A esta Pregunta, el martes 30 de septiembre, nos contestó el Ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.
El señor PRESIDENTE: Pregunta del senador Anasagasti. Su señoría tiene la palabra. El señor ANASAGASTI OLABEAGA: Muchas gracias por los aplausos. (Risas.) Señor ministro, no sé si usted leyó el pasado domingo un reportaje que apareció en el diario El País sobre un policía extraño que actuó durante la ocupación alemana en París llamado Pedro Urraca Rendueles, cuyo trabajo fundamentalmente era el de seguir la pista de los republicanos españoles, y, desgraciadamente, de ahí se logró la captura del presidente Companys y de Rivas Cherif, por ejemplo, o siguió la estela del presidente Azaña, así cómo de los bienes de la República. Había una célula en París en un edificio que había sido incautado por la Gestapo en 1940, que era la sede de la Delegación vasca. La pregunta, señor ministro, es si piensa el Gobierno cumplir la promesa del presidente Zapatero de devolver la sede de la delegación vasca en París incautada bajo el régimen franquista. Muchas gracias, señor presidente. El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES Y DE COOPERACIÓN (Moratinos Cuyaubé): Gracias, señor presidente. Gracias, señoría, por su pregunta. Como sabe, es una cuestión a la que ya se refirió su compañero de partido, el señor Zubia, en una pregunta oral al presidente del Gobierno en 2004. Como sabe su señoría, el presidente del Gobierno recordaba al senador Zubia que esta cuestión había que abordarla en relación con la Ley de 1998 sobre restitución o compensación a los partidos políticos de bienes y derechos incautados, en cuya elaboración tenemos que reconocer que su partido tuvo una intensa participación. En amparo de esa ley, su partido recurrió al Tribunal Supremo, que sentenció en 2003 considerando inaplicable este supuesto a la referida Ley de 1998. Y el Gobierno, como no puede ser de otra manera -y así lo recordó el presidente del Gobierno- tiene que expresar su acatamiento, más allá de otras circunstancias, a lo que han establecido los tribunales, en este caso, el Tribunal Supremo. Dicho esto, considero necesario y positivo que iniciemos un diálogo entre su grupo parlamentario y el Instituto Cervantes, porque, como usted sabe, la antigua sede del Gobierno de la nación vasca en París se encuentra en la Avenue Marceau, donde tiene su sede en estos momentos el Instituto Cervantes. Estoy dispuesto, en colaboración con la directora del Instituto Cervantes, a buscar algún tipo de gesto, de actuación, que pueda poner en evidencia esa historia tan importante que vivieron nuestros exiliados en un momento dramático de la historia europea. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Socialista.) El señor PRESIDENTE: Gracias, señoría. Tiene la palabra el senador Anasagasti. El señor ANASAGASTI OLABEAGA: Muchas gracias, señor presidente. Muchas gracias, señor ministro. El señor Zubia y los distintos portavoces del PNV han reiterado durante muchísimos años esta cuestión dado que es una herida abierta, porque en el año 1951 esa sede, donde trabajaba el Lehendakari Aguirre y todo su Gobierno y también consejeros socialistas, fue incautada por presiones franquistas a cuenta de una sentencia del Tribunal del Sena en tiempos de la ocupación alemana. Por tanto, siempre nos extrañó que al inicio de la transición política española, sabiendo la reivindicación existente, se instalara allí la sede del Instituto Cervantes. En la pasada legislatura, se aprobó una proposición de ley de restitución o compensación a los partidos políticos de bienes y deudas incautadas, y en su disposición final primera se decía que el Gobierno, en el plazo de tres meses, desarrollaría un reglamento. El señor Zubia formuló una pregunta y el ministro Solbes le contestó que para el 26 de julio no iba a ser posible porque había una gran casuística y se tenía que analizar cada caso, pero que indudablemente era un asunto que estaba encima de la mesa. Había un compromiso del propio presidente del Gobierno; era una deuda histórica que estaba ahí, y parecía una anomalía que se perpetuara 68 años después. Por ello, señor ministro, su respuesta sobre el gesto es muy ambigua, tiene que ser mucho más concreta, parece usted del PNV. Nos gustaría que el gesto se completara con la transferencia y, sobre todo, con la devolución de la sede de la delegación vasca en París, o si no, una permuta por algún otro edificio o algún tipo de negociación. Pero indudablemente no podemos consagrar un abuso que ocurrió en tiempos de la ocupación alemana y con el franquismo, y que continúe todavía en París sin resolverse una deuda histórica desde donde se reprimió a los republicanos y a los nacionalistas. El señor PRESIDENTE: Gracias, señoría. Tiene la palabra el Ministro de Asuntos Exteriores. El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES Y DE COOPERACIÓN (Moratinos Cuyaubé): Gracias, señor presidente. Señoría, como bien sabe, la restitución o compensación de los bienes incautados a los partidos políticos es una cuestión muy sensible también para el Partido Socialista Obrero Español. La Ley de 1998 no amparó muchas de las reclamaciones del PSOE, y se nos denegaron más de 386 solicitudes; por tanto, comprendo su sensibilidad y su petición. Vuelvo a reiterar la voluntad de diálogo, de iniciar una nueva revisión sobre qué podemos hacer y, por tanto, nos pondremos en contacto con su señoría, con su grupo parlamentario, para buscar una solución que pueda satisfacerles.
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