El pasado lunes tres de marzo se presentó el libro Juan ajuriaguerra en el corazon, libro que compendia 76 testimonios sobre la personalidad de éste indudable referente del nacionalismo vasco cuyo treinta aniversario de su fallecimiento se conmemora el próximo mes de agosto.
Son 76 testimonios recogidos cuando falleció y enriquecidos en la actualidad. Están todos los Lehendakaris, burukides, parlamentarios, colaboradores de Ajuriaguerra y gentes que tuvieron la oportunidad de conocerle. Todo esto está enriquecido con fotografías y caricaturas inéditas.
El libro lo pueden adquirir en la librería KIRIKIÑO de Bilbao y en la sede de Sabin Etxea. Nosotros, cada día, vamos a reproducir una de las colaboraciones del libro. Esta es la número cincuenta y uno: PRIMI ABAD
INGENIERO DE BABCOCK WILCOX Y PRESO EN EL DUESO Abad Gorostitza tar'Primi Presidente – Ex Presidente del Consejo Delegado
Le conocí en 1929 siendo yo aprendiz en Babcock Wilcox y él ingeniero Jefe de la Sección de Herramienta. Aun le estoy viendo atravesando el taller de Maquinaria, arremangado, en verano, a un paso de reptil, corriendo parecía que no movía las piernas. El mismo paso y la misma velocidad que ocho años más tarde recorría el patio del Penal del Dueso. Su obsesión: trabajar, preguntar, inquirir y no entumecerse para estar siempre ágil. Era hombre predestinado para lo que iba a acontecer en Euzkadi. Ante la sorpresa de muchos, fue elegido, contra su deseo ya que fue obligado a aceptar con los Estatutos en la mano, miembro del Bizkai Buru Batzar, Consejo Regional del Partido Nacionalista Vasco de Bizkaia. Ancho, bien formado, de voz y estatura bajas que las ensalzaba y las agrandaba con su ejemplo en los momentos más difíciles. Tuve el honor de ser uno de los que recibía las órdenes directas de él. Ya, cuando estaba condenado a muerte en Burgos, teníamos correo clandestino por el que transmitía instrucciones y consejos. Siempre difíciles por falta de medios para su ejecución, pero impregnadas de una fuerza moral que pocos habrán sido los que no las hayan ejecutado con el máximo de eficacia humanamente posible. Serían interminables las anécdotas que hoy podríamos resaltar, ya que en vida era imposible hacerlo, pues no permitía que se hablase de él y mucho menos que pudiese aparecer como "petulancia y exhibicionismo". El 23 de Agosto de 1937 el Batallón "PADURA" recibe instrucciones de adueñarse de la Plaza de Santoña, instrucciones que ejecuta, haciéndose cargo de todas las dependencias que allí existían: Cuarteles de Infantería; de Marina; Escuela Militar; Penal del Dueso; etc. Coordinaba esta acción del "PADURA", el Batallón "ARANA-GOIRI" en Laredo. Transcurrían el 23 y 24 entre comentarios, noticias, bulos, cundiendo la desazón entre algunos gudaris porque no llegaban los barcos que nos habrían de evacuar. Estando en la Sala de Armas del Cuartel de Artillería, se personó Axuriagerra con Rezola, Artetxe, Azkue y algún burukide más, seguidos de una parte de los inquietos gudaris. Estos, en tonos un poco airados, preguntaban el motivo de no embarcar, llegando a decir uno del grupo, "Uds. Nos han vendido, "Uds. saldrán y nosotros nos quedaremos aquí" respondiendo Axuriagerra en tono bajo, pero con firmeza: "si nosotros les hubiéramos vendido no estaríamos aquí, nosotros seremos los últimos en salir y si hubiera sido así, no hubiera venido de donde acabo de llegar: del extranjero". Ante esta declaración, nadie tenía fuerza moral para seguir preguntando, quedando desalojado el Cuarto de Banderas. Al día siguiente de su defunción, sábado 26 de agosto de 1978, por la mañana, oí una emisora bilbaína que leyó unos apuntes biográficos del ilustre extinto, dando comienzo presentando a sus padres como carlistas liberales y me refrescaron con ello recuerdos de una larga tarde que estuve paseando con él en uno de tantos viajes clandestinos que hice atravesando la muga desde donde yo residía entonces. Voy a referirme a dos anécdotas oídas de sus labios. Conversando con motivo del impacto que causó en sus padres su elección como burukide, me contaba lo siguiente: Hasta su elección, era costumbre retirarse a una hora prudencial, a las 10 de la noche; después, reuniones en Donostia, Iruña, etc. que hacía que su entrada en casa, en ocasiones, era ya avanzada la mañana. El se preocupaba porque su padre no le hacía ninguna pregunta sobre el cambio tan brusco en la forma de comportarse y así poder explicarse y tomó la determinación de comentarlo con él y le dijo: “Habrá observado que desde hace un poco de tiempo algunas veces entro tarde en casa; ello es debido a que en Asamblea del Partido Nacionalista me han elegido directivo del mismo y nuestras reuniones me impiden efectuarlo como lo hacía antes”. Sin más comentarios la contestación de su padre no se hizo esperar: hijo, ¡cumple con tu deber!. El mismo día me decía: “Primi, tengo unas ganas de que termine esta doble vida de clandestinidad, de sobresaltos, etc. y presentarme a la Asamblea para hacer el descargo del mandato y el relevo.., después, un afiliado más al que le ordenan, hay que pegar pasquines, pues a pegar pasquines”. Así era Juan de Axuriagerra. En los momentos difíciles de persecución y detenciones no se preocupaba solamente de él, inflexible en el silencio, la policía se vio siempre incapaz de dar con el hilo de la madeja. El Jefe Superior de Policía de Bilbao le preguntaba por sus relaciones conmigo: "Un conocido, un amigo normal de hace mucho tiempo que de vez en cuando me ha traído de Francia algunos libros técnicos.." que en cierto modo era verdad, pero nada más. En el pasillo de la Audiencia, a la salida de un interrogatorio, se cruzó con una de sus hermanas cuando iba acompañado de policías a quien, en euskera, le dijo: avisadle a Primi que preguntan por él. Seguidamente fue deportado a Soria... Agur Juan, con tu ejemplo a imitar, queremos ser dignos de tí. Gero arte.
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