
Toda cámara parlamentaria tiene una Mesa que es la manera gráfica que define su gobierno interior y que si uno va al reglamento del Senado, dice: “es el órgano rector del Senado”. Pero existen mesas en las Juntas Generales, en el Parlamento Vasco, en cualquier institución legislativa democrática. Lo hemos visto desgraciadamente cuando Juan Mari Atutxa, Kontxi Bilbao y Gorka Knorr han sido inhabilitados por el Tribunal Supremo a cuenta de una decisión interna de la Cámara Vasca.
Que yo sepa en tiempos de la República formó parte de la Mesa del Congreso en 1931 Ramón María de Aldasoro, tolosarra que luego fue el primer Consejero de Comercio del Lehendakari Aguirre. En el Senado tuvimos por espacio, creo, que de tres legislaturas al recientemente fallecido Ignacio Gaminde y en el Congreso a Emilio Olabarría y a José Juan González de Txabarri.
En esta legislatura he sido secretario primero de la Mesa del Senado como consecuencia de una negociación que se aceleró la víspera de la constitución de las Cámaras cuando el PP, que tiene mayoría, propuso a Juan José Lucas para que fuera el presidente del Senado. Aznar, Zaplana y Acebes se negaron y Lucas solo pudo presentar su candidatura para la vicepresidencia segunda y salió elegido presidente Javier Rojo.
Hoy la mayoría en el Senado la vuelve a tener el PP pero a diferencia de hace cuatro años el PSOE y mucho menos Rojo ofrecen su cargo al PP. Rojo ha sido designado por su partido candidato a presidente y con el apoyo de CIU lo puede lograr si es que prosperan las conversaciones para romper con el nudo gordiano de esta negociación que no es otro más que el hecho de que Zapatero quiere que el presidente del Congreso sea su compañero Pepe Bono, el mismo que hace una semana dijo aquello de que a los nacionalistas había que darles con el listín de teléfono en la cabeza.
La solución, el martes.
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