POR : JOSE MARIA CHACON
Un amigo me espetaba, en medio de una conversación ligera, de las de barra de bar, sobre la reciente negociación entre el PNV y el PSOE a cuenta de los presupuestos generales del estado español, una pregunta que, a fuerza de retórica, me hacía pensar en cosas que tal vez ese amigo no se imaginaba, ya que sus intenciones al hacerla iban por otro lado. Su pregunta venía a cuestionar por qué es siempre el PNV el que “se arroga” la representación de toda Euzkadi al negociar en exclusiva “con Madrid” el traspaso de competencias estatutarias, y además en el marco del apoyo al partido gobernante en España en la aprobación de sus cuentas anuales.
Personalmente, veo que al PNV le ha tocado ser quien “traiga” las competencias en cuestión por dos razones a mi parecer evidentes. Una, porque los demás partidos abertzales o no han tenido la representación suficiente en las instituciones españolas como para forzar esos traspasos, o porque, como en el caso de la Herri Batasuna de los años ochenta, porque su estrategia política en aquellas instituciones nunca fue la de negociar con los gobernantes españoles precisamente.
Ya sé que resulta vergonzoso que el traspaso de las competencias recogidas en el Estatuto de Gernika, el cumplimiento de esa Ley Orgánica, no se haga de forma automática y que los vascos nos tengamos que rebajar a entrar en negociaciones coyunturales para conseguir que la norma se cumpla, aunque sea con cuentagotas. Yo soy el primero al que esta situación le parece un insulto, una deslealtad inaceptable, cuya primera consecuencia es la absoluta falta de credibilidad de la democracia española. Pero las condiciones de negociación son las que son, y ante esta situación a los vascos sólo nos quedan dos opciones: o rompemos la baraja o transigimos puntualmente, a la espera de nuestro momento. Podemos discutir todo lo que queramos, y podemos introducir matices en el debate, pero nuestras opciones frente a España, en este momento, son estas.
Ante esta situación, la opción del PNV siempre ha sido, claramente, la segunda. La opción de la Izquierda Abertzale más radical también ha sido evidente, y ahí está ETA para confirmarlo. Personalmente creo que ninguna de las dos es buena para la causa nacional vasca, pero tengo muy claro que la opción de ETA es mucho peor, infinitamente peor.
La segunda de las razones por las que al PNV le ha tocado ser quien obtenga los traspasos que de natura deberían haber llegado automáticamente, obteniendo con ello una representatividad que, comprensiblemente, a algunos puede sentar mal, es precisamente el tema que me ha llevado a escribir este artículo.
Cualquiera medianamente inteligente es consciente de que mucho mejor posicionados que el PNV, para conseguir que se llevaran a cabo los traspasos de las competencias recogidas en el Estatuto de Gernika, están, y lo han estado siempre, el PSE-PSOE de Patxi López y el Partido Popular Vasco de Antonio Basagoiti. Aunque sólo sea porque ellos son o pertenecen a los mismos partidos que gobiernan en España, únicos agentes políticos capacitados, de forma exclusiva, para decidir el cumplimiento o incumplimiento del Estatuto.
¿Por qué ha tenido que ser el PNV el que “traiga” a Euzkadi las citadas competencias, el que haya obligado a PP y PSOE a cumplir, aunque sea con cuentagotas, a regañadientes y siempre de forma incompleta, el Estatuto de Gernika? Pues sencillamente porque las franquicias vascas de tales partidos nunca, jamás, han actuado como partidos vascos, sino como partidos españoles en Euzkadi, que es algo muy distinto.
¿Por qué nunca ha sido el de conseguir el cumplimiento del Estatuto de Gernika el primer objetivo de los partidos hoy dirigidos por Patxi López y Antonio Basagoiti? ¿Acaso no son ellos los que se presentan ante la sociedad, no sólo como los principales, sino como sus únicos valedores? ¿Entonces por qué nunca han peleado en Madrid por su cumplimiento?
El PNV ha tenido que arrancar literalmente muchas de las competencias recogidas en el Estatuto que han hecho posible que, hoy, los vascos disfrutemos del modo de vida que tenemos. Y para ello ha tenido que rebajarse a entrar en el juego que han impuesto los partidos que mandan en Madrid. De no haberlo hecho así, el Estatuto de Gernika habría muerto definitivamente a mediados de los 80 y nuestra libertad de acción sería muy inferior a la actual. Esta forma de actuar, qué duda cabe, también ha tenido sus consecuencias negativas: la primera, la legitimación, indirecta y crítica, del sistema, pero legitimación al fin y al cabo. Pero la valoración siempre habrá de ser subjetiva y dará lugar a debate.
¿Dónde estaban en esos momentos de imposición los líderes locales del PSOE y el PP?. Lo hemos visto estos últimos días con claridad meridiana: en cuanto los señores Erkoreka y Alonso, en Madrid, anunciaban un principio de acuerdo que posibilitaba el apoyo del PNV a las cuentas del Estado, el PSE de Patxi López se apresuraba a socializar en Euzkadi una interpretación a la baja de los contenidos del acuerdo, intentando convertir la transferencia en exclusiva de la competencia de I+D+I -que en los próximos tiempos va a alcanzar una importancia aún no suficientemente valorada, dada la evolución de la economía occidental en competencia con países como China o India- en una competencia “compartida” con Madrid, que es tanto como decir no transferida en absoluto, conocida la unilateralidad con la que les gusta actuar a los poderes del estado frente a Euzkadi. ¿Es este el comportamiento de un vasco que aspira a que se cumpla honesta y lealmente la Carta Magna de los vascos? ¿O es más bien el comportamiento de alguien que a lo que realmente aspira es a mantener bien encintados a los vascos? ¿No deberían ser López y Basagoiti los primeros interesados en que esa competencia, tan importante para el futuro económico de Euzkadi, fuera transferida íntegra y no parcialmente?
No tengo para olvidar aquella rueda de prensa de Ramón Jauregui, hace ya varios años, en la que el dirigente socialista, preguntado directamente por si su partido no tenía intención de cumplir nunca el Estatuto de Gernika en su integridad, se desmelenó ante los periodistas y aseguró que “por supuesto que no vamos a cumplir el Estatuto en su integridad porque, si lo hacemos, ¿luego qué van a pedir los nacionalistas?”. No sé si el señor Jauregui era consciente de todo lo que estaba diciendo con esas pocas palabras, pero con ellas plasmó toda una teoría política, y sobre todo nos mostró lo que nos espera con el PSOE a Euzkadi y los vascos
Ahi esta, que es mejor votar a un partido local que a uno estatal, el partido estatal siempre mirara por todo el Estado, y el local...
Si, si, suena egoista...pero..como entonces se reflejan los impuestos que un ciudadano paga? En que construyeron una carretera, un aeropuerto, o que el AVE pase en noseque provincia o region que pocas veces vas a disfrutar o te va a beneficiar directamente?
Ya veremos ahora que el PP le pego la patadita al UPN, si antes no le ayudaba casi a los navarros, ahora menos...y si no..el tiempo nos lo dira..le auguro "4 dias al UPN" si ya no tiene el apoyo de los peperos estos.
Salu2 desde Venezuela, agurr!!
Publicado por: Xabier | 10/31/2008 en 08:52 p.m.