El pasado lunes tres de marzo se presentó el libro Juan ajuriaguerra en el corazon, libro que compendia 76 testimonios sobre la personalidad de éste indudable referente del nacionalismo vasco cuyo treinta aniversario de su fallecimiento se conmemora el próximo mes de agosto.
Son 76 testimonios recogidos cuando falleció y enriquecidos en la actualidad. Están todos los Lehendakaris, burukides, parlamentarios, colaboradores de Ajuriaguerra y gentes que tuvieron la oportunidad de conocerle. Todo esto está enriquecido con fotografías y caricaturas inéditas.
El libro lo pueden adquirir en la librería KIRIKIÑO de Bilbao y en la sede de Sabin Etxea. Nosotros, cada día, vamos a reproducir una de las colaboraciones del libro. Esta es la número uno: IÑIGO URKULLU
Juan de Ajuriaguerra en el corazón
Iñigo Urkullu Renteria
Presidente del EBB EAJ-PNV
En agosto de 1978 falleció en Iratxe, Nafarroa, Juan de Ajuriaguerra, hombre referencia del Partido Nacionalista Vasco en el siglo XX. Nació un año después de morir Sabino Arana y murió cuando iniciábamos una arriesgada andadura política llena de incertidumbre y que, a la postre, se convertiría en vital para el futuro de nuestro pueblo.
Y murió siendo diputado a Cortes por el Partido Nacionalista Vasco. Un año después de su elección y en plena discusión constitucional nos dejaba rodeado del cariño y de la admiración, no solo de los afiliados y afiliadas de nuestra organización sino de todos aquellos con los que convivió políticamente, porque su muerte acaeció no siendo solamente diputado sino Consejero del Consejo General Vasco, aquel ente preautonómico que sentó las bases para la negociación del segundo estatuto de Autonomía conocido como el Estatuto de Gernika.
A D. Juan si algo le distinguía era el haber sido toda su vida un hombre de partido, de organización, de mando, con unas ideas muy claras, un carácter firme y una dedicación vocacional a su partido pero que, llegado el momento, y él lo vio con claridad hace treinta años cuando se convocaron las primeras elecciones legislativas, supo que había que estar allí donde se cocinaba cualquier decisión que implicara al Pueblo Vasco.
Lo llamativo de su apuesta fue que la encabezara por Bizkaia, manteniendo incólume su gran prestigio logrado no sólo por cuarenta años de resistencia continua a la dictadura sino, fundamentalmente, por aquella decisión heroica que le dio una inmensa autoridad moral: volver estando en Baiona a seguir la suerte de sus tropas y correligionarios y saber que aquella decisión le ocasionaría la pena de muerte. Y, sin embargo, lo hizo. La decisión le costó esa sentencia con la que convivió 800 días.
Ajuriaguerra era un político de partido y hoy, treinta años después, nosotros no queremos que su recuerdo se extinga ante unas generaciones que ven toda esta época pasada como algo tan lejano como a aquella generación le podían suponer las guerras carlistas. No. Nosotros queremos que estos ejemplos de entrega, de humildad, de apuesta por hacer política y sumar fuerzas, de ocuparse del más débil, de luchar por los intereses vascos allí donde puedan ser conculcados, son ejemplos que no pueden diluirse en el tiempo porque nuestro partido tiene que seguir teniendo como elementos básicos de su praxis política de trabajo, la honestidad, la humildad, la defensa de lo propio y la continuidad democrática de un pueblo.
De ahí que hayamos querido recordar a D. Juan con esta publicación y con estos testimonios. Unas aportaciones que si algo tienen en común es el cariño y respeto –bien por lo que pudieron compartir con él o, como en mi caso, por el recuerdo y legado que transmitió, además de alguna vivencia personal que en esta presentación no viene al caso, hacia él. Por eso hemos querido titular “Juan de Ajuriaguerra en el corazón” porque no sólo tenemos que ver el futuro y aquel pasado con ojos de la política sino fundamentalmente con los ojos del corazón humano, demócrata y nacionalista.
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