El 20 de noviembre pasado se cumplieron 33 años del fallecimiento del general Francisco Franco. Van pasando los años, uno a uno, y su recuerdo se va difuminando auque la crueldad de aquel larguísimo período siga pesando por no haber habido, tras la muerte del dictador, la correspondiente depuración de responsabilidades.
Ese día 20 tuve un debate a dos en Tele 7, con el médico siquiatra del partido comunista, Juan Sánchez Vallejo en la hora que nos dejó la eficaz Yolanda comentar aquella fecha en una televisión local, pero que tiene su incidencia sobre todo en la margen izquierda.
Los momentos previos a la muerte, “el fallecimiento”, la llegada al poder de Juan Carlos elegido por aquellos procuradores que solo sabían aplaudir, el primer indulto que fue considerado un insulto, la salida de las cárceles, la ley de la reforma política, la persistencia de ETA ante la perplejidad de una sociedad, las acciones de la extrema derecha, el registro de los partidos, la legalización del PC, las primeras elecciones democráticas, la ley de la amnistía, la discusión constitucional… en fin, tantas y tantas cosas que en tan poquísimo tiempo fue lo que pudimos abordar con aparente buen seguimiento de la audiencia que a pesar de lo que se diga, estos temas interesan al ciudadano. Esta incursión histórica la completé al día siguiente ya que Eusko Ikaskuntza está haciendo un video con testimonios sobre la figura de D. Manuel de Irujo, un personaje irrepetible al que me pidieron definir en tres palabras: un político de raza, contesté, pero podía haberlo hecho con la frase con la que el sacerdote lo definió en el sermón de su funeral en Lizarra: “un hombre así justifica una generación”.
Y recordando cosas lo hice al verle al ex ministro Corcuera cuando se dirigía a los presentes en el teatro Barakaldo ante el nacimiento de la nueva Fundación que engloba a los trabajadores siderúrgicos de todo el estado. Tratan de mantener viva la memoria de un sector fundamental que está compuesta por antiguos empleados de Altos Hornos de Bizkaia, Ensidesa, Sagunto y Navarra. Estas personas ya jubiladas, ejercerán de profesores para enseñar la profesión en Euzkadi, España y en un futuro cercano, en el extranjero. Cuentan con un capital fundacional superior a los cuatro millones de euros, facilitará a sus descendientes completar su formación en los mejores centros del mundo e incluso se ofrece a gestionar el horno alto de Sestao si se rehabilita como Museo.
No faltó a la cita el Lehendakari, quien recordó al rey Juan Carlos y “a los que nos visitáis desde otros pueblos del Estado, que estáis en vuestra casa”. Juan José Ibarretxe, natural de Llodio, explicó que procede de familia obrera “y sé lo que es que mi padre trabajara durante 38 años en turnos de dos días de mañana, dos de tarde y dos de noche, en Navidad, Reyes y San Blas”.
La crisis de los 80
El jefe del Ejecutivo vasco reconoció que la crisis de la siderurgia en los años ochenta afectó especialmente a la sociedad vasca, pero puntualizó que aquellos difíciles momentos también sirvieron para “aprender”. “Realizamos grandes inversiones en los 90 y ahora podemos hablar de innovación e internacionalización de nuestro tejido empresarial”, subrayó.
En una línea similar se manifestó el presidente de Asturias, Vicente Álvarez Arenes, quien abogó por la modernización y la cualificación profesional como las claves del desarrollo. El mandatario asturiano estuvo acompañado por una nutrida representación de trabajadores de la siderurgia asturiana. También intervinieron el vicepresidente del Gobierno valenciano Vicente Rambla, y su homólogo en Navarra, Javier Caballero. Tanto ellos como el presidente de la fundación, José Luis Leal, ministro con UCD y ex responsable de la Asociación Española de la Banca, destacaron la aportación al proyecto de José Luis Corcuera. El antiguo titular de Interior, ex trabajador de Altos Hornos de Vizcaya, remarcó el esfuerzo realizado durante tres años “para lograr la implicación del Rey, del Lehendakari, de otros presidentes autónomos y de numerosas empresas.
Por todo esto cuando le vi a Corcuera hablar con aquel entusiasmo recordé una vivencia con él.
José Luis Corcuera fue un apasionado ministro del Interior del Gobierno de Felipe González. Además de dirigir las Fuerzas de Seguridad se empeñó en buscar una salida a la violencia de ETA a través de aquellas conversaciones de Argel. Pero también hizo otras cosas como aquella Ley de Seguridad Ciudadana, la de la “Patada en la Puerta”, aunque cometió el error de decir que si el Tribunal Constitucional declaraba inconstitucionales algunos artículos él dimitiría y como así fue, dimitió.
Nosotros, como Grupo Vasco en el Congreso, al mes de su dimisión le invitamos a comer en la Casa Vasca. Fue una comida agradable en la que nos contó muchas cosas pero una se me quedó grabada. Hablando de sus orígenes como electricista de Altos Hornos y luego como líder sindical de la UGT, nos confesó con pesar que habían hecho lo imposible por cargarse la Escuela de Formación Profesional de los Hermanos de la Salle en Sestao a cuenta de aquel anticlericalismo bobalicón de esos años. Acción que con el tiempo se había demostrado un desastre y de la que nunca tendría tiempo de arrepentirse lo suficiente.
Bueno pues no está mal que ahora se trabaje para que por lo menos no se pierda aquel legado de buen hacer de unos trabajadores que marcaron toda una época.
No sé exactamente quien ha escrito lo siguiente:
"Los momentos previos a la muerte, “el fallecimiento”, la llegada al poder de Juan Carlos elegido por aquellos procuradores que solo sabían aplaudir..."
Aquellos procuradores de las Cortes Franquistas que se mencionan y que pertenecían a la España negra de la dictadura, fueron los mismos que con sus votos mayoritarios hacieron posible su autoeliminación y que dio paso a uns nuevas Cortes constituyentes que a su vez fueron la semilla de las libertades que disfrutamos y de las autonomías, gobiernos autónomos etc. etc.Se ha olvidado intencionadamente, ya lo sé, pero es así.
Franco, no se olvide, murió en la cama, ETA le tambaleó un poquito, pero los demás, vascos y no vascos, no le movieron ni un milímetro, solo le venció la enfermedad y la muerte. Adolfo Suarez artíce de la disolución de la Cortes Franquistas, a instancias de Juan Carlos, merece un profundo reconocimiento.
Este historia que todos sabemos es real aunque hay muchos que la intentan cambiar todos los días, pero curiosamente cuando había que dar la cara, ni estaban ni se les esperaba, pero eso sí, al día siguiente afloraron como las malas yerbas a ver que podían pescar.
Publicado por: Carlos Riolobos | 11/24/2008 en 12:52 p.m.
Pues no sé cuánto le movimos los vascos el trono a Franco, pero los del resto del Estado, en general,se lo sostuvieron.
La reforma no fue sino un movimiento imprescindible para que no se les desmontara del todo el sistema.
Aún hoy en día hay muchos políticos que son incapaces siquiera de condenar el franquismo.En un reciente programa de TELE 5 presentaban como a una estrella de cine a un individuo que fue su chófer durante 33 años y que aalbó a su caudillo como si fuera un dios.¿Se imaginan que en una televisión alemana saliera un chófer de Hitler glorificándole aestas alturas?. Y eso por no hablar del famoso intento de Garzón de reabrir los crímenes de aquielal época y la reacción furibunda de quienes no reniegan de su pasado sino que están orgullosos del mismo. Mi conclusión: cierre en falso y por necesidades del guión.No por convencimiento.
Publicado por: ANTIFRANQUISTA | 11/24/2008 en 04:44 p.m.
Me alegro de que fuéramos algunos los antifranquistas en vida de Franco.
He dicho claramente que ETA, movió un poquito el "trono" de Franco. El Partido Comunista de España, junto a Comisiones y anarquistas y algún caso aislado de la UGT, lease Marcelino Camacho, Simón Sánchez Montero, Francisco Lasalve y otros, estaban ahí, en primera línea luchando pero el RESTO, lease socialistas, nacionalistas vascos, nacionalistas catalanes etc... NI ESTABAN NI SE LES ESPERABAN NI ACUDIERON NUNCA.
El ejemplo más clarividente es que meses después de muerto Franco, cuando el asesinato de 5 obreros de Vitoria, siguieron los nacionalistas y socialistas entre otros, sin aparecer. Allí estaban en la lucha los que tenían que estar pero no ellos.
Resuminedo: medallitas, las justas.
Publicado por: Carlos Riolobos | 11/25/2008 en 10:04 a.m.
Perfecto.Es su versión, que no coincide para nada con la mía, lo cual es plenamente asumible por mí.
El nacionalismo vasco y sus miembros eran un grano en el culo de Franco. Prefería antes una España roja que rota y de hecho ahora es azulada y está entera. Y no se les espera a los izquierdistas españoles por ninguna parte.
Publicado por: ANTIFRANQUISTA | 11/25/2008 en 11:41 a.m.
Has escrito, Antifranquista:
"Y no se les espera a los izquierdistas españoles por ninguna parte."
Naturalmente antifranquista que nadie nos esperaba. Nadie nos podía esperar porque estábamos ahí TODOS los días a todas horas. Estábamos con los compañeros trabajadores, defendiéndonos del franquismo y del capitalismo, incluido el vasco.
¿Nos recuerdas? CNT, Partido del Trabajo, O.R.T., Liga Comunista Revolucionaria, LKI, La Joven Guardia Roja, Las Juventudes Maoístas, Movimiento Comunista, Partido Comunista Revolucionario, Partido Comunista, CCOO, ¿sigo? y tantísimos otros compañeros y camaradas. Estábamos ahí, en el tajo, en la calle, en las aulas, estábamos pidiendo la amnistía, la excarcelación de presos políticos, en definitiva la LIBERTAD.
No sé quien eres pero me parece que los tuyos no debían estar entre nosotros.
Saludos y punto final.
Publicado por: Carlos. Riolobos | 11/25/2008 en 06:33 p.m.
Amigo Riolobos, me temo que está usted intentando vendernos muchos lobos. Es posible que usted hable de lo que ocurría en Madrid. Pero en Euskadi, durante el Franquismo, el PC ni se sabía donde estaba. Las redes de resistencia, los sabotajes, las octavillas callejeras, las pintadas e incluso el control de la frontera para cruzar personas y objetos estaba en manos de los nacionalistas. Los demás, incluidos los socialistas, se servían de la red del PNV para cruzar la frontera.
Documéntese un poquito antes de decir sandeces.
Publicado por: Resistente | 11/25/2008 en 06:42 p.m.
¡Oiga Riolobos, un poco de temple!. Yo he estado, estoy y estaré donde mis convicciones me lo pidan. No como otros cuyos ideales se mueven por las circunstancias de cada momento.
Punto final también por mi parte.Sólo me gusta hablar con quienes están dispuestos a escuchar.Agur
Publicado por: ANTIFRANQUISTA | 11/26/2008 en 12:50 p.m.
¿Me habla usted del PNV de los años 37,38 ó 39? Porque de otros años...
Es evidente que yo le hablaba de los años 70. En fin, pérdida de tiempo en "dialogar" con los que empeñan cazurramente en escribir una nueva historia.
Al final ustedes mismos se llegarán a creer sus propias fantasías e irrealidades. De hecho ya lo hacen para asombro de muchos luchadores antifranquistas. A otros engañarán.
Publicado por: Carlos Riolobos | 11/26/2008 en 01:36 p.m.
Simplemente recordar a aquellos que montaron Ikastolas y que llevaron a sus hijos a estudiar en ellas sin saber si tendrian un título.
Esos también eran resistentes antifranquistas, su trabajo sigue vivo. El socialismo de la ORT por fortuna no, aunque algunos de ellos acabaran engrosando el funcionariado de la ugt en Navarra
Publicado por: Fortunato | 11/26/2008 en 04:55 p.m.
Cita Riolobos a CNT,ORT, Partido del Trabajo,Liga Comunista Revolucionaria,Las Juventudes Maoistas, Los Troskistas del septimo dia, Partido Unificado de Judea, Partido Comunista de las Tierras Medias, Partido Revolucionario los Jueves, etc, etc.
La Izquierdita es lo que tiene, son cuatro pero fundan 37 partidos... mucho ruido y pocas nueces, con peluca eso si.
Publicado por: ible | 11/26/2008 en 05:17 p.m.