocupado por los árabes. Los reinos cristianos de la Península hubieran sido feudatarios del poderoso imperio Carlovingio, que hubiera impuesto en ellos su cultura, como a la postre la impuso en toda la Occitania.
21.- Ambiente vasco de vida federal
Pues corrientes federales acarician los campos europeos, bueno será recordar el primer esbozo de concurrencia plurinacional peninsular, que lleva en la Historia el sello de Navarra. Data del 12 de Febrero de 1052. En Nájera, segunda capital de Navarra, se celebró la primera asamblea de los Jefes de Estado cristianos peninsulares. Asistieron los Reyes de Castilla, Aragón y Navarra y el Conde de Barcelona. El Pontífice Romano Benedicto VIl dedicó con este motivo una Bula al acto de consagración de Santa María la Real de Nájera y del Panteón construido en la misma para sepulcro de los Reyes de Navarra. Fundido en las campanas, que aquel día daban al aire sus voces por vez primera, estaba el lema real de Navarra: "Honorem Dei Libertate Patria". "Honor a Dios Libertad a la Patria". La esencia de este lema informa hoy el del Partido Nacionalista Vasco: Jaungoikoa eta Lege Zarra. Literalmente significa: Dios y Leyes viejas. Pero esas "leyes viejas" no se aclaman por "viejas'' sino por "nuestras": porgue son las leyes de la "libertad de la patria" que aclamaba el lema real de Navarra.
22.- La Enciclopedia y la Compañía Guipuzcoana de Caracas.
Quiero terminar con un recuerdo a nuestras gestas económicas. Lo haría arrancar gustoso de los siglos medios, con el estudio del Fuero de San Sebastián, de las Ordenanzas de Bilbao y de los pactos comerciales, de navegación y de amistad celebrados por los puertos vascos entre si, y de éstos con los ingleses. He medido mi tiempo y sé bien que no me alcanza para ese recorrido. Voy a limitarme al recuerdo del siglo XVIII vasco, del siglo enciclopedista, de las Sociedades de Amigos del País de Guipúzcoa y de Tudela, del Seminario de Vergara y de los Caballeritos de Azcoitia.
Hace unos meses tuve una conferencia sobre el tema con el Profesor Sarrailh, Rector de la Sorbona. El Sr. Sarrailh ha estudiado cuadernos inéditos conservados en los archivos de los países escandinavos, con la correspondencia, amplia y varia, mantenida entre los enciclopedistas escandinavos y los vascos. Un día eso será publicado. Hoy es inédito. Pero, lo que está publicado y en parte realizado es la obra de aquellos hombres. Fueron ellos los que constituyeron la Compañía Guipuzcoana de Caracas obteniendo para ella del Rey Carlos III el monopolio del comercio con Venezuela.
C'est un journaliste américain, Williams Krelm, ancien correspondant de la revue "Time" qui vient de l'affirmer dans son livre "Démocratie et tyrannies aux Caraibes", dont le chapitre "Le Pays de Bolívar" debute ainsi:
"Ce n'est pas du tout une coincidence que le Venezuela ait été le berceau de l'indépendance sud-américaine.
"Vers la fin de la période coloniale, il n'y avait pas de región plus progresiste en Améríque hispanique. Aprés que les Hollandais se fussent établis á Curacao, en 1634, le commerce du Venezuela était, en majeure partie, la contrebande avec cette ile; pour éviter cette fuite de revenus, la Couronne espagnole donna, en 1728, le monopole du commerce avec le Venezuela a la Compagnie Royale du Guipuscoa en echange de la persécution de la contrebande. La Compagnie put conserver ce monopole mieux par des prix plus bas et des fournitures plus conformes de marchandise espagnoles, que par de méthodes policíéres. Les maux du systéme colonial espagnol furent mitigés et, en conséquence, l'économie vénézuelienne prospera.
"Entre 1724 et 1760, la production de semence de cacao fut plus que doublée, et la Cornpagnie Guipuscoane entreprit la culture du cotón et l'exportation de cuirs; elle introduisit l'indigo. Le café fut planté dans la Vallée de Caracas, en 1784, et, en 1808, un demi-siécle avant que commençait la culture du café en Amérique Céntrale, dix millions de livres furent exportées annuellement. Le Venezuela, qui dépend aujourd'hui d'un seul article d'exportation, a eu une économie certainement balancee et á faces múltiples, au XVIIIéme siécle.
"Les navires fréquents de la Compagnie Guipuscoane apportérent au Venezuela les idees avancées des encyclopedistes français, et, de temps en temps, un chargement de livres. Pour la colonie, étre reliée aux Basques representait beaucoup, car ceux/ci avaient d'étroites relations avec la Grande Bretagne et la France, et ils se flattaient d'étre un des piliers commerciaux les plus vivants de la Péninsule".
Llega a su término esta conferencia, sin que, apenas hayamos asomado las narices a la Historia de los vascos. Tendríamos para mucho rato si habláramos de nuestros misioneros, de nuestros piratas, de los fundadores de ciudades, de nuestros marinos, de nuestras colonias de vascos esparcidos por el mundo, que también hacen la Historia de Euzkadi, y la aportación de nuestro pueblo al acerbo de la cultura humana. Pero eso requeriría mucho tiempo. Una conferencia es pasable, con tal de que sea corta. Y por otra parte prefiero terminarla con la evocación de la Compañía Guipuzcoana de Caracas, de Miranda el precursor, de origen navarro, de Bolívar el libertador, de origen vizcaíno, y del alavés ilustre Padre Vitoria, que antes cité y que les precedió en el tiempo, precursor a su vez del derecho internacional y de la independencia de América. Aquella institución y estas figuras humanas, hacen a la par nuestra Historia y la historia universal.
Terminada la conferencia, fueron formuladas diversas preguntas, contestadas en el acto por el conferenciante:
1.- ¿Influyó la democracia vasca en la británica?
Así lo asegura Webster, relacionando cómo Simón de Monfort, Conde de Leicester, que al frente de los nobles ingleses impuso a Enrique III de Inglaterra en 1258 y 1265 la fórmula del primer Parlamento británico conocida por las Provisiones de Oxford, conoció ese sistema como Gobernador de Aquitania, viendo practicarla a los Vascos. Y así lo repiten otros autores franceses e ingleses. Algunos de ellos afirman que el modelo fue tomado por los ingleses, no solamente de los vascos, sino también de los catalanes y de los castellanos.
Los ingleses conocieron las formas políticas de gobierno de Navarra y de Castilla con motivo del laudo emitido entre ambas, sobre Rioja y Bureba, en 1177. Para emitir este laudo se trasladaron las Embajadas de Castilla y de Navarra a Londres, presididas por los Obispos de Zamora y Pamplona respectivamente. A la sazón, Alfonso VIII de Castilla estaba casado con Doña Leonor, hija de Enrique II de Inglaterra. Son los historiadores ingleses los que con más detalle nos han dado conocimiento de aquel hecho histórico, señalándose como más destacado de entre ellos Roger Hoveden.
En 1191 contrajo matrimonio el Rey de Inglaterra Ricardo Corazón de León con Doña Berenguela o Berengaria, Princesa de Navarra, hija de Sancho VI el Sabio y hermana de Sancho Vil el Fuerte. Es Roger Hoveden, el historiador inglés, el que ha permitido deshacer la leyenda negra forjada por los historiadores españoles contra Sancho el Fuerte, con motivo de su expedición al África del Norte. Y en tiempo de Sancho el Fuerte nacen en Navarra las Ligas de los Infanzones de Abarka, propugnando por las libertades públicas frente a los excesos de poder. Todo ello hace presumir, que, no tan solo influyera Navarra sobre Inglaterra en 1258 al aprobarse las Constituciones de Oxford, sino también en 1215 al ser otorgada por Juan Sin Tierra la Carta Magna.
Por último, el concurso de los soberanos de Inglaterra, Francia y Navarra en las Cruzadas, acercó a los altos dignatarios de las tres naciones y les permitió conocerse y apreciar sus similitudes y sus discrepancias políticas y de gobierno. Y en las Cruzadas tuvo papel destacado Simón de Montfort, regente del Reino de Jerusalén durante la menor edad del Príncipe Conrado.
Habremos de convenir, a la vista de los antecedentes expuestos, que si no se dio la influencia vasca sobre la democracia inglesa, al menos, ambos países se influyeron mutuamente, y que los vascos concurrimos, con los ingleses, a la formación del clima de democracia y al nacimiento de la vida parlamentaria.
2.- ¿Los pactos de los vascos con sus vecinos fueron voluntarios?
Es difícil contestar con un monosílabo a la pregunta.
Roma comenzó sus relaciones con los vascos en lucha militar, como en Calahorra, y posiblemente en Numancia, pues que, el nombre de Numancia es Garray. Roma prosiguió su política de exterminio de sus adversarios, como en Almería y en Cantabria. Roma ocupó militarmente las principales rutas del país vasco, trazando por ellas sus vías, y guarneciendo éstas con cuarteles, algunos de los cuales se convirtieron en villas. Los vascos, en definitiva, aceptaron esta ocupación del país por las legiones romanas, y éstas respetaron a los vascos en sus montañas. Este concierto, este modus vivendi, esta adaptación, no fue acto plenamente voluntario, porque le había precedido la ocupación militar de las zonas amplias de penetración. Impuesta la ocupación, surgió el concierto, el régimen de algún modo paccionado de que trata Tito Livio y al que antes hago alusión.
El Ducado de Vasconia, de vida independiente transitoriamente, fue por lo general de formación feudal, y por lo tanto, de independencia relativa, no absoluta. Y su término le desligó totalmente de la vida vasca.
El Reino de Navarra fue un Estado en la plenitud de su soberanía.
Las uniones del Reino de Navarra, los Señoríos y las provincias vascas, con sus vecinos, son de varia condición y matiz, aunque reflejen un común denominador. Estas fórmulas, en Navarra, Guipúzcoa, Álava y Vizcaya, se denominaban en los propios textos forales, como de "feliz unión con Castilla". Pero el origen de esas situaciones ha quedado ya relacionado. En Vizcaya la unión aparece como voluntaria, sin que le preceda una ocupación militar. En el Duranguesado, Guipúzcoa, Álava y Navarra, esa "feliz unión" fue otorgada "libremente" después de que el país había sido ocupado militarmente por las tropas del Rey de Castilla
Nos sucede en la Historia, como en el otorgamiento del Estatuto Vasco. Es libre otorgamiento, desde el momento en que el país lo pide, lo plebiscita, lo suscribe y lo acepta. Mas, el Estatuto había sido concebido dentro de los límites de la Constitución de la República, la cual no fue obra precisamente de los vascos.
Nuestra libertad de otorgamiento en esas etapas históricas, como la independencia de los Estados hoy, son fórmulas relativas, a las que, por lo mismo, no pueden serles otorgadas categorías absolutas. Entre la guerra de exterminio o la paz en régimen paccionado con el vecino más fuerte, nos convino a los vascos optar por esta última solución. Y esa opción, considerada en proyección histórica, puede denominarse voluntaria, sin mengua del concepto de su estimación.
3.- ¿No olvidamos Euzkadi Continental cuando discurrimos de Historia?
Simplemente nos damos cuenta del país que pisamos. Y en cuanto a la significación histórica, es preciso otorgarla a los trazos fundamentales. En cuarenta minutos de conferencia, no es posible descender a detalles. Yo he cuidado de relacionar la gesta del Ducado de Vasconia, del Reino de Navarra y los Señoríos Occidentales. La unión vasca se produce alrededor de la Corona de Pamplona y la disgregación tiene lugar por separación de la misma de las varias regiones vascas. Este es un hecho histórico que nos obliga al intentar desarrollar el tema histórico vasco, a trazar la historia de Navarra. Pero, Navarra está a ambos lados del Pirineo. Y he procurado seguir el curso de nuestra historia, sin olvidar que, en el Ducado de Vasconia, como en el Reino de Navarra, tuvo su primera expresión y la última de su independencia al Norte de los Pirineos.
4.- Hasta ahora nos han enseñado que el pueblo vasco fue siempre independiente y que triunfó por su fuerza contra sus enemigos,
Y así es, pero es preciso no dejarse llevar por las palabras, sino atender a los conceptos. Existen inexactitudes históricas, que todos venimos repitiendo, y que es preciso rectificar. Y las palabras no siempre reflejan la verdad de los hechos.
Los romanos llegaron a la Península. Encontraron a los Iberos de la civilización almeriense en las costas mediterráneas. Y nos llamaron íberos a todos los habitantes. Este bautismo, de los autores griegos y romanos, lo han venido repitiendo las generaciones. ¿Es que por eso, vamos a repetirlo nosotros?
El concepto de la nobleza, bien entrada la edad moderna, inspiraba a los autores españoles a ver en la nobleza descendencia gótica. Por eso se llama a los nobles de sangre azul. Los visigodos, germanos, tenían la piel más blanca que los celtíberos.
Al través de esa piel se ven mejor las venas, marcando su curso azul. Y en la literatura clásica española, los nobles son de sangre azul. Lope de Vega, queriendo decir algo grato para los baztaneses que formaban la brigada que tornó parte en la primera Cruzada a Tierra Santa, afirma que, aquellos baztaneses eran descendientes directos de los godos. ¿Es que vamos a repetirlo nosotros?
Los vascos tuvieron siempre independencia nacional. Hicieron sus leyes. Formaron el espíritu civil de su pueblo. Hablaron su lengua. Se gobernaron a sí mismos. Pero, en la forma estatal de su vida, se adaptaron. Independiente, plenamente independiente, fue el Reino de Navarra. Independiente fue también en algunas etapas el Señorío de Vizcaya, que pudo quitar y poner a sus Señores. Mas a partir de la unión de las Coronas en la de Castilla, los vascos carecimos de vida internacional propiamente dicha. Los Embajadores los nombraba el Rey. Y el Rey era Castilla. Nuestros ejércitos se organizaron con órdenes de las Cortes y Juntas Generales. Pero, en las guerras que se sucedieron después de la unión de las Coronas, la dirección de la lucha y su significado internacional, llevan el nombre de aquella Corona, que era la de Castilla, la de España. Castilla respetó los Fueros a Vizcaya, Guipúzcoa y Álava, para que éstas le dieran soldados para luchar contra Navarra. Y cuando Navarra fue ocupada por los ejércitos de Fernando el Católico, formados por gentes vascas en buen porcentaje el beneficio fue para Castilla, no para Euzkadi Occidental. Guipúzcoa y Vizcaya dieron navíos a la Corona para conquistar Sevilla y Canarias, y para formar la Armada Invencible, y para que Colón descubriera América. Pero, Sevilla y Canarias fueron conquistadas para Castilla; en la Armada Invencible fue derrotado Felipe II, no Euzkadi Occidental; y América fue descubierta para Castilla, no para Euzkadi.
Con el esfuerzo vasco, logró Euzkadi conservar su personalidad, mantener una vida de soberanía, usar de las facultades inherentes a las diversas funciones del poder legislativa, ejecutiva y judicial. Ello costó no tan solo esfuerzo, sino sacrificio. Los comisionados vascos tuvieron que esperar pacientemente horas, días y meses, para que fueran sancionadas sus leyes; y no siempre lo lograron. Son estas impurezas de la realidad. ¿Vamos a negarlas? No señor. Vamos a reconocerlas, y aprender de ellas para el futuro.
Yo recomiendo a los estudiosos, de los que esta sala está llena, que no se dejen arrastrar por las palabras. Eso es muy español, pero eso no es muy vasco. ¿Es que Australia no es independiente? Pues, Australia es un Dominio Británico, regido por un sistema, que pone al frente del Estado, como poder moderador, un Gobernador General nombrado por la Corona Británica, o lo que es lo mismo por Inglaterra. Y ese Gobernador General es el que nombra el Gobierno de Australia y el que recibe su dimisión y tramita las crisis. No tenía mayores facultades el Virrey de Navarra, que el Gobernador de Jure Australia. Pero, Londres no es Madrid, ni Euzkadi es Australia, ni la Edad Moderna era la Contemporánea que estamos viviendo.
Ahora mismo nos hallamos en París. Estamos en exilio. Hemos sido derrotados en la guerra. Esto es indudable. Pero, no nos hemos declarado vencidos. Resistimos. Esperamos. Si queréis, soñamos. Pero ésta resistencia, ésta espera, éstos sueños, significan nuestra firme voluntad de persistir, hoy como frente a las legiones de Roma, las de Carlomagno o las de Fernando el Católico. Aquellos pasaron y el pueblo vasco quedó. Pasará Franco y el pueblo vasco renacerá. Hoy tenemos la ventaja de haber adquirido una contextura nacional y tener al frente de nuestros destinos al Gobierno Vasco. Desde 1200 no hemos podido decir lo mismo. No nos llenamos la boca con palabras vacías de independencia absoluta, porque la independencia absoluta no existe, y el mundo camina por rutas de solidaridad, hacia la federación. Tomamos parte en actividades de tipo federal, mirando a la Península y mirando a Europa. No ponemos en discusión nuestro derecho a rodear Euzkadi por una barrera aduanera, pero, yo al menos, ni deseo ni aspiro a esa realización, que considero perniciosa para nuestro país y para los vecinos. El mundo camina hacia grandes espacios comunes, que al serlo en el orden económico, exigen nexos de orden político, Queremos ir a ellos desde nuestra posición nacional vasca, para robustecer nuestra personalidad política en el concurso de todos los restantes pueblos. Por eso, nuestro aliado natural es la democracia, y nuestro enemigo nato la tiranía, cualquiera que sea su forma y color. Esta es la gran enseñanza de nuestra historia. Para honrarla no necesitamos gestos demagógicos, que nos estorban, sino voluntad firme de persistir y conducta honrada de realizar nuestros designios.
(Conferencia pronunciada por Don Manuel de IRUJO en la inauguración de los cursos de formación de los Estudiantes Vascos de París, el día 16 de Diciembre de 1950).
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