El pasado miércoles Paulino Corcuera, Lorea Leanizbarrutia, Joseba Zubia y yo fuimos a Madrid y en el Senado, en la Sala Europa, entregamos nuestras credenciales que acreditan que somos senadores. Con eso se inició todo el papeleo, fotografías y datos administrativos para que éste martes se inicie la actividad parlamentaria interrumpida desde diciembre.
Coincidió todo esto con una reunión de los senadores socialistas y había tanta gente que se colapsó la sala. A mí me dieron el número 188 de senador ya acreditado.
Saludamos a unos pocos veteranos ya que tanto el Grupo Socialista como el del PP han renovado a casi la mitad de sus representantes y a pesar de que se puede tener la idea de un Senado de gente de la tercera edad, la media de edad es muy baja.
Como Zubía y yo llevamos en esto bastantes trienios les enseñamos a Lorea y a Paulino los vericuetos de la casa compuesta por una parte antigua y una ampliación renovada de los años noventa. Después comimos en el comedor del Senado que está regentado por el cura Lezama y se come mejor que en el Congreso.
Saludamos a Carmen Alborch que llega al Senado desde un resultado escaso en Valencia. De haber sido otro ese resultado quizás hubiera podido haber sido la presidenta del Senado pero los socialistas en Valencia están débiles y eso se ha llevado a Joan Lerma de su cargo de portavoz, a Segundo Bru de su cargo de senador y presidente de la Comisión de Exteriores y a la propia Alborch. Por eso el que está feliz es Javier Rojo que ha repetido en Araba con tres senadores porque han obtenido un buen resultado que hace que repita como presidente del Senado. Nosotros desde la época de José Ignacio Bajo no hemos podido tener un senador en este territorio a pesar de haber llevado en ésta última campaña una magnífica candidata como María Jesús Aguirre. Pero todo llegará.
Un saludo y mis mejores deseos para esta nueva legislatura.
Fernando.
Publicado por: | 03/27/2008 en 06:34 p.m.
No me diga que el gerente del restaurante del segundo Senado lo regenta un cura.
Sustento del Estado Borbon entonces no le falta.
Seguro que lleva la sotana abierta, que trajinar entre las cacerolas y pucheros politicos requiere el uniforme de la comodidad.
Publicado por: La República se siente | 03/29/2008 en 04:39 p.m.